El proyecto del ley, promovido por la Alianza Verde, que convertía el acceso al agua cómo un derecho fundamental se hundió el pasado martes en la Comisión Primera del Cámara por falta de trámite y por tiempo porque alcanzó a estar dos legislaturas en el Congreso.La iniciativa se hundió a pesar de que en la plenaria del Senado había sido apoyada de manera unánime, pero ayer cuando necesitaba un empujón del Gobierno, para que no quedara en el olvido, este nunca llegó. A poco tiempo de terminar las sesiones ordinarias el proyecto finalmente se hundió porque las sesiones extras se usarán para discutir la Reforma Tributaria y la ley de amnistía. (Vea: El petróleo acabó con el agua de Puerto Asís en Putumayo)Sin embargo, lo más preocupante es que en la misma Reforma Tributaria se hundieron las tasas de agua que ponían un mayor control al uso de recurso hídrico por parte de los proyectos mineros, que están acabando con los acuíferos en algunas zonas del país. Asi las cosas una familia de estrato 2 y 3 paga mucho más dinero por el uso del agua que un gran concesionario minero.Ante esta situación la senadora Claudia López, una de las figuras más reconocidas de la Alianza Verde, no dudo en señalar en su cuenta de twitter a Telésforo Pedraza (Partido Conservador), presidente de la Comisión Primera de la Cámara, como uno de los principales culpables del hundimiento del proyecto. Pedraza, por razones desconocidas se negó a dar trámite a la discusión de la iniciativa.
El proyecto, que no alcanzó siquiera el séptimo de ocho debates, tenía como principal objetivo dar privilegio al uso del agua para el consumo humano, que el acceso al agua fuera un derecho fundamental y un recurso esencial y que que el Estado garantizara este derecho. Asimismo, obligaba al Estado a proteger los ecosistemas involucrados en la producción del recurso hídrico. (Vea: 10 datos acerca del agua que quizás usted no conoce)Sin embargo, el proyecto no había estado exento de polémica, ya que muchas voces disidentes argüían que al convertir al agua en un derecho fundamental se corría el riesgo de que se abriera una puerta al desperdicio y el consumo irresponsable. No obstante, los partidarios de la propuesta señalaban que al no estar contemplada la figura de gratuidad o mínimo vital el desperdicio no era una opción.Una vez más el cierre de la legislatura en el Congreso se convirtió en el fin de varios proyectos, en este caso particular el hundimiento de una propuesta de gran calado por falta de voluntad política.