En Colombia, las empresas cuya operación tiene impactos negativos sobre la biodiversidad están obligadas a realizar unas inversiones económicas llamadas compensaciones ambientales. Sin embargo, anualmente se invierten enormes cantidades de dinero en restauración de ecosistemas, pero no se ven los resultados.Pero más allá de la pregunta sobre a dónde van a parar estos recursos, este martes se lanzó en Bogotá un mecanismo que, en palabras de sus promotores, logrará que los resultados de estas inversiones obligatorias dejen de ser una incógnita. Se trata del banco de hábitat, una iniciativa del Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo y del grupo Terrasos que invertirán 1,5 millones de dólares en la restauración y conservación de 605 hectáreas en el municipio de San Martin de los Llanos, departamento del Meta.En este predio, cuyos propietarios tienen una tradición de conservación que ha permitido que exista un enorme relicto de bosque de galería, varios nacimientos de agua y sabanas naturales en buen estado, se establecerá un plan de manejo ambiental orientado a mantener el 75% del ecosistema actual y a restaurar el 25 restante en los próximos 30 años. “Con esta estrategia se generarán 50 empleos directos e indirectos y se aumentará la productividad de la ganadería que se realiza en esa finca”, explicó el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo.

Banco de Habitat-Meta from La Isla Fantasma on Vimeo.Según Mariana Sarmiento, gerente general de Terrasos, la empresa encargada de la estructuración del proyecto, “el componente innovador de esta iniciativa radica en que los pagos se realizarán en función de los resultados y de la ganancia ambiental conseguida. Para medirlos se contará con una batería de indicadores ambientales, socioeconómicos y financiero que garantizarán que el proceso se cumpla de manera transparente y sostenible”.Con el banco de hábitat, se introduce en el país una nueva estrategia para lograr objetivos de conservación de ecosistemas en alianza con el sector empresarial y a través del uso de instrumentos de mercado. “Sabemos que en el mundo se están invirtiendo más de 8.000 millones de dólares anuales de capital privado que buscan resultados ambientales y retornos financieros y queremos abrir esas puertas en Colombia con iniciativas como estas”, concluyó Murillo.