El 17% de la masa de animales marinos (peces, invertebrados, mamíferos) podría desaparecer de aquí al 2100 si las emisiones de CO2 siguen al ritmo actual, advirtió una evaluación internacional inédita publicada el martes en la revista estadounidense PNAS. Ya iniciada, esta pérdida, que solo tiene en cuenta los efectos del clima, sin considerar otros factores (como la sobrepesca y la contaminación), tendría un gran impacto en la biodiversidad y la seguridad alimentaria. Agrupados en el consorcio "FishMIP" (Fisheries and marine ecosystem model intercomparison project), 35 investigadores procedentes de cuatro continentes efectuaron esta evaluación global de los efectos del calentamiento climático en los recursos pesqueros. Si las emisiones de gases de efecto invernadero mantienen su trayectoria actual, la biomasa global de animales marinos se reduciría en un 17% de aquí al 2100 (respecto a la media de los años 1990-99), afirmaron los científicos. Si el mundo consigue frenar el calentamiento bajo los 2°C, la caída se limitaría al 5%, según el estudio. Lea también: Un millón de especies podrían verse amenazadas de extinción en las próximas décadas "Sea cual sea la hipótesis de las emisiones, la biomasa global de los animales marinos decrecerá, debido a una subida de la temperatura y un retroceso de la producción primaria", agregaron los investigadores.  Básicamente, por cada grado de calentamiento acumulado, el océano perderá un 5% adicional de biomasa animal. Los Estados se comprometieron en 2015 en París a mantener la temperatura por debajo de los 2°C respecto a la era preindustrial. Pero las emisiones, y concentraciones, de los gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo récord mundial en 2018, dejando entrever un horizonte a +4°C. Según el estudio, el impacto en la fauna marina será más importante en las zonas temperadas y tropicales, donde los hombres dependen más de estos recursos, ya muy debilitados. Le puede interesar: Las jirafas tampoco escapan del peligro de extinción En cambio, en muchas regiones polares la biomasa marina podría aumentar, especialmente en la Antártida, donde habría "quizás nuevas oportunidades de explotación", apuntan los autores. "El futuro de los ecosistemas marinos dependerá en gran parte del cambio climático", resume Yunne-Jai Shin, biólogo del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD): "Por ello, las medidas de preservación de la biodiversidad y de gestión de la pesca tienen que ser reconsideradas".