* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana. La familia de los colibríes (Trochilidae) es una de las que tiene mayor número de especies a nivel nacional. Según la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA), en Colombia hay registradas 177 especies, cifra que lo ubica en la cúspide de la diversidad de este tipo de aves.
El colibrí chillón (coruscans) tiene una alta distribución a lo largo de las tres cordilleras de los Andes y la Sierra Nevada de Santa Marta. En Cundinamarca hace presencia en las zonas con rango altitudinal como Sumapaz, Tequendama, Gualivá, Rionegro, Soacha, la sabana de Bogotá, Ubaté, Guavio y Almeidas. Le puede interesar: Aves, las más impactadas por el tráfico de fauna en Bogotá Bogotá es uno de los mayores epicentros de esta ave que se caracteriza por los colores vivos de sus plumas, como verdes y azules metálicos. “En la capital es posible apreciar al colibrí chillón en los 15 humedales, cerros orientales, parques urbanos, jardines e incluso en viviendas en las que anidan sin preocuparse por la presencia del ser humano”.
El colibrí chillón es bastante territorial y compite con otras especies de aves. Foto: Fundación Humedales Bogotá. La Fundación Humedales Bogotá informó que este colibrí es un ave que comúnmente se puede observar en varios lugares de la ciudad de Bogotá, en especial en humedales como Córdoba, ubicado en la localidad de Suba. “Desde hace bastante tiempo, una pareja de colibríes chillón se acerca al caudal ecológico de Córdoba a tomar baños de agua. Este es el humedal con mayor cantidad de registros de especies de aves en la capital, con un total de 158 de las 208 hasta ahora reportadas en Bogotá”, dijo la organización. Le puede interesar: Las más comunes, las exóticas, las amenazadas: todo sobre las aves del país Sin embargo, la fundación indica que algunas personas que habitaron años atrás en la capital, mencionan que este colibrí tenía antes una mayor presencia. “Hay varios factores de la posible disminución, como el cambio de casas con jardines a edificios, viviendas que tenían flores y atraían de manera recurrente al colibrí. También están la pérdida de áreas verdes y el uso de pesticidas que afectan a los polinizadores”.
Córdoba es uno de los humedales con mayor presencia de esta ave. Foto: Fundación Humedales Bogotá. En los 15 humedales reconocidos en Bogotá, el colibrí chillón es identificado por un sonido similar a un “chip” fuerte repetido, el cual emite desde algún árbol o arbusto. “Este colibrí prefiere áreas con árboles y espacios abiertos como parques, jardines, cercas vivas, bordes de plantaciones de árboles y del bosque. Es agresivo y territorial, por lo cual es común verlos atacarse y perseguirse entre ellos. He visto a estos atacando chulos, gavilanes, sirirís, garzas y mirlas”, mencionó Daniel Bernal, uno de los colaboradores de la fundación. Brilla en los humedales Según la SDA, el colibrí chillón macho pesa entre 7,7 y 8,5 gramos, mientras que la hembra no supera los 7,5 gramos. “Tiene una longitud de hasta 13 centímetros y su pico se distingue por ser robusto, ligeramente curvo y medir alrededor de 25 milímetros”. Su cuerpo es verde brillante, tiene un parche azul violeta que empieza en la base del pico, pasa por debajo de los ojos y se extiende hasta la parte de atrás de la región auricular; su cola es de un matiz verde con azul.
#DistritoSilvestre, campaña de sensibilización sobre la biodiversidad bogotana. Fuente: SDA. “Durante el vuelo, los colibríes se pueden mantener suspendidos en el mismo lugar y son las únicas aves que tienen la posibilidad de moverse en cualquier dirección, incluso hacia atrás, gracias a los músculos del pecho y dorso, que son muy desarrollados”, anotó la entidad. Le puede interesar: EN VIDEO: La agonía de la zarigüeya, un marsupial que reverdece los bosques La velocidad promedio del vuelo de estos colibríes es de 50 kilómetros por hora. Además, se caracterizan por ser solitarios y territoriales, y buscar su alimento en las partes altas de la vegetación y jardines con una amplia variedad de flores. La incubación es realizada por las hembras y el periodo de cría dura entre 20 y 22 días.
El colibrí chillón es una de las 208 especies de aves que habitan en los humedales bogotanos. Foto: Fundación Humedales Bogotá. “Dentro de las principales amenazas a las que se enfrenta esta ave se encuentra la pérdida de hábitat, el ataque por gatos domésticos y perros ferales, la intoxicación por insecticidas y las enfermedades asociadas a bebederos”, indica la SDA. La autoridad ambiental del Distrito lanza varias piezas informativas en redes sociales sobre la magia biodiversa de la ciudad, la más reciente sobre el colibrí chillón.
Polluelos del colibrí chillón en el humedal El Tunjo. Foto: Fundación Humedales Bogotá. “En caso de que algún ciudadano encuentre a algún animal silvestre como este colibrí, debe evitar su manipulación directa, no arrojarle objetos que pueda lastimarlo, no cogerlo para mantenerlo en cautiverio o en calidad de mascotas, y no suministrarle alimento de manera forzada”. Le puede interesar: EN VIDEO: La rana de diversos colores que sobrevive en los humedales de Bogotá La entidad invita a todos los ciudadanos a seguir cuidando las especies silvestres y a reportar los casos de maltrato, comercialización o emergencia a la SDA. “Un equipo de profesionales del grupo de fauna silvestre está disponible para atender cualquier incidencia”.