* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana A pesar de la desbordada proliferación del cemento, una mole representada en altos edificios, grandes vías y barrios consolidados, los ecosistemas que han sobrevivido al desarrollo urbano en Bogotá siguen ofreciendo refugio y abrigo a miles de aves, sitios donde la avifauna da certeras muestras de su belleza.
Los 15 humedales reconocidos en la ciudad, esponjas hídricas que suman cerca de 727 hectáreas distribuidas en nueve localidades, son los sitios predilectos de las aves, reservorios de biodiversidad donde aparecen nadando en los espejos de agua, perchando en las ramas de los árboles, sobrevolando el área o escondidas entre los juncales. Le puede interesar: Colombia, país de paso para 275 especies de aves migratorias La Fundación Humedales Bogotá ha registrado 208 especies de aves en estos ecosistemas durante los últimos cinco años, un inventario que incluye 51 aves acuáticas y 156 terrestres. Córdoba, La Conejera, Jaboque, El Salitre y Juan Amarillo son los humedales de lideran el ranking de este grupo de fauna en la ciudad.
Hace algunos años, el humedal Meandro del Say presentó una explosión de patos canadienses en su época migratoria. Foto: Fundación Humedales Bogotá. La cantidad de aves en Bogotá, en especial las de los humedales, llega a su mayor tope entre los meses de octubre y abril, cuando miles de aves migratorias visitan la ciudad en busca de alimento y descanso. Según la fundación, en estos ecosistemas hay registros de 65 especies de estos animales viajeros, tanto boreales (de norte) como australes (del sur). “Estas 65 especies representan 41,1 por ciento de la totalidad de migratorias que visitan nuestro país, que según el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SiB) son 158. Identificamos 60 especies de aves boreales, su mayoría en los humedales de Córdoba, La Conejera y Jaboque”, manifestó la fundación. Según Carolina Urrutia, secretaria Distrital de Ambiente, algunas de las aves migratorias atraviesan enormes distancias para pasar el invierno en temperaturas más cálidas. “Desde octubre empiezan a llegar miles de visitantes ilustres que engalanan los humedales y cielos de Bogotá, como la tingua azul que viene de los Llanos Orientales”.
El pato canadiense es una de las aves migratorias que más hace presencia en los humedales de Bogotá y la sabana. Foto: Fernando Castro. Explosión de patos Juan Amarillo o Tibabuyes, el humedal más grande de Bogotá con más de 222 hectáreas distribuidas entre las localidades de de Suba y Engativá, ha registrado en los últimos días una explosión de aves migratorias en sus espejos de agua. Le puede interesar: Encuentran miles de aves migratorias muertas en Nuevo México (EE.UU.) Funcionarios de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) han registrado cerca de 200 patos canadienses nadando con otras tinguas y patos turrios y revoloteando por este ecosistema, que en total cuenta con registros de 113 especies de aves.
“Más de 200 patos llegaron a los espejos de agua del humedal Juan Amarillo para su período de migración. Cuidar y proteger estos ecosistemas es fundamental para tener una ciudad más sostenible y reverdecida”, dijo la EAAB en sus redes sociales. Según la Guía de las Aves Migratorias de Colombia, el pato canadiense macho tiene la cabeza y parte superior del cuello de color azul gris y una medialuna blanca en la cara frente a los ojos. El pecho, vientre y espalda son cafés punteados de negro, con una mancha blanca en los flancos posteriores. Por su parte, la hembra presenta un plumaje café claro y con una cabeza gris. Le puede interesar: EN VIDEO: El colibrí que maravilló a la ciencia con su canto único “Esta ave se reproduce en una amplia zona de Norteamérica que se extiende desde la costa oriental de Estados Unidos y Canadá hasta la región noroccidental. Durante la época de invierno viaja hacia Centroamérica, las islas del Caribe y el norte de Sudamérica, con altas concentraciones a lo largo de la costa del golfo de México y en los humedales de Colombia y Venezuela”.
Los patos canadienses llegan a los humedales a descansar de su viaje migratorio y buscar alimento. Foto: Fundación Humedales Bogotá. La publicación, elaborada por WWF y el Ministerio de Ambiente, revela que el pato canadiense es abundante y presenta una amplia distribución en Colombia principalmente entre septiembre y finales de abril. “Se encuentra en los humedales de gran parte del territorio nacional, como en la planicie Caribe, los valles interandinos y de los Llanos Orientales, la costa Pacífica y el altiplano cundiboyacense. El único sitio donde no se ha registrado es la región boscosa de la Amazonia”. Le puede interesar: Alerta por caza indiscriminada de águilas cuaresmeras Los patos canadienses que llegan a Colombia parecen tomar varias rutas en su viaje migratorio hacia el sur. “A lo largo de México, Centroamérica y el istmo de Panamá; también desde el oriente de Estados Unidos, por las islas del Caribe, hacia Sudamérica”. Otras aves migratorias con una fuerte presencia en los humedales de Bogotá son la tijereta, que viene del sur del continente y se le ve comúnmente perchando en los árboles. "También nos visita bastante el cuco americano, ave boreal proveniente del norte que llega a los humedales a descansar de tan largo viaje y proveerse de alimento”, asegura la Fundación Humedales Bogotá.
Migratorias en Colombia Colombia es el país con mayor cantidad de aves en todo el mundo, con casi 2.000 especies registradas. De este total, aproximadamente 275 presentan comportamientos migratorios recurrentes y cíclicos. Le puede interesar: Búsqueda desesperada de pato migratorio enredado en plástico “En este grupo hay especies migratorias latitudinales de larga distancia, en su mayoría transfronterizas y migratorias locales, altitudinales o transfronterizas de nivel regional. Entre las migratorias latitudinales, cerca de 154 especies vienen del noroccidente, centro u oriente de Norteamérica, 23 llegan del sur de Sudamérica, principalmente a la Amazonia colombiana y 25 son aves marinas que viajan extensamente, en muchos casos sin tocar la costa”, afirma la guía de aves.
El tirano norteño, pibí oriental y tángara veranera están entre las aves migratorias que visitan los humedales. Fotos: Fundación Humedales Bogotá. Según el Ministerio de Ambiente, una gaviota puede recorrer 64.000 kilómetros al año, siendo éste un ejemplo de las grandes distancias que vuelan las aves migratorias para buscar comida y territorios cálidos. “En el mundo existen alrededor de 200 especies de aves migratorias neotropicales, entre las que se encuentran las aves cantoras, playeras, rapaces y las aves acuáticas”. En Colombia, 32,8 por ciento de las aves acuáticas son migratorias. “Los hábitats más utilizados por las aves acuáticas son los humedales. De las áreas protegidas del sistema de Parques Nacionales Naturales en Colombia, al menos 15 involucran zonas con hábitats importantes para las aves acuáticas, tanto para las residentes como para las migratorias”.