El presidente Jair Bolsonaro afirmó este lunes que el Gobierno de Estados Unidos, al que definió como “más de izquierda”, tiene “casi una obsesión” con el medioambiente que “estorba un poquito” a Brasil.
“De mi parte, Brasil está con las puertas abiertas para seguir conversando con el Gobierno de estadounidense. Obviamente, el gobierno Biden es un gobierno más de izquierda. Un gobierno que tiene casi una obsesión por el tema ambiental, entonces eso nos estorba un poquito”, declaró en una entrevista a una radio local.
“Brasil es el país que más preserva su medioambiente. Nosotros sufrimos ataques todo el tiempo de países europeos”, agregó.
Bolsonaro, un escéptico del cambio climático y admirador del expresidente estadounidense Donald Trump, es blanco de numerosas críticas internacionales por su política ambiental y su postura a favor de las actividades extractivas en áreas protegidas, que según los expertos alimenta la deforestación, la minería y la tala de madera ilegales.
El mandatario ultraderechista tuvo un rifirrafe con Biden durante la última campaña presidencial estadounidense, en la que apoyó públicamente a Trump, cuando el entonces candidato demócrata planteó la posibilidad de sanciones económicas si la deforestación continuaba aumentando en Brasil.
Desde la llegada de Biden al poder, la relación entre ambos ha sido fluida e incluso Bolsonaro se comprometió en abril ante Biden y la comunidad internacional a eliminar la deforestación ilegal de Brasil en 2030, diez años antes de lo previsto inicialmente.
Un objetivo que, a juzgar por los últimos datos de devastación de la selva amazónica, parece difícil de cumplir.
Entre agosto de 2020 y julio de 2021, periodo de referencia para medir la deforestación, la mayor selva tropical del planeta perdió 8.712 km², un 5 % menos que los 9.126 km² del mismo periodo del año anterior, cuando se batió el récord desde que el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) empezó a publicar estos datos en 2015.
Brasil confirma que no cumplirá con la meta de reducir en 10 % la deforestación amazónica
Brasil no logrará cumplir la meta de reducir en 10 % la deforestación en la Amazonia en el año de referencia agosto 2020-julio 2021, admitió este lunes el vicepresidente Hamilton Mourão, jefe del Consejo Nacional de Amazonia Legal (CNML).
“Probablemente no cumpla lo que pensaba que sería nuestro papel, de llegar a un 10 % de reducción [de la deforestación]. Cero que será del 4 % al 5 %, es una reducción muy pequeña e irrisoria, aunque ya es un camino caminado”, dijo el general Mourão a la prensa desde Brasilia.
La deforestación amazónica entre agosto de 2019 y julio de 2020 fue de 10.851 km², una superficie mayor que la de Puerto Rico, en alza de 7,13 % respecto a los doce meses anteriores, según el sistema de observación por satélite Prodes del Instituto Nacional Investigaciones Espaciales (INPE), que publica sus informes en noviembre.
La deforestación de estos dos periodos superó por primera vez desde 2008 los 10.000 km² y eso podría ocurrir ahora nuevamente si la reducción se limita al 5 % (serían 10.308 km²).
El INPE dispone de otro sistema de alertas diarias de deforestación menos afinado que el Prodes, denominado Deter, que muestra que en junio la destrucción en la Amazonia marcó su cuarto récord mensual consecutivo, con 1.062 km².
El Gobierno busca mejorar su imagen ante la comunidad internacional, que cuestiona la política ambiental del presidente Jair Bolsonaro, partidario de la apertura de la Amazonia a actividades agropecuarias y mineras. Es así como la administración Bolsonaro volvió a movilizar este año, por segunda vez consecutiva, tropas militares para combatir crímenes ambientales.
Mourão, por otra parte, destacó una disminución del 27 % de los incendios amazónicos en julio (4.977 focos de calor) respecto al mismo mes de 2020 y la atribuyó a “medidas implementadas” por los ministerios de Medio Ambiente y de Justicia, por lo que no ve “necesario continuar el uso de las Fuerzas Armadas” para esa tarea, estimó.
La ONG Greenpeace recordó, no obstante, que los incendios están relacionados con las áreas recientemente “deforestadas y degradadas y que serán quemadas ilegalmente en los próximos meses”.
“Lo peor está por venir. Además de que los próximos meses serán más secos en la Amazonia, los órganos ambientales siguen debilitados y el Congreso tiene entre sus prioridades aprobar alteraciones en la ley que incentivan más la destrucción ambiental y la invasión de tierras públicas”, dijo Cristiane Mazzetti, gestora ambiental de la organización.
Durante cuatro meses consecutivos los datos han ido al alza, y junio, en específico, batió un nuevo récord. Para el sexto mes del año en esta zona se talaron 106.200 hectáreas de bosque.
Precisamente esta se convierte en la peor cifra desde que empezaron las mediciones en 2015 con el sistema de observación por satélite Deter del Instituto Nacional Investigaciones Espaciales (INPE). Según dio a conocer la entidad, en el primer semestre el dato de deforestación alcanzó las 360.000 hectáreas.
Sin embargo, los datos de tala de bosque no son los únicos que baten récords. Lo mismo sucedió con el número de incendios registrados en junio: 2.308, un 2,3 % más que en el mismo mes del año pasado, de acuerdo con el INPE.
Esta se consolidó como la peor cifra desde 2007, cuando se presentaron 3.519 focos. Si se compara este índice con las quemas de junio de 2020, que también marcaron un récord en su momento, el incremento fue del 2,6 %.
Los datos preocupan a los expertos en torno a que esta temporada seca esté cargada de afectaciones a una de las zonas verdes más importantes del planeta.
Con información de la AFP.