Más de 110 municipios de Colombia están en alerta roja por presentar posibles incendios forestales. Así lo indica el último reporte del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) sobre las condiciones hidrometeorológicas en el país, el cual indica que las regiones más susceptibles son la Caribe, Andina y Orinoquia. Desde diciembre de 2018, cuando el Fenómeno del Niño empezó a manifestarse, el territorio nacional ha presentado 18.877 puntos de calor, es decir incrementos considerables en la temperatura que podrían convertirse en llamas. Por su parte, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) informó que en el país se han presentado 195 incendios en 122 municipios, todos controlados y extinguidos.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) informó que en el país se han presentado 195 incendios en 122 municipios. La Amazonia, dueña del 66 por ciento del bosque colombiano, no ha sido ajena a los coletazos de El Niño. Entre el primero de diciembre del año pasado y el 14 de enero de 2019, el Ideam reporta 2.018 puntos de calor, en su mayoría en Caquetá, el sur del Meta y Vichada y Guaviare. El parte positivo es que a la fecha no se han materializado incendios forestales en la región, de acuerdo con la UNGRD. El Ministro de Ambiente Ricardo Lozano ha reiterado que no hay que bajar la guardia, ya que el Fenómeno del Niño seguirá impactando gran parte del país en los próximos meses, con incendios, déficit de precipitaciones y altas temperaturas. “El Niño puede impactar especialmente a la región Amazónica, una zona afectada por incendios forestales y el aumento de la deforestación por el acaparamiento de tierras. Recientemente, en el departamento del Cesar, se registró una temperatura histórica de 42 grados, algo jamás visto en el país”. Puede leer: Amazonia colombiana, la víctima silenciosa de la política antiambiental de Bolsonaro Camilo Prieto, director del grupo Movimiento Ambientalista Colombiano, aseguró que muchos de los incendios forestales en la Amazonia no son naturales, sino provocados por las mafias para apropiarse de las tierras y hacer sus rutas de ilegalidad. “Muchos piensan que por estar en época de sequía todos los incendios forestales son naturales. En la Amazonia no ocurre eso. Hay detonantes ilegales que buscan mimetizarse en este flagelo. Evidenciamos que hay puntos de calor en la región que terminan confluyendo en el diseño de las rutas ilegales en medio de la selva”. El ambientalista afirma que en la Amazonia hay una conexión directa entre los puntos de calor relacionados con los incendios forestales y el diseño de las rutas que se encargan de conectar a las diferentes organizaciones criminales alrededor de la deforestación. Le sugerimos: Oro, madera y religión: las amenazas para pueblos indígenas aislados en Colombia “Hay un mafia que no está en el radar de las autoridades, la cual se encarga de diseñar las rutas que conectan los negocios ilegales y facilitan las operaciones de las organizaciones ilegales, como maderables, ganadería extensiva, monocultivos de palma y cultivos ilícitos. La conforman disidencias de las FARC, AUC y delincuencia común, que han encontrado intereses comunes. Esas rutas de la criminalidad dentro de nuestros bosques tienen peajes”. En 2017, la Amazonia fue la región más deforestada del país. De las 220.000 hectáreas de bosque que perdió Colombia, más de 144.000 fueron en la zona, lo que evidencia que concentró 65 por ciento de la masacre ambiental.
El Ministro de Ambiente Ricardo Lozano ha reiterado que no hay que bajar la guardia, ya que el Fenómeno del Niño seguirá impactando gran parte del país en los próximos meses, con incendios, déficit de precipitaciones y altas temperaturas. 1% de los incendios son naturales Rodrigo Botero, Director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, aseguró que las quemas e incendios forestales en la Amazonia son utilizados adrede por las mafias para garantizar una inmediata transformación de los bosques en potreros. “Este fenómeno se ha visto de manera intensiva en los últimos años, y está asociado al acaparamiento de tierras. En país necesita una penalización por el tema de los incendios forestales, es decir, que los acaparadores respondan por quemar y talar, y más si lo hacen en zonas de restricción ambiental o cultural”. Le puede interesar: Colombia, a punto de arder Para Botero, la gran mayoría de incendios en los bosques húmedos son causados por las talas y las mismas quemas de la mano del hombre. “Yo creo que solo el 1 por ciento de los incendios en la región son naturales”. *Este es un producto periodístico de la Gran Alianza contra la Deforestación. Una iniciativa de Semana, el MADS y el Gobierno de Noruega que promueve el interés y seguimiento de la opinión pública nacional y local sobre la problemática de la deforestación y las acciones para controlarla y disminuirla.