Este 25 de enero las autoridades del zoológico de Atlanta, Estados Unidos, informaron sobre la muerte de Ozzie, un gorila de 61 años considerado el macho más viejo del mundo. Los cuidadores, que encontraron su cuerpo sin vida, todavía no han podido establecer puntualmente qué le produjo la muerte.

“Esta es una pérdida devastadora para Zoo Atlanta. Si bien sabíamos que este momento llegaría algún día, esa inevitabilidad no hace nada para detener la profunda tristeza que sentimos por la pérdida de una leyenda”, fueron las palabras de Raymond B. King, actual presidente y director ejecutivo del centro animal.

King agregó: “Las contribuciones de la vida de Ozzie son indelebles en las generaciones de individuos que deja en la población de gorilas y en el cuerpo de conocimiento mundial sobre el cuidado de su especie. Nuestros pensamientos están con su equipo de atención, quienes han perdido una parte de sus vidas y una parte de sus corazones”, haciendo referencia al vacío que dejaba la muerte de Ozzie, no solo en sus cuidadores y en Atlanta, sino también en el mundo.

El zoológico informó que desde el 20 de enero el gorila había mostrado un pérdida del apetito, y desde ese entonces, los cuidadores en conjunto con los veterinarios habían alentado a Ozzie para que comiera; sin embargo, durante las últimas 24 horas, el gorila presentó una hinchazón facial, debilidad e incapacidad para comer o beber, y finalmente fue encontrado muerto este 25 de enero.

“Se realizará una necropsia, o el equivalente no humano de una autopsia, a través de la asociación del Zoológico con el Zoológico de la Universidad de Georgia y el Servicio de Patología de Animales Exóticos en la Facultad de Medicina Veterinaria y debería proporcionar a los equipos más información sobre la condición de Ozzie”, confirmó la unidad animal, recalcando que compartirán los resultados con el público apenas estén disponibles.

Este gorila deja a una hija llamada Kuchi; hijos machos llamados Kekla, Stadi y Charlie; una nieta conocida como Lulú; una bisnieta Andi y un bisnieto Floyd, todos ellos residentes del zoológico de Atlanta. También tendría otros familiares incluyendo hijos, nietos y bisnietos residentes de otros zoológicos en Estados Unidos y Canadá.

Las autoridades del zoológico recuerdan que Ozzie fue el único miembro sobreviviente de la generación original de gorilas que llegó al zoológico de Atlanta con la apertura de The Ford African Rain Forest en 1988. Además, habría hecho historia en la zoología cuando en 2009 se convirtió en el primer gorila en participar en una lectura voluntaria de la presión arterial.

La importancia de ese logro es porque se dio mientras Ozzie ya era geriátrico, con 48 años de edad, y resaltan que los gorilas se consideran geriátricos después de los 40 años. Recalcan que la longevidad de este gorila se debe a los avances en el entrenamiento, el diseño de los alojamientos de hábitat, así como el espacio que se le brinda a este tipo de animales, estrategias que implementa el zoológico para cuidar la salud de los gorilas y otras especies.