En el bosque nuboso de Chámeza, en el departamento de Casanare, habita una nueva especie de rana: la pristimantis chamezensis. Su descripción tardó 10 años. La nueva rana entra a hacer parte de las más de 843 especies de anfibios que tiene Colombia, uno de los países más ricos y biodiversos eneste tipo de fauna. Pertenece al grupo terrarana que se caracteriza por tener al menos cuatro familias relacionadas que son de desarrollo directo, embriones de huevo y reproducción terrestre; es decir, que no necesitan estar en cuerpos de agua para reproducirse sino que ponen sus huevos en la tierra pues dependen de la humedad del ambiente y hojarasca. Puede leer: El comercio de animales salvajes aumenta el riesgo de epidemias “Ellas arrojan unos huevos en los que se desarrolla la larva y nace la rana desarrollada. Este método reproductivo es un indicador del buen estado de los bosques”, explicó Andrés Acosta, investigador de la Subdirección de Investigaciones del Instituto Humboldt y coautor del artículo de investigación de este nuevo ejemplar.

Este grupo es fácilmente reconocible por los discos terminales en los dedos expandidos y las falanges terminales en forma de T. Foto: Instituto Humboldt En las terranas existen 268 especies registradas en total, de 13 géneros, como las pristimantis. Este es el género de mayor diversidad con el 83 por ciento de especies descritas con 223 registros.  Los investigadores afirman que los Andes alberga una amplia variedad de especies endémicas (es decir, únicas de esta región) gracias a la complejidad geográfica y ecológica, a diferencia de territorios en las cuencas del Amazonas y Pacífico.  En este caso, por ejemplo, gracias a las formaciones del norte de Colombia en las tres cordilleras, el género pristimantis es uno de los más diversos y de alto endemismo. La cordillera oriental alberga 44 especies, de las cuales 13 habitan en bosques andinos y subandinos. La  Pristimantis chamezensis fue encontrada en los bosques de Chámeza, especialmente en la parte alta de la Laguna de Tota y se distingue fácilmente de las demás especies pues, de acuerdo con el artículo científico, tiene un iris gris, tubérculos subcónicos en el párpado superior, la barbilla tiene manchas de color café oscuro y tubérculos cónicos del talón.  Le recomendamos: EN VIDEO: Enorme puma se pasea a sus anchas por las calles de una ciudad El nombre de la especie fue asignado por voto popular, en el que participó la comunidad local y científicos expertos.  “Las nuevas especies no solo se descubren en el trabajo de campo o en las expediciones sino en colecciones también. Yo traía conmigo esta especie mucho antes de llegar al Instituto Humboldt. Hay especies que tardan en describirse años como es el caso de Pristimantis chamezensis que tomó 10 años. Esto se debió a los cambios tecnológicos que nos obligaron a incorporar nuevos análisis y a someter en varias ocasiones la especie hasta que fue aceptada”, aseguró Acosta. Los investigadores manifestaron que este nuevo registro es muy positivo pues puede ayudar a crear objetos de conservación que logren una apropiación local para preservar estos bosques. Con la chamezensis ahora hay 14 especies de este género de rana de lluvia que habitan a lo largo de la vertiente oriental de los Andes y hacen parte de la cuenca del Orinoco.  Por otro lado, su hallazgo tiene un componente social importante pues apareció en un antiguo campamento de grupos armados, que de no ser por su desmovilización en el marco del acuerdo de paz, habría sido imposible acceder.