Las sabanas de arenas blancas de Guainía juegan un papel equivalente al de los páramos al captar el agua lluvia. Dan lugar, por ejemplo, a nacederos de los cuales se alimentan caños de aguas cristalinas como Sabanitas, Vitina, Bonito, entre otros. Por su pendiente, estas sabanas actúan como piscinas de descomposición de taninos y sirven de incubadoras de especies de peces ornamentales. Sus suelos, únicos en el mundo, hacen que estos ecosistemas, que se encuentran en las inmediaciones del municipio de Inírida, los ríos Atabapo, Orinoco y Guainía, alberguen una enorme cantidad de especies vegetales y animales como insectos acuáticos, crustáceos, arácnidos, aves, mamíferos, reptiles y anfibios, que poco han sido estudiados. Hasta ahora, por ejemplo, solo se han identificado más de 300 de plantas.  Le sugerimos: Las selvas de Guainía empiezan a sucumbir ante la deforestación Para varios ambientalistas de esa región del país, las especies que se han adoptado a este ecosistema y se alimentan de lo que este ofrece, cualquier cambio puede alterar sus ciclos y atentar contra los servicios ecosistémicos que brindan.  

Las llantas de los carros causan graves afectaciones al suelo de las sabanas de arenas blancas de Guanía. Foto: Zezé Amaya.  "La capa de materia orgánica de estas sabanas es muy delicada y frágil por lo que se puede romper fácilmente. Cualquier variación que se haga demora mucho tiempo en recuperarse y pone en peligro la supervivencia de las especies. Como prueba de ello, en los terrenos en donde actualmente se mantiene la propagación de la flor de Inírida, los cuales se han cuidado con esmero los últimos 11 años, todavía existen huellas de carros de hace más de 20 años y aún el ecosistema no se ha recuperado totalmente", señalaron los ambientalistas.  Le recomendamos: Guainía: postales de un paraíso oculto Agregaron que esa era una muestra de lo que puede hacer un carro en unos minutos, frente a la cantidad de tiempo y recursos que se necesitaban para su recuperación. Todos estos argumentos hacen parte de la carta que le fue presentada a la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y Oriente Amazónico (CDA) con el fin de que se prohíba la realización de rallys con carros 4x4 en las sabanas de arenas blancas del Guainía, los cuales cada vez son más constantes.  La petición también fue subida a la plataforma change.org con el fin de reunir firmas a nivel nacional y presentar, posteriormente, la petición a los ministerios de Ambiente y Agricultura, así como a la Gobernación de Guanía, la Alcaldía de Inírida y la CDA. 

Martha Helena Toledo, ambientalista de Inírida, aseguró que con esta iniciativa buscan que la autoridad ambiental de la región hiciera claridad si esta actividad estaba o no permitida, si se contaba con los permisos y el aval de esa corporación.  "No puede pasar que estemos hablando de desarrollo y turismo sostenible en un departamento tan rico como el nuestro y, por otro lado, se permita el desarrollo de esta clase de esta clase de actividades que afectan gravemente la flora y la fauna. No se pueden manejar dos discursos, se debe ser coherente", manifestó.  Le puede interesar: Territorio indígena en Guainía, cercado por la deforestación Toledo afirmó que si deben llegar a instituciones de más alto nivel, incluso internacionales, lo harán. "Lo que estamos haciendo es recoger   firmas para darle mayor peso a la solicitud y dar a conocer a la opinión pública lo que viene sucediendo en la región. Aspiramos conseguir 10.000 firmas virtuales y que el mundo entero se dé cuenta que lo que puede pasar si seguimos permitiendo la realización de este tipo de actividades", apuntó.  Agregó que los clubs deportivos que desarrollan estos rallys dicen contar con el aval de la CDA y que no se tratan de actividades deportivas, sino de paseos turísticos familiares, los cuales realizan cada ocho días y en ocasiones festivales en los que participan hasta 50 carros de este tipo.  "El peso de estos vehículos afecta el suelo, el humo, el ruido y el derrame de aceites y gasolina terminan por causar graves impactos medioambientales a este ecosistema frágil, causando un desequilibrio que perfectamente puede acabar con una especie. Si queremos hacer realmente un turismo sostenible por estas sabanas lo podemos hacer en bicicleta o a pie", resaltó.