Con el objetivo de estimular la conservación de diversos ecosistemas a través de la compensación económica, en Norte de Santander desarrollan un proyecto que motiva a las comunidades a trabajar y proteger una de las principales fuentes de oxígeno: los bosques. Se trata de una iniciativa que cuenta con la participación de 40 familias de estratos 1, 2 y 3, que se han comprometido a conservar el bosque seco tropical y, de esta manera, proteger ecosistemas que son determinantes en esta zona del país, pues son clave para la captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2). El proyecto se desarrolla no sólo protegiendo las especies existentes, sino también implementando planes de restauración de predios mediante siembras masivas.
El Bosque Seco Tropical Pozo Azul es un área protegida ubicada entre Cúcuta y San Cayetano, en Norte de Santander En el proceso de realizará la intervención de 297 hectáreas de ecosistema bosque seco tropical. Las familias que trabajan en el proyecto, desarrollado por Cerámica Italia y la estrategia BanCO2, se enfocarán en proteger y conservar esta área en el Distrito Regional de Manejo Integrado (DRIM) Bosque Seco Tropical Pozo Azul, ubicado entre Cúcuta y el municipio de San Cayetano. Le recomendamos: Proyectan reverdecer a Cúcuta con la siembra 110.000 árboles en tres años La iniciativa apunta a lograr un compromiso de conservación y restauración mediante la siembra de 200 árboles por familia. Cada una de ellas recibirá una compensación económica de 500.000 mensuales pesos por su contribución. La organización encargada de realizar el acompañamiento y verificar el cumplimiento del compromiso adquirido es la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor). La autoridad ambiental fue la encargada de determinar qué familias recibirán la cobertura con base en un estudio sobre captura de CO2 por hectárea. Más de 12.000 árboles El trrabajo con las comunidades hace parte de un gran proyecto de siembra de 12.000 árboles nativos del bosque seco tropical, de los cuales 8.000 serán plantados por parte del convenio administrativo C.I.S.A y los restantes 4.000 estarán a cargo de Corponor. Es importante recordar que el dióxido de carbono (CO2), si bien es indispensable para la vida en la Tierra, pues las plantas lo necesitan para su fotosíntesis, también es uno de los gases de efecto invernadero y, por ende, tiene mucho que ver con el calentamiento global. Por esta razón, las organizaciones ambientales insisten en proteger los bosques y ecosistemas de todo el planeta, como una forma de evitar que se siga recalentando y rápidamente la temperatura alcance un incremento promedio de 1,5 grados centígrados. Le sugerimos: Siembran 200 frailejones en páramo del Valle del Cauca De acuerdo con lo establecido en el marco del Acuerdo de París, firmado en 2015, el objetivo es que este promedio no se supere en los próximos años, pues de lo contrario las afectaciones a los diversos ecosistemas y al propio hombre serán de gran magnitud. De esta forma, las comunidades se suman a trabajar por la conservación de estas áreas que son clave en esta región del país. La iniciativa está prevista para que se desarrolle en los próximos cinco meses.