La petición que venían realizando desde hacía cerca de dos años varios ambientalistas y líderes políticos frente a la intervención de los Cerros Orientales de Bogotá parece haber sido escuchada. El anuncio hecho por parte de la Secretaría de Ambiente de Bogotá sobre el desistimiento de licencia ambiental frente al trámite del proyecto denominado Sendero de las Mariposas ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), es para ellos un verdadero triunfo. En contexto: Sendero de las Mariposas, la polémica continúa Se oponían no solo a la red de senderos que uniría a Chía con Usme a lo largo de cerca de 102 kilómetros por entre las montañas, sino a las obras conexas que acarrearía. Se trataba de 24 módulos de bienvenida, 23 puntos logísticos (plazoletas de comidas y comercio), 19 unidades de paisaje, 54 aulas, 78 miradores y varios puentes peatonales, entre los que encontraba uno de 300 metros entre Monserrate y Guadalupe. El sendero atravesaría, además, las localidades de Santa Fe, San Cristóbal, Usme, La Candelaria, Chapinero y Usaquén, conectando la ciudad con la montaña.
Así era el trazado del Sendero de las Mariposas que plantea la alcaldía. Foto: Secretaría de Planeación de Bogotá Para los detractores de la iniciativa, todas estas obras de concreto ocasionarían la obstrucción de la conectividad de los ecosistemas, la perturbación del hábitat de la fauna silvestre, la probabilidad de un aumento de incendios, la intervención de pedazos de la reserva forestal, al igual que de páramos como el Cruz Verde, y le daría pie al aumento de la urbanización por cuenta del cambio de uso del suelo, entre otras consecuencias. Resaltaban la alteración en las características y condiciones del recurso hídrico que se podría presentar, pues la infraestructura que se tenía prevista, intervervendía alrededor de 59 de las fuentes hídricas que recorren los cerros desde su cumbre hasta los ríos Fucha, San Francisco, Salitre y Tunjuelo, afluentes, a su vez, del río Bogotá.
Con esta directiz dada por la Secretaría de Ambiente, el proyecto quedaría archivado. “Una vez revisados los pronunciamientos por parte de las autoridades ambientales en el expediente que cursaba para el proyecto de Sendero de las Mariposas, nos permitimos solicitarle a la ANLA el desistimiento expreso frente al trámite de solicitud de licencia ambiental para el proyecto”, aseguró Carolina Urrutia, la secretaría de Ambiente. Le sugerimos: La urgencia de restaurar los Cerros Orientales de Bogotá Según esa dependencia, la solicitud se origina en cumplimiento de los compromisos de la administración de la alcaldesa Claudia López de devolverle la jerarquía e importancia a la estructura ecológica principal de Bogotá y conservar los Cerros Orientales, respetando lo planteado en el Plan de Desarrollo Distrital 2020–2024.
La comunidad solicitaba que los senderos existentes no fueran intervenidos con áreas duras en concreto. Alcaldía aseguraba que nunca se había contemplado esa opción. Foto: Jhon Barros. Urrutia aseguró que el objetivo era asegurar la protección de la Reserva Forestal Protectora del Bosque Oriental de Bogotá y el cumplimiento de la sentencia de la acción popular de Cerros Orientales, con el fin de dotar a la ciudad de unos senderos que no pongan en riesgo la biodiversidad del área protegida. "Los estudios ambientales elaborados para el proyecto serán públicos y apoyarán las decisiones que se adopten sobre la materia en adelante”, afirmó. La secretaria hace referencia a la sentencia que el Consejo de Estado profirió en noviembre de 2013, en la que ordenó al Distrito, entre otras cosas, rehabilitar y habilitar las redes de senderos preexistentes en los cerros y la legalización de los asentamientos populares que se encontraban ubicados en las más de 900 hectáreas que conforman la franja de adecuación de la reserva.
Los veedores ciudadanos temían que con el cambio de uso del suelo que se registrara en el sector, la urbanización incremenaria sobre los cerros orientales. Foto: archivo/Semana. Esa dependencia le solicitó a la Anla la devolución física del estudio de impacto ambiental, la documentación y los anexos del proyecto con el objetivo de analizar la propuesta presentada y plantear alternativas que permitan el desarrollo de espacios para el disfrute de la ciudadanía, que respeten la zonificación y los usos permitidos en la reserva. "Durante este proceso, la ciudadanía tendrá real incidencia y participación", sostuvieron desde la Secretaría. Le puede interesar: Reaparecen las pavas en los cerros orientales de Bogotá Por otro lado, se informó que los cerca de 224.000 millones de pesos que la administración anterior invertiría a ese proyecto fueron destinados por el Distrito, en su mayoría, para atender las diferentes contingencias presentadas por la pandemia de la covid-19. Dicho monto, aclararon, fue entregado a través del Fondo Distrital para la Gestión de Riesgo y el Cambio Climático.Entre tanto, la Anla aceptó el requerimiento del desistimiento por parte de la Secretaría de Ambiente del trámite de solicitud de licencia ambiental iniciado el 21 de diciembre de 2018. Adicionalmente, informó que en los próximos días hará la devolución de la totalidad de la documentación aportada para dicho proyecto. Posteriormente, esa autoridad procederá a archivar y cerrar el trámite administrativo del expediente. Desde la Alcaldía informaron, además, que se destinarán 35.000 millones de pesos para procesos de recuperación y restauración de esa joya ambiental de la ciudad.