Montería cuenta con una nueva área protegida. Se trata de Sierra Chiquita y Humedales, que fue declarada como Distrito de Conservación de Suelos. El objetivo es recuperar y aprovechar de manera sostenible este ecosistema que abarca los cuerpos de agua de Sierra Chiquita, los Araújos y de la Brigada XI, y que, a través del cerro de bosque seco tropical, permite la conectividad con el río Sinú. Son 763 hectáreas las que serán protegidas, un área de reserva natural dentro del perímetro urbano, que estaba altamente amenazada por la expansión urbanística. Le sugerimos: Las ciudades serán clave para lograr una recuperación verde pospandemia "El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible focalizara su inclusión como proyecto priorizado la intervención integral de Sierra Chiquita y Humedales, a través de la iniciativa presidencial Biodiverciudades, que busca promover ciudades que reconocen, priorizan e integran la biodiversidad y sus beneficios hacia un desarrollo urbano-regional sostenible", indicó Nicolás Galarza, viceministro del Ministerio de Ambiente. La declaratoria de área protegida la realizó el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional De Los Valles del Sinú y del San Jorge (CVS), que luego de un análisis de la amplia biodiversidad de fauna y flora y la importancia ecosistémica de este complejo de humedales, atendió la necesidad de conservarlo y adecuarlo al desarrollo sostenible de la ciudad.
Durante el Primer Diálogo Regional ‘Montería Biodiverciudad’ se dio a conocer la meta de reforestación para evitar los procesos erosivos y recuperación del hábitat natural de las especies. Foto: Ministerio de Ambiente. En anuncio fue hecho en el marco del Primer Diálogo Regional ‘Montería Biodiverciudad’, en el que participaron, además del ministerio, la CVS y Alcaldía de Montería. Durante la actividad también se anunciaron diferentes proyectos alineados con la iniciativa Biodiverciudades, los cuales tendrán como principal protagonista al río Sinú como eje estructurante de la economía, la cultura, el ordenamiento territorial y los ciudadanos de la capital cordobesa. Asimismo se dieron a conocer estrategias de reforestación con especies nativas protectoras para aumentar la regulación hídrica de la ciénaga de Betancí. "La meta es obtener 150 hectáreas reforestadas entre bosque seco tropical y bosque de galería, restaurando las rondas hídricas, evitando los procesos erosivos y recuperando el hábitat natural de las especies", señalaron desde el ministerio. Le recomendamos: Manizales, Montería y Villavicencio, en concurso mundial de sostenibilidad Aseguraron que este sería un proceso conjunto con la comunidad para que se empodere, concientice y comprometa al mantenimiento y conservación de los 250.000 nuevos árboles que se pretende sembrar. “Tenemos claro el papel fundamental que tiene la ciudadanía en la construcción de los proyectos y este espacio fue esencial para determinar las líneas de trabajo en conjunto con los diferentes actores en el marco del cumplimiento del programa Montería conserva su biodiversidad, de nuestro plan de desarrollo”, mencionó Carlos Ordosgoitia, alcalde de Montería.
Especies nativas protectoras serán sembradas en el marco de la estretegia que permita aumentar la regulación hídrica de la ciénaga de Betancí. Foto: Ministerio de Ambiente. A su vez, se anunció el fortalecimiento del sistema de bicicletas públicas y toda la red de cicloinfraestructura para garantizar la conectividad y el desplazamiento por la ciudad a través de este transporte sostenible, logrando ampliar de 40 a 60 kilómetros las ciclorrutas de la ciudad. También se proyectan como zonas de bajas emisiones de carbono los centros de Montería y Valledupar y los vínculos con sus ríos, "haciendo énfasis en la sostenibilidad de los medios de vida y del transporte, lo cual contribuirá a la meta nacional de reducir en un 51 por ciento las emisiones de carbono para 2030", afirmaron desde esa cartera ministerial. Le puede interesar: De la ciudad al campo: así se construyen las sociedades del futuro El ministerio destacó el hecho de que Montería era una ciudad clave en la producción agropecuaria en la región caribe, razón por la cual el desafío era empalmar el crecimiento urbano y económico de la ciudad con medidas de adaptación y mitigación al cambio climático, considerando aspectos como la vocación del suelo agrícola, medición de la huella de carbono e integración de actores locales para garantizar un crecimiento sostenible.