La respuesta al interrogante es muy sencilla: la ballena azul (Balaenoptera musculus). Los ejemplares adultos pueden alcanzar una longitud de hasta 33 metros, igual que un avión Airbus A320. Algunas ballenas llegan a pesar 190 toneladas, lo que corresponde al peso de 30 elefantes adultos. Solo su corazón tiene el tamaño de un auto pequeño. Al nacer, la ballena azul ya es enorme. Una cría recién nacida pesa dos toneladas y la leche materna es tan nutritiva que el bebé engorda 90 kilos al día. Le sugerimos: Gritos de angustia: escuche el sufrimiento de los animales marinos Las ballenas azules adultas se alimentan de crustáceos diminutos que atrapa con sus barbas. Una ballena azul devora hasta ocho toneladas de kril (eufausiáceos) al día. Las ballenas azules no solo son extremadamente grandes sino también ruidosas. Sus cánticos alcanzan los 188 decibeles, mucho más que el sonido de un trueno. Bajo el agua el sonido se transmite mucho mejor que en el aire, por eso las ballenas se pueden comunicar entre ellas a 1.500 kilómetros de distancia. Esta especie de cetáceo es tan grande que apenas tiene enemigos naturales, solo las orcas pueden suponerles un peligro y el ser humano. Le puede interesar: Ballenas: cómo se las ingenian los científicos para pesar a los animales más grandes de la Tierra Durante siglos los balleneros han ido tras estos enormes mamíferos. Con sus barbas se hacían corsés y paraguas. La capa de grasa se cocía para hacer aceite para las lámparas. Los científicos estiman que en 1960 solo quedaban 3.000 ballenas azules. Entre tanto, la mayoría de países ha dejado de cazar ballenas y la especie se ha recuperado un poco, pero existen otras amenazas que actualmente las persiguen como, por ejemplo, el ruido de los motores de los barcos, el calentamiento global y la contaminación de los océanos. Enormes problemas para el animal más grande de la Tierra.