Las tortugas tienen una importancia vital para el mantenimiento de los ecosistemas marinos costeros. Son transportadoras biológicas de nutrientes desde los ecosistemas marinos a los terrestres. Cada nidada de tortuga aporta materia orgánica a las playas, un elemento necesario para la salubridad del ecosistema. Las tortugas contribuyen también directamente al control de los sistemas naturales como el de los corales o los pastos marinos, por este motivo la pérdida de los quelonios afectaría gravemente al ecosistema marino y, en definitiva, a los humanos. Le sugerimos: Tras las huellas de la tortuga sabanera del Casanare Para que esto no suceda, hace dos años y medio nació SOS Nicaragua en la Isla de Los Brasiles, a 80 kilómetros de la Managua. Una empresa social con un fuerte compromiso ambiental. En Colombia este espectáculo se puede observar en diferentes playas del Parque Nacional Natural Tayrona como Cañaveral, San Felipe, Castilletes, Arrecifes, Boca del Saco y Playa Brava. De hecho, de las ocho especies de tortugas marinas que existen a nivel mundial, cuatro arriban al Tayrona. Se trata de caná (Dermochelys coriacea), carey (Eretmochelys imbricata), cabezona o gogó (Caretta caretta), y con menor frecuencia, la tortuga verde (Chelonia mydas). Le recomendamos: El crítico estado de la especie más bella del mundo Las tortugas marinas regresan a anidar al sitio donde nacieron fijando una impronta del grano de arena en la parte ventral de su caparazón. El arribamiento y anidación de los reptiles marinos a las playas, depende de varios factores como el buen estado de conservación del lugar, el grano de la arena, el oleaje y la pendiente de esta, entre otros.