La sonrisa franca y espontánea de Yorleis Patricia Puello de Ávila es una señal de que lo que se propone lo logra. Sus días transcurren en medio de las calurosas calles de Turbaco, Bolívar, un municipio a unos 15 kilómetros de Cartagena, y cada mañana es para ella una reafirmación de su fuerza, de que está dispuesta a romper paradigmas y a llegar lejos.
No muy lejos de allí, en el barrio Olaya Herrera, Juana María Ortega Contreras no oculta su condición de líder. En un sector de la ciudad estigmatizado por la pobreza y la violencia, esta mujer sobresale con un presente y un futuro construido a pulso, a punta de educación, esfuerzo y conciencia sobre lo que quiere y puede.
Ambas se han apoyado en Novaventa para cumplir sus metas. No solo han logrado alcanzar la autonomía económica, sino también el desarrollo de habilidades en finanzas, llevándolas a la reconstrucción de sí mismas, el empoderamiento de sus roles como mujeres, madres, esposas, y la capacidad de transmitir esa fortaleza a sus vecinas y amigas.
No se trata solo de lograr una venta por catálogo de algunas de las 200 marcas aliadas de Novaventa, sino de transformar las vidas de las Novaempresarias. “Una mujer empoderada es aquella que, a pesar de la adversidad, de que te lleguen los problemas, sabe enfrentarlos”, señaló Kira María Ríos Cordero, Novaempresaria desde hace más de tres años, y quien ha visto cómo crece su negocio, mejoran sus ingresos y se fortalece como persona.
En este proceso de transformación impulsado por Novaventa también sobresale Diana Carolina del Carmen Hernández Castilla, quien desde hace 12 años (tiene actualmente 34) ha visto que sus ingresos mejoraron, permitiéndole tener una vida más cómoda, y se ha llenado de confianza para emprender y cumplir sus metas y sueños.
Alianzas estratégicas
Novaventa, en un esfuerzo de construcción con la Fundación Nutresa y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de su programa Generando Equidad, desarrolló el programa Íntegra, que impulsa la transformación positiva de normas y roles de género, y potencia el liderazgo y la educación financiera de 300 mujeres en varios municipios del país, entre ellos Cartagena y sus alrededores.
Juana, Kira, Yorleis y Diana tienen ahora una visión diferente de ellas mismas. Entendieron que el cielo es el límite, y que los diferentes tipos de violencias no pueden acabar sus sueños y propósitos. Ahora, desde un papel más activo como emprendedoras, les muestran a otras mujeres que ellas también pueden, que son constructoras y pueden potenciar su liderazgo.
“Uno a veces piensa que son talleres insignificantes, que son clases para aprender a vender, pero no, en muchos casos salvan vidas. Yo comencé a ponerle límites a las cosas que vivía, a cambiar, a no dejarme sobrepasar, y hoy puedo decir, gracias a Dios, que soy libre”, afirmó con fuerza Juana.
Las cuatro coinciden en que los ingresos económicos cambian la vida. No obstante, están seguras de que esa fortaleza que han desarrollado de la mano de Novaventa les permite ahora superar los obstáculos y, por qué no, ganarle la batalla a una sociedad que no siempre está a favor de la mujer.