Cuando llegó a la Alcaldía, Alejandro Éder se propuso transformar la narrativa de Cali, revivir la ciudad. Lo primero fue atender la seguridad, luego trabajó por conseguir la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16). “A la ciudad llegarán alrededor de 15.000 delegados oficiales de cerca de 190 países. Ya están confirmados diez jefes de Estado. Vendrán el secretario general de la ONU y el fiscal de la Corte Penal Internacional; además de 720 periodistas de todos los países. Es una oportunidad única para que el mundo mire no solo a Colombia, sino a Cali, con unos ojos distintos”.
Simultáneamente, Éder se concentró en diseñar el plan para construir la Cali con la que sueña, una visión que comparten los caleños que lo eligieron y que espera consolidar en este cuatrienio. Su ejecución está en marcha. “En este momento tenemos 28 frentes de obras simultáneos arreglando las calles de Cali. Hemos recuperado alrededor de 80 polideportivos y estamos próximos a inaugurar dos nuevos colegios; queremos incentivar la compra de vivienda con subsidios y consolidar a la ciudad como sede paralímpica. En general, nos esforzamos por tener una ciudad más limpia y más organizada para darle la bienvenida al mundo”.
SEMANA: Cali es una ciudad muy especial, ¿qué la hace tan atractiva?
ALEJANDRO ÉDER: Cali es una ciudad sabrosa, es realmente mágica. Además, todavía es uno de los principales centros económicos del país. Tenemos el 18 por ciento del aparato industrial de Colombia, y el 22 por ciento del agroindustrial. Adicionalmente, contamos con varias de las mejores universidades del país y la mejor red de salud de Colombia, con tres de los mejores hospitales de América Latina, según rankings internacionales. Nuestra diversidad es incuestionable, por ejemplo, mientras en Bogotá hay 250 especies de aves, en Medellín 200 y en París 257, en Cali hay 561; y tenemos registro de 473 especies de árboles. En una ciudad como Londres solo hay 28.
SEMANA: La seguridad es clave para poder aprovechar al máximo todas estas ventajas, ¿cómo van los indicadores?
A.E.: Por eso arrancamos el primero de enero trabajando por recuperar el orden de la ciudad, de la mano de la Policía Nacional. Como alcalde electo pedí más funcionarios y nos llegaron 300, y hace un par de días 100 más, que se quedarán de manera permanente. Por la COP16 arribarán 4.000 adicionales, para reforzar los 6.000 con los que contamos habitualmente. Y con el fin de mejorar el control territorial, se establecen puestos de control mixtos de Policía, militares y agentes de tránsito.
SEMANA: ¿Han mejorado los indicadores como lo proyectaron?
A.E.: Logramos una reducción del 10 por ciento en los homicidios, unos 70 menos este año, con respecto al mismo período anterior; y 20 por ciento en lo que respecta a los hurtos. Es importante aclarar que estas estadísticas no solo responden a una mayor presencia policial, sino a un incremento de la inversión social en las zonas más afectadas por la violencia. También se debe a que hemos logrado ir cerrando el perímetro de Cali, en un trabajo muy constructivo con el Ministerio de Defensa. Por ejemplo, luego de haber fortalecido la capacidad de inteligencia y el sistema de alertas de las patrullas en la calle, logramos detectar y prevenir cuatro ataques terroristas. Estamos enfocados en que los caleños volvamos a vivir tranquilos.
SEMANA: ¿Cómo avanza la estrategia de clausurar las minas ilegales que están en los Farallones?
A.E.: Parte de esta estrategia, la de cerrar el perímetro de Cali, busca garantizar que dentro de la ciudad no haya delitos de gran envergadura y esto contempla las operaciones de minería ilegal en el parque Farallones, una de las más rentables del país. Desde el inicio de la gestión hemos trabajado con el Ministerio de Ambiente, Parques Nacionales, carabineros de la Policía y el Ejército para ir cerrando las minas. Esta estrategia está andando en este momento y nuestro compromiso es que de aquí a fin de año estén totalmente clausuradas. En los Farallones debe crecer el ecoturismo de la mano de las comunidades. Cali es una de las pocas ciudades en Colombia que tiene un parque natural de esa extensión entre sus límites. De hecho, el de Farallones es uno de los más megadiversos por metro cuadrado del planeta. Por eso proyectamos también construir dentro del parque un centro de investigación permanente con el Instituto Humboldt, que demanda recursos de entre 3 y 5 millones de dólares, los cuales creemos poder obtener con muchas de las instituciones internacionales que vienen a la COP16.
SEMANA: Luego de estabilizar a Cali, el plan es proyectar a la ciudad. ¿Cómo?
A.E.: Tenemos identificados todos los proyectos que Cali necesita; ya están listos para sacarlos adelante, principalmente de infraestructura: malla vial, continuación de obras abandonadas como la Avenida los Cerros o Ciudad de Cali. También se destacan obras novedosas como la recuperación del centro de Cali, del barrio Obrero o la construcción de un gran Parque Central de Cañaveralejo, de más de 60 hectáreas, muy parecido al Parque Simón Bolívar de Bogotá. Sacar adelante estas iniciativas nos cuesta unos 3,5 billones de pesos. Estamos concentrados en concretar esos recursos.
SEMANA: De todos los proyectos con los que ha soñado para Cali, ¿cuál será la prioridad?
A.E.: Si conseguimos los recursos, estimamos sacar adelante todos los proyectos en este cuatrienio, con excepción del Tren de Cercanías. Por otra parte, hay que considerar que el principal clamor de los caleños, más allá de la seguridad, es tapar los huecos en las calles. Cali tiene 3.000 kilómetros de vías y al menos 1.700 están en mal o pésimo estado. Necesitamos 800.000 millones de pesos para recuperar 800 kilómetros de vías. A la fecha, hemos logrado arreglar unos 40 kilómetros y ya lo siente toda la ciudad; 800 significarían toda una revolución en favor del bienestar de los caleños. La meta es volver a ubicar a Cali entre las principales ciudades de América Latina.
*Contenido elaborado con apoyo de la Alcaldía de Cali.