Cuatro meses de guerra Rusia-Ucrania han impactado significativamente el precio de los commodities metálicos. En Colombia este panorama motivó el 64 por ciento del aumento en las exportaciones mineras entre enero y abril. Cálculos de la Asociación Colombiana de Minería (ACM) estiman que este comportamiento le duplicará el recaudo al país de 4 billones de pesos a más de 8 billones en 2022.
Conforme avanza el conflicto, los precios han tendido a estabilizarse, pero se mantienen por encima de los promedios históricos. Esto podría afectar la industria de la electromovilidad, que los utiliza para elaborar semiconductores, baterías eléctricas y automóviles.
Según el economista en jefe para la Región Andina de BTG Pactual, Munir Jalil, “durante el primer semestre de 2022 los precios se vieron afectados por una reducción de la oferta a nivel global, motivada por el conflicto y por la política de aislamiento de China para prevenir el covid-19, lo que generó la crisis de los contenedores, haciendo más difícil la llegada de materias primas”.
Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) analizó los precios de los bienes de exportación para 2021 y los primeros meses de 2022. Asegura que su incremento “se debió también a la recuperación de la inversión en construcción y al crecimiento de la demanda de bienes durables, como automóviles, electrodomésticos, y equipos y maquinarias”. La entidad asegura que la demanda se mantendrá debido a la transición energética, que requiere metales para la producción de vehículos eléctricos, infraestructura y tecnologías verdes.
Para el segundo semestre, el pronóstico es complejo. “No se ve una luz al final del túnel. La continuación de estos conflictos aumenta la presión sobre las materias primas, amenazadas por las políticas económicas y monetarias de Inglaterra, Estados Unidos y Japón, que restringen la liquidez y pueden deprimir la demanda, con lo cual los precios podrían caer”, aseguró Jalil.
No obstante, según el ejecutivo de BTG Pactual, los países suramericanos han podido mantenerse a flote gracias a los precios de los commodities y el petróleo por encima de los 100 dólares por barril, en este contexto de liquidez restringida. “Vale la pena resaltar que los precios altos tienden a atraer inversión a estos sectores. En particular, con el petróleo no ha aumentado la inversión y eso hace que, si no se incrementa la producción de crudo, puede que los precios caigan, pero van a tener un piso”, afirmó.
Para la ACM es difícil pronosticar el comportamiento de los precios frente a las recesiones. “Durante la pandemia todos los commodities mineros (con excepción del oro) perdieron mucho valor. Ahora, una contracción de la economía genera un choque en la demanda de minerales y tendremos que ver qué tanto compensa la reducción en la oferta ocasionada por el conflicto y, por supuesto, cómo evoluciona la guerra antes de entrar a pronosticar precios”.
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