A Santiago Cardona la decisión de moverse por la ciudad en bicicleta eléctrica le cambió la vida. Ahora se desplaza desde su casa, en el barrio Buenos Aires de Medellín, hasta la oficina, en el sector de La Alpujarra, en menos tiempo, sin congestiones de tráfico y lo mejor, hace ejercicio. Antes, se desplazaba en moto o carro, pero esta nueva forma de transportarse ha mejorado su calidad de vida.
Este ingeniero mecánico hace parte de los servidores públicos del Área Metropolitana del Valle de Aburrá que desde hace unas semanas utilizan diez bicicletas eléctricas que integran el Plan Especial de Movilidad Sostenible de la entidad, un proyecto que sirve como preámbulo para dar inicio al plan piloto del primer sistema de bicicletas públicas eléctricas del país, que inicia a partir de octubre, y permitirá evaluar las condiciones para que funcione adecuadamente y en ellas se pueda recorrer el Valle de Aburrá.
“Las bicicletas eléctricas en prueba son cómodas, tienen potencia para subir las pendientes y autonomía en su batería para los recorridos que debo hacer. Las he usado, incluso, hasta Envigado –al sur del Valle de Aburrá–, he dado vueltas en ese municipio y he regresado sin necesidad de cargarla”, detalla Cardona.
Santiago es usuario de la bicicleta desde 2008, y aunque durante un tiempo la cambió por por carro o moto, la llegada de las bicicletas eléctricas le permitió retomar el hábito de la movilidad activa y sostenible, como podrán hacerlo muchos otros ciudadanos durante los cuatro meses de la prueba piloto.
Pruebas piloto
El subdirector de Movilidad del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Jonathan Andrés Hernández Loaiza, explica que dentro del plan de gestión Futuro Sostenible, que tiene la entidad para el periodo 2020-2023, uno de los objetivos es implementar en la región un sistema público de bicicletas eléctricas.
Las características técnicas de estas unidades hacen que este sistema sea distinto a las del sistema público de bicicletas Encicla que está operando en la actualidad, debido a sus especificaciones. Por tanto, se requiere de un estudio que permita identificar las nuevas necesidades, en especial en las adecuaciones que se deben hacer en infraestructura para habilitar la recarga de energía, además, definir la tecnología más adecuada para las cuestas que tiene el Valle de Aburrá.
“Cuando la bicicleta eléctrica llegue a la estación inmediatamente tiene que iniciar una recarga en ese mismo sitio. Hoy, las estaciones de Encicla no cuentan con ese servicio”, sostiene Hernández.
La prueba piloto, en la cual la entidad invertirá 263 millones de pesos, también ayudará a determinar los costos asociados a la inversión y la operación, la ubicación de las estaciones y caracterización de los potenciales usuarios. “Es muy importante determinar cuánto nos va a costar la operación, el balance de carga, las estaciones, los repuestos, eso es lo que esperamos que nos arroje este piloto”, precisa el funcionario.
El subdirector aclara que el objetivo no es superponer un sistema por encima del otro, al contrario, la idea es que se complementen como lo hace todo el sistema intermodal de transporte público del Valle de Aburrá, integrado por el metro, el tranvía, los metrocables, buses y las bicicletas convencionales de Encicla.
Lea también:
Movilidad sostenible a las laderas, el reto
Una de las inquietudes más recurrentes entre los ciudadanos del Valle de Aburrá acerca del uso de la bicicleta, como medio de transporte, es el de poder transitar por las laderas. Con este sistema, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá pretende ser una opción que derribe ese obstáculo y anime a más personas a bajarse del vehículo particular e inclinarse por la movilidad activa.
En la prueba piloto, que iniciará en octubre, se habilitarán tres estaciones en los barrios Boston, Robledo y San Javier, zonas con lomas empinadas, que ayudarán a identificar qué tanta acogida tiene el sistema entre los habitantes de estos sectores. De acuerdo con los resultados se realizarán estimaciones para la ampliación de la cobertura a otros municipios del Valle de Aburrá.
En Encicla, que tiene rodando 2.000 bicicletas, una bici se presta entre 10 y 13 veces por día, se prevé que con las eléctricas haya una medida similar, incluso teniendo en cuenta el tiempo de carga que la unidad requiere entre cada uso.
Con esta prueba piloto y la posibilidad de que el sistema se implemente una vez finalice, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá espera sumar más alternativas para incrementar del uno al 4 por ciento la participación de la bicicleta en los viajes que se realicen en la región para 2023.
Lea también: Valle de Aburrá tendrá su Valle del Software en 2023