La industria farmacéutica está viviendo una transformación importante, y a nivel global se evidencian cambios notables en la producción de medicamentos a base de la planta del cannabis. Hoy, esta realidad está revolucionando la forma en la que tratamos enfermedades y condiciones médicas.

En el caso de Colombia, nuestro país es pionero en el uso de cannabis medicinal en Latinoamérica, de hecho, en 2016 se aprobó para el campo médico, lo que abrió la puerta a una nueva era de investigación y desarrollo.

Gracias a esa investigación científica, Colombia cuenta con una amplia gama de productos para prescripción médica, incluyendo los de grado farmacéutico y preparaciones magistrales en presentaciones orales, sublinguales, cápsulas y cremas.

Aunque por décadas la planta del cannabis fue estigmatizada, actualmente es reconocida por sus propiedades. Sus compuestos, entre ellos los fito-cannabinoides, terpenos y flavonoides, han demostrado tener efectos terapéuticos en una variedad de condiciones médicas como epilepsias refractarias; varios tipos de dolor crónico, entre ellos el causado por el cáncer; caquexia; espasticidad en pacientes con esclerosis múltiple; ansiedad e insomnio, entre otros.

En Latinoamérica, además de Colombia, en Perú, Argentina, Brasil y Chile también existen otras regulaciones que le han dado un impulso al cannabis medicinal y su uso en el tratamiento de pacientes. Además, a medida que se acumula más evidencia científica sobre las indicaciones, seguridad y eficacia de las terapias cannabinoides, las grandes empresas farmacéuticas y los inversionistas están mostrando mayor interés en este mercado. Así mismo, los esfuerzos hechos en educación basada en evidencia científica han servido para que poco a poco más doctores receten medicamentos a base de terapias cannabinoides a sus pacientes.

Acceso seguro

Pero a pesar de que hay avances en la industria del cannabis medicinal en Colombia, el camino no es fácil y existen desafíos importantes por superar.

El primero es lograr el acceso seguro a los tratamientos para los pacientes, ya que a pesar de que la resolución 2808 emitida el pasado diciembre dicta que a partir del primero de enero del 2023 los preparados magistrales a base de cannabis deberían ser cubiertos por el PBS con recursos de la UPC, no se ha logrado que se de la cobertura adecuada a los pacientes que tanto lo necesitan.

Sandra Carrillo, Médica y cirujana, vicepresidenta de la Asociación Médica Colombiana de Cannabis Medicinal y directora Médica de Medicann IPS. | Foto: Cortesía Medicann IPS

Lo segundo es la falta de educación. En ese sentido, es importante que los médicos y el personal de la salud tenga acceso a educación basada en evidencia científica referente al funcionamiento del sistema endocannabinoide y las aplicaciones terapéuticas de los cannabinoides, dosificación, efectos adversos e interacciones medicamentosas, etc.

En el campo académico, se necesita la creación de más programas universitarios de pregrado y posgrado que instruyan a los profesionales de la salud. También es importante el rol en la educación de las sociedades médico/científicas y entidades gubernamentales para que se conozcan los productos seguros y efectivos en el tratamiento de diferentes patologías. Con ello se evita que se siga especulando acerca de sus usos y efectividad. Para llegar a ese punto también se requieren programas de educación continua que permitan mantenerse al día con los últimos avances en la investigación.

Otro desafío es la comunicación efectiva y la educación a los pacientes y el público. A eso se suma un reto enorme: el paso lento en el proceso de implementación de la ley y de la reglamentación. Hoy es un desafío lograr el cumplimiento de la regulación y alcanzar la estandarización en algunos casos, por eso, es importante establecer estándares de calidad y seguridad para garantizar que los productos sean efectivos y no representen riesgos para la salud de los pacientes.

La investigación científica representa otro punto a analizar. A pesar de los grandes avances en la comprensión de los beneficios de la utilización de las terapias cannabinoides, cómo funcionan estos compuestos a nivel molecular para optimizar su uso terapéutico, también necesitamos seguir haciendo estudios controlados bien diseñados para determinar qué otras condiciones médicas pueden beneficiarse y cuáles pueden ser sus efectos secundarios.

Hoy en día la elaboración de estudios controlados es costosa, y es clave el apoyo de las entidades gubernamentales y de las universidades en el desarrollo de esta investigación, ya que en Colombia contamos con profesionales de la salud, médicos/científicos, con mucho conocimiento del funcionamiento del sistema endocannabinoides y las aplicaciones terapéuticas de los cannabinoides. Finalmente, la especulación y la publicidad engañosa es un problema, pues mucho de lo que se ve y consigue en internet o las calles no cuenta con el registro sanitario del INVIMA.

Con el apoyo del Gobierno y el sector privado, la industria del cannabis medicinal en Colombia tiene el potencial de convertirse en un importante motor de crecimiento económico y de desarrollo social. El país tiene el potencial para ser líder en Latinoamérica, y el cannabis medicinal tiene la capacidad de revolucionar la forma en que se tratan enfermedades y condiciones médicas, ofreciendo tratamientos seguros y efectivos basados en evidencia científica. Con la inversión adecuada en investigación, regulación y educación, esta industria podrá crecer más y desempeñará un papel cada día más importante.

*Médica y cirujana, vicepresidenta de la Asociación Médica Colombiana de Cannabis Medicinal y directora Médica de Medicann IPS.

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