Drummond –por medio de sus filiales Drummond Ltd. y Drummond Energy- le apuesta a ser carbono neutral para 2050 y ya tiene en marcha una ruta para lograrlo. En diciembre de 2022, la compañía efectuó la interconexión a la red eléctrica nacional, con una inversión cercana a los 35 millones de dólares; en agosto de este año iniciará la construcción de un parque de energía solar de 240 MW; sus vehículos livianos ya operan con gas natural vehicular (GNV) y desarrolla una serie de acciones basadas en la naturaleza.
Según la empresa, que opera en Cesar y Magdalena, el primer paso fue hacer un inventario de las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) e identificar sus fuentes, mediante el estándar internacional ISO 14064. Los datos han servido de insumo para plantear esta ruta, diseñada para liderar la transición energética y socioambiental para 2050.
¿Qué los llevó a desarrollar este plan?
El vicepresidente de Asuntos Públicos de Drummond, Pablo Urrutia, afirmó que “el sector minero forma parte esencial de la transición energética, ya que el desarrollo de fuentes de energía renovables requiere de muchos minerales, incluido el carbón”.
El ejecutivo explicó que mientras se avanza en la transición, un proceso paulatino que probablemente tomará muchos años, las energías no renovables seguirán desempeñando un papel importante en la generación de energía y en el desarrollo económico y social en el mundo.
Cabe anotar que el carbón es vital para diferentes procesos: la elaboración del acero y el cemento -45 por ciento de cada tonelada de cemento está compuesta por carbón térmico-; y es insumo base para la fabricación de fertilizantes nitrogenados como la urea, utilizada en desarrollos agrícolas, por lo cual también aporta a la seguridad alimentaria.
Cadena de valor
Drummond incluyó a sus clientes y proveedores en la ruta hacia la carbononeutralidad, con el objetivo de que estos actores repliquen las acciones de reducción, compensación y gestión de emisiones que actualmente desarrolla la compañía. Y si bien aún no tiene entre sus planes inmediatos implementar tecnologías para captura y aprovechamiento de CO2, es algo que está evaluando a futuro. Sin embargo, muchos de sus clientes a nivel global, que operan plantas térmicas de última generación, ya tienen esa capacidad.
Entre las acciones de compensación basadas en la naturaleza que adelanta la compañía y que replicará su cadena de valor están los viveros propios, con una producción anual de 600.000 plántulas, utilizadas para los procesos de recuperación de áreas anteriormente intervenidas por la minería. La empresa ha revegetalizado y recuperado más de 1.900 hectáreas, antes intervenidas para la extracción de carbón.
También adelanta un trabajo con campesinos de la Serranía del Perijá, que actúan como protectores forestales para recuperar los corredores ecosistémicos de la zona y proteger las fuentes de agua en su lugar de origen.
Un sistema de gobernanza coordina y garantiza la ejecución de la estrategia de carbononeutralidad en la compañía, que ha implementado tecnología y soluciones para reducir y compensar emisiones; de manera permanente monitorean las metas para evidenciar los avances y comunicarlos a las partes interesadas.
El ambiente, primero
Por su desempeño ambiental la organización está certificada durante los próximos tres años bajo la norma ISO 14001:2015 en su operación minera y portuaria. En materia de calidad del aire, cuenta con 446 estaciones de monitoreo ambiental, en economía circular implementó una planta de procesamiento y reciclaje de llantas.
“Todo esto ratifica el compromiso de Drummond Ltd. de mantener un Sistema de Gestión Ambiental que permita actuar con responsabilidad ambiental, previniendo, mitigando, corrigiendo y compensando los impactos de las operaciones”, explicó Pablo Urrutia.
*Contenido elaborado con apoyo de Drummond.
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