Alexander Hernández se mueve con frecuencia por diferentes sectores de Medellín en bicicleta. Recorre lugares distantes entre sí como Laureles, Los Colores y El Poblado haciendo uso de EnCicla, el programa de préstamo de bicicletas públicas que creó hace 11 años el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Hernández describe el sistema como amigable, práctico y útil: “es una de las pocas propuestas que de verdad han constituido una innovación en la región en la última década”.
Sin embargo, como usuario habitual de EnCicla considera que hay situaciones que se podrían mejorar. Por ejemplo, lamenta que en algunas de las nuevas estaciones habilitadas por la entidad en meses recientes aún no se haya activado parte del equipamiento.
Al respecto, Juan David Palacio Cardona, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, precisó detalles de lo que viene sucediendo con las estaciones de EnCicla. En 2017 se tomó la decisión de ampliar el sistema con estaciones automáticas, para lo cual se realizó una contratación con una empresa que, por razones ajenas a la entidad, no ha podido darle cumplimiento a lo pactado. En 2020, la pandemia motivó una suspensión del contrato.
“Las 22 estaciones que no están operativas y que inclusive han sido vandalizadas, no son estaciones de EnCicla; no hacen parte del patrimonio de la entidad, no las hemos pagado”, explicó. Por esta razón, y motivados a atender la demanda de intervenciones y ajustes del sistema por parte de los usuarios, la entidad decidió desarrollar un software propio y hardware, como los componentes eléctricos que se requieren para la integración de las estaciones.
Orlando Ruiz Posada ha usado EnCicla desde su creación. En principio se movilizaba en el sistema de buses de Metroplús y luego conectaba con las bicicletas para moverse desde la loma de Los Bernal hasta Laureles. El servicio le parece “genial” y le ha generado ahorros considerables en tiempo y dinero. Como usuario entiende que es normal que las bicicletas se vayan desgastando con el paso de los años debido al volumen de préstamos del sistema (hay bicicletas que se prestan hasta 14 veces en una jornada, según datos del Área Metropolitana del Valle de Aburrá), pero también porque algunas personas no las usan del modo correcto.
Existen denuncias de que algunos usuarios se pegan a los buses y desgastan rápidamente los bocadillos de las bicicletas, y por redes sociales circulan videos y fotos de ciudadanos haciendo maromas con bicicletas de EnCicla.
Ruiz ha tenido que dejar de usar EnCicla porque trabaja en la parte alta de El Poblado y no hay una estación que lo deje cerca de su trabajo, pero aún hace uso del préstamo gratuito de bicicleta cada vez que sale de Sabaneta, donde reside, para visitar a sus padres en Belén o cuando va al Estadio.
Precisamente para trayectos más exigentes, como el que tendría que recorrer Ruiz para llegar trabajo, la entidad tiene en marcha, desde octubre de 2021, el piloto de bicicletas eléctricas: más de 200 estudiantes del Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM) ya suman 7000 kilómetros. La primera fase del proyecto, que puso a disposición de 50 bicicletas y que registra 700 préstamos, busca recopilar información sobre las rutas utilizadas, la funcionalidad de las bicicletas y la viabilidad de la implementación del sistema.
Usuarios participativos
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá no está ajena a las eventualidades. Jonathan Hernández, subdirector de Movilidad de la entidad, afirmó que garantizar una experiencia de uso cómoda, segura y eficiente a los 117.000 usuarios inscritos que tiene actualmente el sistema es prioritario. La meta es alcanzar la cifra de 200.000 usuarios satisfechos al cierre de 2022.
EnCicla cuenta hoy con un equipo operativo de más de 160 personas de distintas áreas que vienen trabajando para mejorar la prestación del servicio, inspeccionando de forma periódica la infraestructura y el equipamiento del sistema para detectar posibles fallas y corregirlas.
En ese proceso también son valiosos los reportes que realizan los usuarios. La entidad cuenta con canales de comunicación habilitados para este fin: redes sociales, líneas telefónicas y un correo electrónico, además del personal operativo que se encuentra en algunas de las estaciones con la tarea de escuchar a las personas y tomar nota de sus sugerencias o inquietudes para escalarlas hasta el área encargada de soporte.
Al día reciben cerca de 300 a 350 llamadas telefónicas con reportes de la operación o para solicitar asesoría y acompañamiento en el registro en el sistema. De hecho, gracias a la contraloría social que ha asumido la ciudadanía se modificó el diseño de los teclados numéricos habilitados en las estaciones para el retiro de las bicicletas, “ya que los botones eran muy pequeños y poco amigables para las personas con manos y dedos gruesos”, precisó el subdirector Hernández.
Actualización tecnológica
Para Palacio Cardona, EnCicla representa lo mejor de la institucionalidad para promover la movilidad activa “y también para aportar a las condiciones de vida de los habitantes, garantizar la competitividad del territorio y, en especial, para mejorar las condiciones ambientales”. Por eso la entidad viene destinando recursos, principalmente en tecnología.
En la actualidad, la entidad trabaja en resolver la estabilización del software que permite reconocer las bicicletas cuando los usuarios las anclan en las estaciones. De acuerdo con Hernández, este inconveniente les ha generado molestia debido a que afecta la experiencia del usuario en el retiro y anclaje de las bicicletas. Por esta causa hoy hay 22 fuera de servicio. La falla ha estado interfiriendo en la disponibilidad de bicicletas y en el correcto funcionamiento de algunas estaciones.
“El software con el que veníamos trabajando estaba presentando dificultades que hoy nos tiene tratando de resolver un problema jurídico con el anterior prestador del servicio. Diseñamos un software propio para poder tener control sobre la operación del sistema y avanzar en la expansión programada en el Valle de Aburrá”, explicó Hernánez.
En febrero se hizo el despliegue de siete actualizaciones de ese software. Una de ellas, visible para los usuarios, tiene la función de enviar una señal al centro de operaciones para que tome los correctivos necesarios en caso de que el tótem donde se ancla la bicicleta presente dificultades para retirarla o entregarla. La otra funcionalidad nueva es que el usuario podrá cambiar su PIN o clave de acceso desde el mismo tótem, procedimiento que antes solo se podía realizar por teléfono.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá recurre a la innovación para mantener sus niveles de servicio y seguir sumando usuarios a la experiencia EnCicla. El director de la entidad destaca que gracias a este programa, único por ser ciento por ciento gratuito, “se han logrado reducir más de 10.500 toneladas de C02″. Esta es una de las razones por la que entraron recientemente en circulación 100 nuevas bicicletas, con la que además se busca mejorar la capacidad de respuesta que demandan los usuarios. Actualmente el sistema cuenta con cerca de 2.000 bicicletas y se realizan un promedio de 9.000 préstamos diarios.
Contenido elaborado con apoyo del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
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