Que ningún boyacense tuviera que viajar a otras regiones del país en busca de servicios hospitalarios especializados. Esa fue la apuesta de Boyacá en los últimos cuatro años y el Observatorio Nacional de Salud la reconoció en su más reciente Índice Departamental de Salud. El departamento se ubicó primero en el ranking nacional gracias a sus resultados en ejes estratégicos como desempeño institucional, percepción y opiniones de los usuarios, así como en financiamiento de la salud y gobernanza.
Para lograrlo, fortaleció la red hospitalaria a partir de la construcción de nueva infraestructura, la ampliación de servicios en las provincias y la dotación de equipos biomédicos en centros asistenciales. Adicionalmente, el gobierno de Ramiro Barragán invirtió recursos para la culminación y puesta en funcionamiento de los hospitales de Miraflores, La Victoria y El Cocuy, ubicados a 3, 5 y 8 horas desde Tunja. También amplió los hospitales de Puerto Boyacá, con una inversión cercana a los 4.500 millones de pesos, al igual que los centros asistenciales de Muzo, Duitama y Sogamoso para que los habitantes de estas regiones contaran con más y mejores servicios.
Como parte de su apuesta por la salud, hoy se invierten alrededor de 5.000 millones de pesos en la construcción de una nueva torre de tres pisos en el Hospital San Antonio de Soatá, un proyecto que está en fase de contratación y con el que se beneficiarán los habitantes de las provincias de Norte y Gutiérrez.
Otra de las acciones claves se concentró en inyectar cerca de 29.000 millones de pesos para salvar del cierre a varios hospitales que estaban en déficit y alto riesgo por falta de presupuesto para su sostenimiento, como los de Turmequé y Valle de Tenza. En las dos sedes de este último centro asistencial, ubicadas en los municipios de Garagoa y Guateque, la Gobernación de Boyacá también destinó más de 7.000 millones de pesos para el mejoramiento de su infraestructura y la dotación de equipos. También invirtió cerca de 6.000 millones de pesos en la entrega de herramientas e insumos para las Empresas Sociales del Estado (ESE) y los hospitales de los municipios de sexta categoría.
Los esfuerzos del gobierno de Boyacá se concentraron en fortalecer la infraestructura de la red hospitalaria, a partir de la construcción, adecuación y dotación de más de 22 sedes, en 20 municipios. Esto permitió que hoy el departamento sea referente a nivel nacional en este aspecto. Para lograrlo, contó con dos aliados importantes: la Lotería de Boyacá y la Nueva Licorera de Boyacá, dos empresas del departamento que gracias al recaudo que realizan y al aporte de los boyacenses han transferido a la salud de los boyacenses 162.000 millones de pesos en estos cuatro años.
“Esta obra nos cambia la vida; gracias por esta gestión, porque es un beneficio para todos los victorianos. Antes teníamos que desplazarnos a la capital de la provincia, hasta Chiquinquirá, para poder recibir atención médica digna y hoy ya la tenemos aquí mismo”, aseguró Miguel Anselmo Sánchez, habitante de La Victoria.
Salvar vidas
A Ramiro Barragán lo reconocen ahora como el ‘Gobernador de la salud’, y esto se debe, en buena parte, a las inversiones y decisiones adoptadas durante la pandemia que permitieron salvar más de 20.000 vidas.
Ahora en Boyacá se alistan para el inicio de una obra sin precedentes: la ampliación de urgencias y construcción de infraestructura de alta complejidad del Hospital Universitario San Rafael de Tunja, el más importante del departamento, que al año atiende a más de 200.000 pacientes. Para la primera fase de este proyecto la administración departamental destinó más de 35.000 millones de pesos, provenientes de recursos propios. El Gobierno nacional aportará alrededor de 25.000 millones de pesos.
El mandatario de los boyacenses afirmó que el área de urgencias actual no cumplía con las condiciones de comodidad y dignidad que merece la comunidad. “La nueva estructura se destaca por su comodidad, salas especializadas y más tecnología para la atención de los pacientes. Este cambio beneficia no solo al hospital, también mejora la experiencia de los usuarios que buscan atención médica”, resaltó Barragán.
El Gobernador espera contar con el respaldo del Gobierno nacional para las fases subsiguientes, en su propósito de convertir al Hospital Universitario San Rafael en un referente de excelencia médica y en el mejor del centro-oriente colombiano.
Ejemplo nacional
En época de pandemia el gobernador Ramiro Barragán destinó la Unidad Materno Infantil María Josefa Canelones para la atención exclusiva de pacientes con covid-19. De esta manera, Boyacá se convirtió en el primer departamento de Colombia en tener una clínica especializada y completamente dotada para el tratamiento del virus y sus complicaciones asociadas.
Igualmente, en articulación con la Lotería de Boyacá, adaptó el Hotel Hunza de Tunja como un centro de atención y recuperación de pacientes con covid-19 con el propósito de ampliar la cobertura de la red hospitalaria.
Además, la administración departamental invirtió millonarios recursos para la ampliación y dotación de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y neonatales, al igual que la compra y entrega de ambulancias medicalizadas para centros de salud en los municipios del departamento. Para este último ítem, la Gobernación destinó alrededor de 5.000 millones de pesos.
Durante este cuatrienio, el gobierno de Ramiro Barragán Adame ha invertido más de 250.000 millones de pesos, cifras que ratifican por qué Boyacá es considerado el mejor departamento de Colombia en atención en salud.
*Contenido elaborado con apoyo de la Gobernación de Boyacá.