En el municipio de Venecia, al suroeste del departamento de Antioquia, está una de las pirámides naturales más altas del mundo. Se trata de Cerro Tusa, una formación geológica que por sus hallazgos arqueológicos y su riqueza natural y cultural se ha convertido en un símbolo de la región y un destino imperdible.

Este lugar albergará un parque público que servirá para impulsar el desarrollo local, educar, atraer el turismo sostenible y aportar a la conservación de este ecosistema.

De acuerdo con el Museo Cerro Tusa Zenufaná, esta montaña de origen volcánico emergió durante el período Terciario, hace aproximadamente 50 millones de años. Junto con Cerro Bravo, estas formaciones representaron las chimeneas de un antiguo volcán. La altura de este cerro alcanza los 1.850 metros sobre el nivel del mar y su figura se alza majestuosa en medio de la cordillera central de los Andes colombianos.

Además, Cerro Tusa se caracteriza por ser un importante escenario ancestral. El entorno que la rodea fue hogar de pueblos indígenas que dejaron una huella imborrable en la región. En esta zona, los arqueólogos han descubierto evidencias de presencia humana que datan de hace unos 2.000 años.

En esta zona de Antioquia, los arqueólogos han descubierto restos arqueológicos de hace unos 2.000 años. | Foto: Museo Cerro Tusa Zenufaná

Entre los puntos más significativos a nivel histórico se encuentran las cuevas de Santa Catalina, utilizadas como santuarios y sitios de ofrendas, así como petroglifos en las veredas La Amalia y Arabiala. Estos lugares, cargados de simbolismo, eran puntos de convergencia espiritual para los antiguos pobladores de la zona.

Según información del museo, Cerro Tusa fue una especie de santuario precolombino. Entre los años 0 y 800 d. C., los Zenufaná, ancestros de las tribus encontradas por los conquistadores españoles en el siglo XVI, habitaron la cuenca de la quebrada Sinifaná. Estos indígenas realizaban ofrendas en las cuevas de Santa Catalina, donde se han encontrado cerámicas finas, herramientas líticas y restos óseos de animales y semillas.

En la base de Cerro Tusa se encuentra una piedra con once peldaños que posiblemente sirvió como altar ceremonial. Conocida como La piedra de las escalas o el Altar de sacrificios, este sitio ofrece una vista directa a un enorme megalito con forma de rostro humano, denominado La cara de la diosa o La cara de la india.

A unos tres metros hacia el oriente del altar de los sacrificios e incrustada en el canalón, en el camino antiguo de Venecia a Bolívar, se encuentra una piedra que en su imperfección natural emula el aspecto de una silla, conocida popularmente como la Silla del cacique.

La "Cara de la Diosa" o "Diosa del Espejo", se asoma por el costado norte de Cerro Tusa. | Foto: Museo Cerro Tusa Zenufaná

Parque Cerro Tusa

En 2017, Cerro Tusa fue declarado Área Protegida de Orden Local por el Concejo Municipal de Venecia y en 2019 se estableció el Parque Arqueológico y Natural Cerro Tusa. Estas medidas buscan salvaguardar un área de 1.213 hectáreas que incluye no solo el cerro, sino el antiguo camino prehispánico, petroglifos, cuevas y otros sitios de interés histórico.

Reconociendo la importancia de preservar este patrimonio, desde hace más de un año se inició un proyecto llamado Parque Cerro Tusa - La Montaña Sagrada. Este ecoparque público cuenta con una inversión superior a los 8.800 millones de pesos y busca proteger tanto el patrimonio natural como cultural del cerro.

Entidades como la Caja de Compensación Familiar de Antioquia (Comfama), la Alcaldía de Venecia, la Gobernación de Antioquia y la Empresa de Parques y Eventos de Antioquia (Activa) vienen trabajando de manera articulada para hacer realidad este parque.

“En el corazón del departamento hay unos caminos ancestrales que nos llevan a un templo, a una montaña sagrada que ahora Comfama, la Gobernación de Antioquia y el municipio de Venecia vamos a cuidar y a preservar. Seremos guardianes del patrimonio, de la naturaleza, de la cultura; seremos conectores de posibilidades. Este será un espacio para el disfrute, el encuentro y la conexión con nuestra más profunda espiritualidad, para sentirnos orgullosos de ser antioqueños y colombianos”, señaló David Escobar Arango, director de Comfama.

Las obras comenzaron en marzo del año pasado y se espera que terminen este año. Una vez finalizadas, se iniciará una fase de dotación, paisajismo y puesta a punto para que el parque pueda entrar en operación.

Las adecuaciones realizadas por Comfama han asegurado que el ascenso a la cima del cerro esté habilitado y seguro para los visitantes, respetando la capacidad de carga para proteger tanto al patrimonio como a los turistas.

El parque también contará con construcciones sostenibles y senderos diseñados para minimizar el impacto ambiental, permitiéndoles a los visitantes disfrutar el entorno sin poner en riesgo su integridad.

La altura de este cerro alcanza los 1.850 metros sobre el nivel del mar. | Foto: Comfama

Ecoturismo

Desde hace algunos años, Cerro Tusa se ha convertido en un atractivo para los amantes del senderismo y el turismo de naturaleza. Por ser considerado un lugar de encuentro con la naturaleza y la historia, muchos viajeros de todas partes del país lo visitan para recorrer sus caminos ancestrales, hacer senderismo, observación geológica y hasta para vivir una experiencia de introspección y reflexión.

Varias agencias de turismo del departamento ofrecen planes para más de 10 personas y máximo 20, desde Medellín, con transporte y alimentación incluida para realizar expediciones, caminatas ecológicas y tours guiados en esta maravilla natural. El precio promedio, dependiendo del plan y la agencia, está entre los 70.000 y 130.000 pesos.

Petroglifos en la vereda La Amalia. | Foto: Liss Nayaira Patiño Herrera

Jaime Acosta, uno de los guías locales, cuenta que subir Cerro Tusa es como “una analogía o similitud con el camino de la vida. No es fácil siempre, hay que estar muy atentos y muy despiertos, con la consciencia abierta a las nuevas experiencias, a conectarse con la Tierra, con el cielo, con los compañeros de camino y, sobre todo, con lo que uno tiene adentro”, afirmó.

Por su parte, Pablo Aristizábal, antropólogo y arqueólogo, resaltó el impacto espiritual de la montaña, describiéndola como una experiencia inigualable. “Es no solo un viaje al pasado, a la geología y la naturaleza, sino un viaje al interior de cada ser humano”, concluyó.