Los caminantes que recorren los senderos de los Cerros Orientales de Bogotá están creando iniciativas para volverlo un escenario seguro para el deporte, el turismo, la conservación y la convivencia. El camino que lleva al páramo de Las Moyas, por ejemplo, es desde hace cinco meses un punto de encuentro semanal de grupos de 60 personas que lo recorren buscando ejercitarse y disfrutar de la naturaleza en medio de la localidad de Chapinero. Durante este tiempo no se han registrado robos ni incidentes de seguridad. Una buena noticia que se debe a la gestión de LiveHappy, un proyecto de senderismo que empezó en 2017 para contribuir a que los cerros sean un espacio seguro de convivencia, reconciliación, transformación social y concientización ambiental.

Camilo Robledo, uno de los fundadores de esta iniciativa, cree que “se debe trabajar para cerrar la brecha social entre los que compartimos los senderos. Lo que queremos es que podamos convivir, romper tabúes, generar diálogos y trabajar junto con la comunidad que está presente en la montaña en pro de algo que nos une: el páramo y los cerros”.

Los habitantes de los barrios circundantes a los Cerros Orientales se han empoderado y apropiado del territorio y hoy gestionan iniciativas ambientales y turísticas para preservarlo. | Foto: Uso restringido

El barrio San Luis, ubicado en la vía a La Calera, limita con Las Moyas, y muchos de sus habitantes, a través de la iniciativa GuardaMoyas, decidieron participar en la conservación de los Cerros Orientales. Desde el pasado mes de marzo unieron esfuerzos con LiveHappy, que los ha capacitado en primeros auxilios, senderismo y trekking, life coaching, turismo, vegetación de la zona, conservación y protección del ecosistema. Los caminantes que llegan de visita, por su parte, han recibido acompañamiento por parte de los GuardaMoyas en los senderos. “Le estamos apostando a un sistema de comunicaciones y a un modelo de seguridad que nos permita estar alerta y en contacto todo el tiempo durante los recorridos”, agrega Robledo.

Iván Borda, integrante de GuardaMoyas, afirma que ellos como grupo tienen todo el interés por proteger y conservar el páramo, las quebradas, los frailejones y el ecosistema. “Para que todos podamos disfrutar de los senderos de manera segura es importante la reconciliación. Nuestro objetivo es acercarnos a las personas que también hacen parte de San Luis y que ponen en riesgo la seguridad de la zona. Queremos socializar y poder incluirlos en un proceso de transformación social”.

El camino que lleva al páramo de Las Moyas es desde hace cinco meses un punto de encuentro semanal de grupos de 60 personas que lo recorren buscando ejercitarse y disfrutar de la naturaleza en medio de la localidad de Chapinero. | Foto: Uso restringido

De esta forma, los habitantes de los barrios circundantes a los Cerros Orientales se empoderan y se apropian del territorio al gestionar las iniciativas ambientales y turísticas. Además, cada uno de los caminantes de LiveHappy, por medio de un aporte económico, ayuda a que los GuardaMoyas tengan un ingreso.

La Fundación Cerros de Bogotá también hace parte de esta iniciativa y contribuye realizando cátedras y acompañando procesos de restauración y reforestación de la montaña. “En este proyecto queremos armonizar las relaciones en la Reserva Umbral Cultural Horizontes, que es donde empieza el sendero de Las Moyas”, explica Diana Wiesner, integrante de la fundación.

Las tres organizaciones están convencidas de que para poder generar transformaciones sociales en el resto de los senderos de los Cerros Orientales se debe incluir a todos los actores y comunidades. Uno de los retos de LiveHappy es seguir con la operación, capacitar a muchas más personas a lo largo de los cerros e involucrar a quienes viven en barrios como Egipto, Bosque Calderón y El Codito.