Hace 10 años, el Festival Internacional Cine en las Montañas de Salento se reducía a una tarima minúscula y una sábana blanca. Desde allí, se proyectaba una serie limitada de producciones audiovisuales. “La misma gente lo veía como algo sin sentido”, recordó Juan Francisco Bautista, director del festival.
En 2024 llegó a su décima edición con una programación repleta de encuentros educativos, talleres de cine, conversatorios, muestras de cortometrajes nacionales e internacionales, y largometrajes de directores latinoamericanos. Además, contará con una masterclass a cargo del reconocido director y productor inglés Peter Webber.
“Este festival de cine es una pasión en sí mismo. Han sido 10 años de creer que Salento y los salentinos se merecen un escenario de circulación”, expresó Silvia Llorente, productora del festival.
La programación se extenderá hasta el 8 de julio en el municipio de Salento, Quindío. Los salentinos podrán visitar distintas ofertas artísticas. Entre ellas, las proyecciones audiovisuales en la Carpa Cinema del Parque Principal Salento, la exposición Espejo de luz del Fondo de Desarrollo Cinematográfico, la exposición Juguetes ópticos de la Fundación del Patrimonio Fílmico Colombiano, entre otras actividades.
La exposición Juguetes ópticos recoge la historia de los principios físicos y ópticos de la cinematografía. “Desentraña la magia de las imágenes en movimiento, expone qué hay detrás de ellas, cómo funciona la vista humana. La gente puede interactuar con los juguetes, meterse en ellos, moverlos”, explicó Alexandra Falla, directora de la Fundación del Patrimonio Fílmico Colombiano.
La oferta del festival también incluye proyecciones de mapping, una técnica audiovisual que despliega fotogramas sobre superficies reales y consigue efectos atípicos en la imagen. “Es una de las cosas que aquí, sobre todo en las regiones, es muy difícil de ver. Tendremos también cortometrajes, películas, talleres de fotografía nocturna, de mapping y de sonido en cine”, agregó Llorente.
El 8 de julio, los asistentes disfrutarán una presentación de clausura en conmemoración de la inundación del Peñol de Medellín en 1978 y un ensamble musical protagonizado por músicos quindianos bajo la dirección de Jorge Borja.
Después, las producciones audiovisuales viajarán por los municipios apartados del Quindío durante un mes. En las veredas se podrá disfrutar películas y cortometrajes nacionales e internacionales.
Nuevos talentos regionales
El Festival Cine en las Montañas abrió una categoría denominada Ventanas regionales, para que directores y productores de la región presenten sus trabajos cinematográficos en el mejor horario de exhibición. “Los premios que entregamos de formación van siempre en esa categoría”, aseguró Bautista.
Al respecto, Llorente mencionó que, además de la sección especial para los cortos regionales, en todos los talleres que se realizan en el municipio se hace entrega de becas. “Creemos que el cine, el arte y la cultura sí transforman vidas. Es muy importante vernos en el cine, ver cine colombiano y que la gente se reconozca en esas películas”, agregó Bautista.
“Este festival promueve los nuevos talentos regionales a través de jornadas de capacitación. Conecta la región con el cine nacional. Se convierte en un espacio donde confluyen la memoria, los talentos jóvenes y regionales, los trabajos colectivos. Es un importante espacio de visibilización que jalona la reconstrucción de la memoria de la región”, aseguró Falla.
“Ahora hemos visto el desarrollo de directores. Recuerdo que en el primer festival ganó un cortometraje que se llamaba Elemento, de la directora Nina Marín, de Valledupar, y ahora ella viene este sábado a presentar su película Tierra quebrá”, detalló Bautista.
El largometraje de Marín ha ganado premios en el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar en Chile (2020) y en Bogotá Audiovisual Market en Colombia (2021).
El Festival Cine en las Montañas fue seleccionado en la Lista Bienal de interés nacional del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, y así logró financiar este encuentro. “Nos permitió proyectar el festival no solo para este año, sino para el próximo, ya que la mayor dificultad de un evento cultural es el presupuesto, hacerle creer a la gente que tiene que apostarle al arte”, concluyó Llorente.