El Gobierno nacional, a través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), trabaja para construir sistemas de transporte que le den a Colombia la posibilidad de progreso y desarrollo mediante grandes autopistas, modernos puertos y, por supuesto, proyectos férreos y aeroportuarios que cumplan con estándares internacionales. Con esta visión de Estado en materia de infraestructura vial también se busca terminar con el atraso histórico que sufre el país por la falta de vías adecuadas a los tiempos actuales y futuros.

Un paso grande hacia esos objetivos es el que se ha dado en los últimos tres años con los proyectos carreteros de Cuarta Generación (4G) concesionados por la ANI, pues se logró sortear temas críticos, principalmente contractuales, y hoy se puede mostrar un avance del 60 por ciento en las obras.

Tras avanzar firmemente con el programa de 4G, la orden del presidente de la República, Iván Duque, fue sacar adelante iniciativas para fortalecer el multimodalismo, mejorar la conexión de los ciudadanos entre las capitales y facilitar la movilización de productos y mercancías entre los puertos y los centros productivos. Con ese propósito nacieron las Concesiones del Bicentenario o de Quinta Generación, un robusto programa distribuido en dos olas de iniciativas que aseguran inversiones por 50 billones de pesos y que, se estima, en los próximos años generarán cerca de 600.000 empleos entre directos, indirectos e inducidos.

De la primera ola hacen parte 14 proyectos carreteros, fluviales, aeroportuarios y férreos que tienen una inversión de 23 billones de pesos. De hecho, los siete carreteros que hacen parte de la primera ola están en procesos licitatorios y ya fue adjudicada la Nueva Malla Vial del Valle del Cauca: Accesos Cali-Palmira, que en un hecho histórico en materia de licitaciones públicas recibió ocho oferentes interesados en participar.

Conexión con los puertos

Los proyectos carreteros componen la columna vertebral del multimodalismo de transporte y a partir del programa de 4G la meta es articular autopistas de doble calzada para mejorar la conexión y el transporte de mercancías entre el interior del país con el puerto de Buenaventura y los puertos de las principales capitales de la costa norte. Así ocurrirá con las iniciativas fluviales App del río Magdalena, el Canal del Dique y el proyecto férreo La Dorada-Chiriguaná.

Para que esto sea una realidad, se debe fijar con total firmeza el primer pilar de las Concesiones de Bicentenario, que es conectar mediante autopistas de doble calzada los principales centros productivos del país con los puertos. Entonces, hay que terminar la vía Bogotá-Santa Marta, conectar Bogotá con Medellín y con Cali, Medellín con el río Magdalena y llegar a Buenaventura. El segundo pilar es la ampliación de la frontera agrícola con los Llanos Orientales con la construcción de la vía Puerto Gaitán-Aguazul-Sogamoso.

Para que estos dos pilares queden totalmente firmes se necesita sostenibilidad en cuatro ámbitos: social, ambiental, financiero e institucional, que son el ADN de las Concesiones del Bicentenario y mejoran los estándares de gobierno corporativo de la ANI. El enfoque ambiental busca que los proyectos aporten a una movilidad sostenible, pero sobre todo amigable con el ambiente. La prioridad es fortalecer la infraestructura verde con la inclusión de tecnologías limpias e innovación sostenible. Esto incluye etapas tempranas desde la estructuración (identificación de ecosistemas o compensaciones), planeación, diseño hasta la ejecución de los proyectos.

En materia social, los proyectos buscan que comunidades ubicadas en áreas de influencia tengan un mayor beneficio con obras que impacten positivamente su calidad de vida. Aquí se destaca la equidad de género, pues aumentarán las oportunidades de trabajo para mujeres en zonas rurales y abrirá espacios de inclusión laboral. Los enfoques institucional y financiero facilitarán la financiación sostenible de los proyectos porque desarrollan estrategias que incentivan y promueven la financiación mediante bonos temáticos sostenibles.

La construcción de dobles calzadas, que conecten los principales centros productivos con los puertos, es clave para mejorar el proceso de producción de Colombia, ya que se reducen tiempos de recorrido y costos de transporte, y esto hace que el país pueda superar el atraso histórico en infraestructura y se convierta en uno más eficiente, con un mayor nivel de crecimiento en el mediano plazo. Es a través de una infraestructura de transporte concesionado, moderna y segura, como se hace un aporte importante al desarrollo económico y social de Colombia, pero también a que miles de familias colombianas se conecten y mejoren su calidad de vida.

* Presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura.

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