En la década de los ochenta un grupo de colombianos importó el skateboarding desde Estados Unidos, donde nació como un acto de rebeldía, espíritu que aún conserva la práctica de este deporte alrededor del mundo. Desde su llegada al país este estilo de vida ha seducido a niños, adolescentes y adultos, quienes comenzaron a tomarse en serio la posibilidad de profesionalizarse, una aspiración que ha crecido en los últimos años gracias al patrocinio de las marcas y a su inclusión en los Juegos Olímpicos.
En Colombia se estima que hay cerca de 25 mil ‘skaters’, según cálculos de la Federación Colombiana de Patinaje, que tienen la oportunidad de practicar en más de 25 skateparks, 19 de los cuales se encuentran en Bogotá y Medellín, epicentros del skate en el país. Neiva, Cali, Yopal, Bucaramanga y Manizales son otras de las ciudades con este tipo de escenarios deportivos.
“Aunque en Colombia tenemos muchos escenarios para practicar, nos hace falta uno de talla mundial”, comenta Camilo Henao, skater profesional y quien ha tenido la oportunidad de representar al país y sus marcas patrocinadoras en Panamá, Nicaragua, Perú, Estados Unidos y Ecuador.
Henao, quien patina desde los 9 años, se hizo deportista profesional en el 2013, luego de ganar títulos nacionales e internacionales. “Uno de ellos fue el Truco del Año, otorgado por Street League, una de las competencias más grandes a nivel mundial, después de los Olímpicos”. En esa oportunidad, el deportista paisa hizo alarde de su habilidad para ejecutar el ‘nollie flip’, un truco donde la tabla gira en el aire 360 grados.
Para Henao, la clave del crecimiento de este deporte a nivel profesional en Colombia depende, en gran medida, de que la mayoría de la gente lo deje de ver como un pasatiempo. “En mi caso, siempre tuve la idea de querer lograr algo más con esto que tanto me gusta”, señala. Por otra parte, el apoyo de las marcas es fundamental, “porque en muchos casos, son los mismos patinadores quienes buscan los recursos para poder viajar, entrenar y adquirir mejores elementos para tratar de igualar la práctica del deporte con las potencias mundiales”.
Una postura que comparte Jazmín Álvarez, campeona nacional en la modalidad Street. “No es dar resultados para que nos apoyen, sino apoyarnos para que podamos dar resultados”, advierte. “A nivel internacional hay mucho nivel, la mentalidad es diferente”, añade.
Álvarez empezó a patinar cuando tenía 16 años en la Biblioteca del 12 de Octubre en Medellín, motivada por la adrenalina que le producía andar en la tabla. “No fue fácil aprender y eso me gustó, es un deporte con mucha dificultad”, comenta.
En el escalafón nacional ocupa la primera posición, con una puntuación igual a la de Ana María Rondón. Juntas estuvieron con Juan Carlos Polanía, Jhancarlos González y Jhon Álvarez en las sesiones clasificatorias para los Olímpicos, sueño que se vio frustrado para Álvarez en junio de este año en Roma tras sufrir un esguince de tobillo.
“Estoy seguro de que ella hubiera quedado entre las 10 mejores del mundo con aspiración al pódium”, afirma Juan Pablo Gallego, presidente de la Comisión de Skateboarding de Fedepatín. También señala que los pocos viajes preparatorios y el roce internacional generan un choque cultural y emocional. “Al ver un parque gigante con la ilusión de querer hacer todo, no controlas ciertas cosas y esa falta de experiencia hace que se generen lesiones”, añade.
Gallego asegura que la paciencia es parte fundamental de este proceso para lograr buenos resultados. “Colombia culturalmente es de mucho afán, pero esto es paso a paso, hay que nutrir bien las raíces del skateboarding”, comenta. Sin embargo, admite que la experiencia lograda con Jhancarlos contribuirá a mejorar las condiciones para los deportistas.
“La ilusión es que así como veía en mis viajes a Brasil y Estados Unidos a las niñas practicando con sus papás en los mejores escenarios, esto se pueda replicar en Colombia algún día”, comenta Gallego y señala que con los Olímpicos el skate ha logrado una visualización importante, que ojalá permita contar con mejores escenarios y escuelas, así como cambiar la percepción de muchos adultos al momento de apoyar a los hijos que quieran dedicarse a este deporte.
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