Colombia, un país conocido por su riqueza cultural y diversidad geográfica, también alberga algunas de las iglesias más impresionantes y emblemáticas de América Latina. Estos espacios, además de ser centros de devoción religiosa, son joyas arquitectónicas que reflejan la historia y la identidad de sus regiones.
En 2022, el país superó las 10.000 iglesias avaladas por el Gobierno, reflejando su profunda espiritualidad y diversidad religiosa, la mayoría pertenecientes a diversas denominaciones cristianas. Este notable crecimiento se evidencia en la capital del país, donde según un censo realizado por la Secretaría de Planeación de Bogotá, se registraron 1.544 lugares de culto.
Entre las miles de iglesias que adornan el paisaje colombiano, algunas se destacan no solo por su devoción, sino también por su impresionante belleza arquitectónica y valor histórico. El Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas es un ejemplo de ello.
Construida a inicios de 1916 y finalizada en 1949 sobre el abismo del río Guáitara, cerca de Ipiales, en el departamento de Nariño, este santuario recibe más de 750.000 turistas al año. Su construcción gótica hizo que fuera destacada por el periódico The Telegraph como una de las iglesias más hermosas del mundo y en 2007 fue elegida como una de las siete maravillas de Colombia.
Así como Nariño cuenta con esta joya a 40 metros de altura sobre el río, Cundinamarca alberga un monumento subterráneo a 180 metros bajo tierra. La Catedral de Sal, inaugurada en 1995 en Zipaquirá, es un santuario construido dentro de una mina de sal que permite recorrer pasillos iluminados de 386 metros de longitud y 14 estaciones de Viacrucis.
El Valle del Cauca posee dos templos que gracias a su arquitectura destacan entre su paisaje: la Basílica del Señor de los Milagros en Buga, y la iglesia La Ermita, en la ciudad de Cali. Con su fachada rosada y una amplia plaza rodeada de árboles y palmeras, el Señor de los Milagros es uno de los sitios de peregrinación más importantes del país. Cada año, millones de peregrinos visitan el municipio para rendir homenaje y buscar bendiciones, convirtiendo a esta basílica en un epicentro de fe y esperanza en el departamento.
Con una fachada neogótica y una historia que se remonta al siglo XVII, La Ermita es famosa por su reconstrucción luego de que un fuerte terremoto que sacudió a la ciudad de Cali en 1925 la derrumbara.
Construida también en el siglo XVII y reconstruida recientemente, la Iglesia de San Nicolás de Tolentino, situada en el centro histórico de Barranquilla, es una de las edificaciones más antiguas de la ciudad. Su restauración ha revitalizado su esplendor original, consolidándose como un monumento histórico y religioso de gran relevancia para la comunidad barranquillera.
El Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en el departamento de Boyacá, es el principal centro de peregrinación mariana en Colombia. La iglesia alberga la venerada imagen de la Virgen de Chiquinquirá, considerada milagrosa desde su restauración inexplicable en 1586. Este templo, que fue declarado Basílica Menor en 1927, es un lugar de profundo fervor religioso y cultural, atrayendo a fieles nacionales e internacionales.
Finalmente, en el departamento de Caldas y con una aguja que alcanza los 106 metros, la Catedral Basílica de Manizales es la iglesia más alta de Colombia. Construida entre 1928 y 1939, esta catedral de estilo gótico y romano es una maravilla arquitectónica que domina el paisaje de la ciudad.
Estas iglesias, cada una con su historia y belleza únicas, son testimonio de la rica herencia cultural y espiritual de Colombia. Representan no solo lugares de culto, sino también hitos arquitectónicos que preservan la historia y la fe de sus pueblos.