El sector hotelero viene realizando esfuerzos financieros importantísimos después de la pandemia para mantener la infraestructura y un buen nivel de servicio. También hay todo un frente de adecuaciones y renovaciones que buscan preservar los estándares de competitividad y de calidad en el país; además del interés de incrementar el número de habitaciones. Sin embargo, la reforma tributaria podría contraer este avance.
Uno de los mayores retos es mantener la agenda de recuperación. Hay una serie de medidas, y de políticas, que han hecho que hasta ahora esto sea posible. El nivel de endeudamiento no se ha superado en términos financieros porque hoy el ingreso se destina en buena parte a las obligaciones y a deudas (que superaron los 12 billones de pesos por la pandemia y paros nacionales).
Tenemos discusiones pendientes, entre ellas, el IVA a los servicios de alojamiento y hospedaje y otros servicios complementarios. El beneficio de la exoneración debería ser extendido al menos uno o dos años más, como estímulo a la demanda y el consumo turístico. Al final, el cobro del 19 por ciento del impuesto no impacta directamente a la hotelería, sino a los hogares colombianos.
Por su parte, la medida de la sobretasa a la energía es literalmente un ‘cuello de botella’ para la competitividad de nuestro sector. En la costa Caribe el costo de la energía es mucho más alto y alcanza casi los 800 pesos por kilovatio. Hay una discusión importante que tenemos que dar. Nos gustaría debatir con el Gobierno el impacto real de esta medida en el turismo y, de forma muy precisa, en el sector de hospedaje.
Y hay otras medidas sobre las que nos gustaría ampliar el diálogo. En el caso de la reforma tributaria, nos genera cierta tranquilidad la protección de los derechos adquiridos sobre las inversiones en infraestructura nueva y en remodelación. Esto es muy positivo, va en línea de la sentencia de 2019 de la Corte Constitucional, y es un mensaje que genera certidumbre en el sector. Ahora bien, hay regiones que no cuentan con capacidad o infraestructura, y hay que evaluar cómo se va a estimular ahí el turismo.
A la fecha, en el diálogo con el Gobierno y con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, pareciera que se logrará discutir sobre la continuación de estos incentivos, especialmente para lograr que los visitantes se conviertan en turistas, gracias a la pernoctación que podrán realizar debido a la nueva infraestructura de alojamiento y hospedaje que se genere.
En cuanto al IVA y la Sobretasa a la Energía, solicitamos que estos beneficios tengan una transitoriedad de 2 años, permitiendo así que la hotelería pueda recuperarse económicamente de los efectos de la pandemia y alcance a cubrir las deudas que se derivaron de la misma situación.
Por otra parte, esperamos que en la reforma se considere qué hay empresarios hoteleros que iniciaron proyectos que ya están en curso, teniendo en cuenta las exenciones y de esta manera lograr la culminación de proyectos que hoy en día tienen avances importantes. Estos empresarios invirtieron teniendo la expectativa de ser cobijados por la legislación que los atrajo, y actualmente ya tienen adelantados, por ejemplo, compra de predios, estructuración de proyectos, estudio de suelos, inversiones asociadas al desarrollo de dichos proyectos de infraestructura, en ciudades con más y menos de 200 mil habitantes. Para el caso, solicitamos 2 años de prórroga permitiendo así que los proyectos puedan ser terminados de forma exitosa.
La reforma laboral es otro tema de interés para el sector, que ofrece servicios las 24 horas del día, con las respectivas particularidades que imponen las estaciones y temporadas vacacionales, y las ferias, fiestas y festivales en diferentes momentos del año; además del turismo Mice (Meetings, Incentives, Conventions and Exhibitions) que genera una demanda importante. Estos escenarios también exigen el incremento de la mano de obra.
Avanza la recuperación
El comportamiento de la ocupación hotelera en la Región Caribe es alentador. Cuando se desagregan por departamentos y por regiones, nos encontramos con un desempeño positivo, si se compara el primer semestre de 2022 con el de 2019. Por ejemplo, Magdalena registra un crecimiento de 9,13 puntos porcentuales, tras alcanzar una ocupación promedio de 61,73 por ciento durante los primeros seis meses de este año (en 2019 llegó al 52,60 por ciento).
En el mismo periodo, Cartagena reportó una ocupación hotelera del 74,06 por ciento (el más alto registrado por Cotelco), con respecto al 66,41 por ciento del año pasado. El incremento fue del 7,65 por ciento. Por supuesto, también es importante Atlántico: en 2019 había un promedio de pernoctación del 51,76 por ciento y terminó este primer semestre en 58,55 por ciento, con un incremento de 6,69 puntos porcentuales.
En el caso del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina el promedio de ocupación creció este año 6,75 puntos porcentuales. En 2019 era de 66,19 por ciento y cerró en el primer semestre de 2022 en 72,94 por ciento (principalmente San Andrés porque Providencia estuvo cerrado hasta hace poco).
Estas estadísticas son bastante relevantes, si se tiene en cuenta que la muestra nacional cerró el primer semestre de 2022 con un promedio del 58,48 por ciento. Además, se ha venido recuperando la mano de obra de la hotelería y contribuyendo a la generación de empleo joven.
*Presidente de Cotelco
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