Los líderes empresariales del país llevan décadas enfrentando recesiones económicas, eventos climáticos, paros y bloqueos, cambios de gobierno, contracción de la demanda, inflación y problemas de seguridad, entre otros. Estos periodos retadores los han llevado a repensar las estrategias a futuro para ser sostenibles en el tiempo.

De manera reciente, el sector empresarial no solo se ha mostrado preocupado por las decisiones del Gobierno en el plano económico y social, sino por otras señales como eventuales cambios en las reglas de juego para los negocios, mayores costos de financiamiento para hacer nuevos proyectos, caída de la demanda interna, contracción de la inversión local y extranjera, y una economía que se recupera a paso lento. Sin embargo, la voluntad de aportar al desarrollo del país se mantiene.

Jorge Velásquez, presidente de Inelco (compañía industrial colombiana que fabrica desde hace 75 años soluciones de ingeniería eléctrica y electrónica), afirmó que “el principal desafío es la incertidumbre que genera que el marco jurídico del país sea manipulado. Es como si las reglas del juego edificadas democráticamente a lo largo de los años pudieran, de un momento a otro, dejar de serlo. Es muy difícil planear empresarialmente, siquiera a mediano plazo, en un entorno donde los valores por los que nos regulamos pudieran perder vigencia”.

Velásquez aseguró que dentro de la compañía el optimismo para continuar se soporta en algo muy importante: una resiliencia probada a lo largo de más de siete décadas de operaciones, la cual ha permitido afrontar y superar múltiples crisis. Así mismo, el presidente de Inelco explicó que el optimismo tiene soporte en la solidez de las instituciones y “en la independencia de nuestros poderes, en la defensa de las agremiaciones y en la presión internacional”.

Desde el frente de construcción de obras civiles y vivienda, el empresario Yamil Sabbagh Correa, presidente de la firma YDN Construcciones, comentó que “las principales preocupaciones del sector de la infraestructura son las altas tasas de interés, factores como la baja inversión por parte del Gobierno en proyectos y la incertidumbre generada alrededor de la continuidad del modelo de concesiones”.

Pese a estos desafíos, Sabbagh no pierde el optimismo en lo que viene y aseguró que la compañía tiene “un fuerte componente de resiliencia para ver más allá de la adversidad y organizar una estrategia que permita concretar las oportunidades futuras diversificando en unidades de negocio y minimizando el riesgo país”.

Así como desde la construcción de edificaciones, la infraestructura y la industria hay incertidumbre, en el sector del turismo las preocupaciones tampoco cesan. Juan Pablo Franky, presidente de Avia Soluciones Hoteleras (compañía del Grupo Aviatur, especializada en soluciones tecnológicas y servicios para la industria hotelera), aseguró que “la infraestructura turística formal se ha quedado rezagada debido a la falta de inversión, lo que ha dado lugar a un aumento de la informalidad atomizada en el sector. Mientras tanto, los actores formales enfrentan altas cargas impositivas y regulaciones, lo que dificulta su competitividad”.

A esto se suma el hecho de que más colombianos están optando por viajar al extranjero debido a factores como las altas tasas de interés, la inflación y el IVA del 19 por ciento que tiene el sector. Por otro lado, están de por medio una ocupación hotelera en declive, la quiebra de líneas aéreas y la falta de políticas que promuevan el desarrollo de la industria sin chimeneas. Sin embargo, destacó que la nación tiene cómo aprovechar su enorme potencial turístico si se construyen políticas claras.

Así mismo, desde el frente productor de carbón, el presidente de Drummond Ltd. Colombia, José Miguel Linares, tiene claro que este mineral no solo mueve la economía de la región donde se produce sino la del país. Pero le preocupa que el Estado no continúe ofreciendo a este sector estabilidad normativa. “Esto viabiliza los programas económicos, ambientales y sociales que se adelantan, así como la implementación paulatina de los procesos de transición energética y socioeconómica”.

Pero más allá de lograr condiciones estables para operar, Linares explicó que de la mano con el Estado deben construirse alternativas reales que estén acordes con las necesidades y características del territorio, las cuales beneficien a las comunidades vecinas. “Drummond entiende que su responsabilidad va más allá de mitigar impactos. Trabaja permanentemente para asegurar que sus operaciones contribuyan al desarrollo sostenible y al bienestar de todos sus grupos de interés”, aseguró el directivo.

Finalmente, el presidente de la compañía Gases del Caribe, Ramón Dávila, consideró que “el mayor desafío que enfrentamos hoy es procurar la entrada de nueva oferta de gas natural, para lo cual es indispensable seguir incrementando la exploración y producción para aumentar las reservas probadas, facilitar los procesos de permisos, licenciamientos ambientales y negociación con comunidades”.

Aunque estos desafíos ya son bien conocidos, Dávila afirmó que los descubrimientos de gas confirman el alto potencial que tiene el país. “La cadena del gas natural está comprometida financieramente a sacarlos adelante. Colombia no puede renunciar a mantener y fortalecer su soberanía energética”.