El implante de prótesis mamarias, tan populares entre las mujeres, es un asunto que vale la pena evaluar desde todo punto de vista. Aunque sus beneficios estéticos son generalmente buenos, existen sospechas según las cuales llevar un cuerpo extraño de este tipo en el organismo puede causar afecciones en la salud de algunas mujeres, por la respuesta inmunológica a las prótesis. Es importante revisar periódicamente los implantes y de acuerdo con el estado en que estén y, más importante aún, de acuerdo con la salud de la paciente, tomar la decisión de cambiarlos o retirarlos del todo. Por eso, hablar hoy en día de explantación mamaria es un tema recurrente en el ámbito médico.
Muchas mujeres consideran su situación y dan el paso a la explantación confiadas en la experiencia y en la asesoría médica de su especialista, pero otras temen darlo por miedo a que la estética de sus senos no sea favorable, queden cicatrices o el resultado afecte su autoestima. No obstante, este procedimiento se puede realizar de manera segura y con excelentes resultados. Así lo afirma el cirujano plástico Alan González, con más de dos décadas de experiencia en intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas con fines estéticos y reconstructivos.
El especialista afirma que hay diversas causas por las cuales las mujeres están optando por quitarse los implantes, entre ellas, la respuesta del sistema autoinmune que produce distintos síntomas molestos, el endurecimiento o la inflamación de la parte intervenida, el mayor riesgo de filtraciones o daños tras 10 años de la implantación o la inseguridad e inconformidad en cuanto al tamaño y forma de sus senos.
“Muchas mujeres llegan a la consulta con el deseo o la necesidad de quitarse las prótesis, pero temen que una vez eso ocurra sus senos se vean caídos o que haya una sensación de vacío. Sin embargo, con el apoyo de un buen profesional eso no debe suceder”, explica González.
Existen distintas formas de reconstrucción con las que se obtienen resultados estéticos muy satisfactorios. “Cuando se hace la explantación, inmediatamente se realiza la reconstrucción mamaria. Se quita la cápsula donde estaba la silicona y se le da una forma muy armónica y natural. La paciente queda con unos senos en la posición correcta y generalmente más pequeños”, precisa González.
La explantación también contempla otro tipo de manejos. Uno de ellos es la lipotransferencia, que consiste en usar como relleno material graso extraído de diferentes zonas del cuerpo de la misma paciente. Generalmente se intervienen el abdomen y las caderas. Esta técnica se usa seis meses después de la cirugía inicial y es recomendable en aquellas mujeres que desean más volumen sin tener que volver a las prótesis.
“Otra técnica se denomina ‘Bralan’ y consiste en realizar una incisión en forma de “L” para lograr una reconstrucción mamaria anatómica integral. Con el tejido que queda después de retirar el implante se da volumen, proyección, forma y la mayor simetría posible a la mama de tal manera que se puede recrear nuevamente la conformación del escote”, explica.
El especialista destaca que ante la búsqueda de una cirugía mamaria, es importante analizar otro tipo de procedimientos quirúrgicos que no impliquen necesariamente la colocación de implantes, y con los que se pueden obtener buenos resultados en cuanto a forma y proyección, esto en el caso de elevaciones y reducciones. Además, recomienda a las mujeres que quieren una extracción de implantes mamarios, consultar a un médico especialista con idoneidad, experiencia, responsabilidad, conocimiento y trayectoria pues en este tipo de procedimientos no solo está en juego la apariencia física, sino también la vida de la paciente.
Alan González concluye que las cirugías realizadas con responsabilidad y altos estándares de calidad generan satisfacción y mejoran la salud de la mujer y, en muchos casos, se convierten en la base para aumentar la autoestima, la autoaceptación y el amor propio.