“Verdad que podemos” es el eslogan de la versión 34 de la Semana por la Paz que se celebra en todo el territorio nacional entre el 5 y el 12 de septiembre, y que busca invitar a la ciudadanía a que asuma un rol protagónico en la construcción de una cultura de paz en Colombia. Además de charlas y eventos presenciales y virtuales en distintas ciudades, durante estos días habrá varias actividades en las regiones.

Solman Díaz, investigadora del CINEP y coordinadora del programa ‘Educapaz’, explica que el objetivo de esta semana es apostarle a que se puede desnaturalizar la violencia en los territorios que han sufrido la violencia y siguen con heridas abiertas. “Aunque el conflicto y la guerra no se han acabado, sino transformado, queremos poner en la agenda pública y en las conversaciones del día a día un tema tan importante como la paz”, añade.

En el caso del Chocó, durante esta semana se han llevado a cabo eucaristías y eventos culturales en todos los templos y lugares de oración de Quibdó; campañas de limpieza y reciclaje; conversatorios sobre reconciliación, los Acuerdos de Paz y los Acuerdos del Paro Cívico en el departamento, el rol de los jóvenes, las universidades y otras instituciones.

“En esta semana queremos recordarle a las personas que no nos podemos seguir matando, que la paz es defender la vida, respetar al medio ambiente, pensar en la dignidad y en el bienestar de todos como comunidad. La paz se construye desde la cotidianeidad”, comenta Ana Giraldo, coordinadora de Educapaz en el Chocó.

La Semana por la Paz también la organizan la Diócesis y la Pastoral de Quibdó. Monseñor Juan Carlos Barreto explica que en el 2020 hubo 152 homicidios en Quibdó, una cifra alarmante, pues es cinco veces el promedio nacional. “La agenda de esta semana fue construida colectivamente porque para acercarnos a la paz es importante contar con la participación de todos los sectores de la sociedad. La paz es personal pero también familiar, laboral, académica y comunitaria”, reflexiona Barreto.

El eslogan “Verdad que podemos” está acompañado de 12 frases que resaltan la importancia de esta semana para el país. Una de ellas es “Verdad que podemos desarmar palabras y acciones”, y fue el eje central de un conversatorio en el que participaron instituciones educativas como el SENA y universidades del departamento.

Teresa Ochoa, docente de la Universidad Tecnológica del Chocó, afirma que el rol de las instituciones educativas es fundamental porque puede aportar desde la investigación pero también desde el trabajo con los alumnos. “En este conversatorio quisimos hacer énfasis en que debemos desarmar las palabras y en que la paz es una vía. Desde la docencia es clave enfocarnos en una educación humanizadora porque más allá del discurso académico, debemos enseñar a través del ejemplo y de los valores humanos como la tolerancia, la responsabilidad y el compromiso. Además, debemos enseñar hábitos sanos como el autocuidado y el cuidado de los que rodean a los jóvenes”, agrega.

Manuel Beltrán, vicerrector académico de la Fundación Universitaria Claretiana, agrega que la participación de los jóvenes es fundamental y deben involucrarse en las conversaciones, diálogos, y escenarios de sensibilización y reconciliación para que se apropien de la paz. Una de las estrategias que han utilizado es el acompañamiento de comunidades indígenas y afro, porque la paz es un asunto vinculante.