El incremento en los precios de los vehículos en Colombia parece imparable. Si bien en el último año este ha sido de 23,1 por ciento, hay un dato que preocupa: es la tercera causa de la inflación general del país, después de la comida en restaurantes y los costos de arrendamiento.

El alza de los precios de los carros se atribuye a varios factores internos y externos que confluyen, entre ellos la depreciación del peso, que ha elevado los costos de las importaciones; el incremento en el costo de la mano de obra, así como varias fuerzas del mercado de oferta que han deteriorado el inventario de vehículos, específicamente en lo que se refiere a la crisis de suministro causada por la pandemia y la guerra en Ucrania, que encareció las materias primas y volvió escasos los microprocesadores.

La suma de todos estos factores también ha llevado al alza el valor de los repuestos e insumos. Según el Dane, la compra y cambio de aceite aumentó 19,5 por ciento en el último año, los neumáticos subieron 19,1 por ciento, los líquidos 15,3 por ciento, los productos para la limpieza 13,9 por ciento, las piezas de repuesto 12,2 por ciento y latonería y pintura 10,1 por ciento. A ello se suma una subida de 22,8 por ciento en los precios de los combustibles, muy por encima de la inflación total.

Sólo entre la adquisición de vehículos y del equipo para su funcionamiento se puede explicar el 11 por ciento de la inflación total del país para abril. En este contexto, las dificultades que enfrentan los compradores debido a la situación actual del mercado y la oferta limitada son evidentes, especialmente si a ello se suman las altas tasas de interés de los créditos de consumo.

Según gremios como la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) y la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), entre enero y abril de 2023 las ventas de vehículos particulares nuevos en el país cayeron 45 por ciento, mientras que, de acuerdo con Andemos, los traspasos de vehículos usados se contrajeron 20 por ciento en febrero de 2023, en comparación con el año anterior.

¿Comprar carro en Colombia se volvió un lujo? | Foto: Getty Images

Si bien el aumento en los precios de los vehículos nuevos se atribuye específicamente a factores internacionales, el mercado de los usados también se ha visto afectado, no solo por el valor de los repuestos, sino por un efecto sustitución. Ahora, muchos colombianos prefieren comprar vehículos usados a nuevos, lo que ha generado una mayor demanda y, por tanto, aumento de los precios.

¿Qué viene?

Hacia adelante, es difícil entender qué pasará con los precios de los vehículos, pues todo dependerá del comportamiento del mercado, conforme se mejore la disponibilidad de inventarios y los precios se estabilicen. Si la inflación en Colombia disminuye, como se tiene previsto para los siguientes meses, el valor de los carros y sus repuestos podrían caer, lo que sería una buena oportunidad de compra.

Sin embargo, el panorama económico en lo que resta del año todavía es incierto, ya que existen riesgos latentes relacionados con una mayor turbulencia bancaria en los Estados Unidos que podría provocar una recesión global. De materializarse una situación como esta, la cadena de suministros global se vería truncada y, en últimas, la producción de vehículos en el mundo. Aun así, el efecto neto sobre los precios de los vehículos podría ser decreciente, puesto que la demanda y el consumo de los hogares estarían pausados.

Con respecto a los factores que afectan el costo de los automóviles sobresalen el aumento en el precio de la gasolina, una medida que el Gobierno ha tenido que aplicar para mantener la estabilidad financiera del país y la situación de la moneda colombiana, que ha disminuido su valor en casi 20 por ciento durante el último año, y que podría seguir siendo inestable debido a la incertidumbre global y el ruido político local.

*Directora de Investigaciones Económicas de Acciones & Valores