Desde varios sectores e industrias, muchas compañías y organizaciones han consolidado su compromiso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 51 por ciento al año 2030, y lograr la carbono neutralidad para el 2050. A continuación destacamos algunos ejemplos de empresas que han logrado avances significativos en este propósito:
Energía solar, una alternativa
Celsia, empresa de energía del Grupo Argos, empezó la implementación de energías renovables y amigables con el medioambiente en 2015. Para 2021 pasaron de emitir 2.920.861 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a solo 231.536.
El objetivo que se propusieron es que el 25 por ciento de su energía provenga del sol y el viento y que el uso de combustibles fósiles sea el menor posible. Para eso cuenta con granjas solares en el Valle del Cauca, Bolívar y Sucre. Próximamente tendrá en La Guajira una planta de generación eólica.
“Hemos reducido la intensidad de emisiones de CO2 en un 76 por ciento en los últimos cuatro años”, aseguró Ricardo Sierra, líder de Celsia. Así mismo, señaló que han instalado 263.000 medidores inteligentes que le permiten a sus clientes una medición más precisa del consumo de energía.
Mitigar la huella de carbono y las emisiones de gases de efecto invernadero los ha llevado también a tener aliados estratégicos como Haceb, con quienes fabrican cargadores de autos eléctricos, además de la instalación de infraestructura de carga para flotas de buses eléctricos en sistemas de transporte, como los de Transmilenio en Bogotá y el Sistema de Transporte Masivo de Occidente, MÍO, en Cali.
Todos sus procesos de reducción y compensación de emisiones han sido certificados por Icontec.
Menor huella de carbono
El Valle del Cauca ha sido considerado como uno de los departamentos que más emisiones aporta al inventario nacional de gases de efecto invernadero. Por eso desde 2015, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca lidera el Programa Valle Carbono Neutro Organizacional, encaminado a vincular al sector empresarial para promover la producción de productos y servicios con la menor huella de carbono posible.
“Las empresas participantes han adquirido conocimientos acerca del impacto del cambio climático, además de una metodología para la elaboración de un Inventario de GEI en el que entienden cómo se identifican y cuantifican las emisiones de estos gases; identifican sus fuentes críticas de emisión, e implementan programas de mitigación de sus emisiones oportunamente. 477.000 toneladas de CO2 han sido el aporte a la reducción de emisiones con corte al año 2021″, aseguró Johanna Paola Pomar, profesional de apoyo del Grupo de Cambio Climático.
En la CVC cuentan con 173 empresas vinculadas a la fecha. Con el programa, el año pasado alcanzaron la neutralidad en la huella de carbono las empresas Agrícola Himalaya, Siderúrgica del Occidente, Arrocera La Esmeralda y Plastic Films Internacional, todas certificadas por Icontec.
Compromiso verde
Para Finsocial, una fintech colombiana, es clave medir las emisiones propias, el consumo de energía eléctrica y las emisiones generadas por sus proveedores. Para lograrlo, en el 2021 usaron la metodología basada en el Estándar Corporativo de Contabilidad y Reporte, del GHG Protocol, World Resources Institute y el World Business Council for Sustainable Development, que satisfacen los requisitos de la Norma ISO 14064-1:2006.
Desde la compañía recalcaron que la reducción se su impacto ambiental está enfocada en las principales fuentes de emisión como son programas de consumo eficiente de recursos, instalación de sistemas inteligentes para el consumo de energía, políticas de adquisiciones de electrodomésticos y políticas de proveedores de transporte, que hoy los llevaron a contar con la certificación Carbono Neutro de Bureau Veritas.
Más esfuerzos
El sector textil también tiene ejemplos de esfuerzos en la mitigación de su impacto en el ambiente. Por ejemplo, la empresa Della Terra mide la huella ambiental en parámetros como consumo de agua, consumo de CO2, consumo de eutrofización en el agua y consumo de energía.
“Trabajamos con textileras en investigación de materiales que tengan un impacto ambiental reducido, por ejemplo, con cáñamo orgánico que consume 1/4 del agua comparado con lo que consume una fibra de algodón tradicional”, aseguró Isabella Spataro, CEO de la compañía.
Spataro resaltó que las prendas que llevan estas fibras portan etiquetas que una vez se escanean le entregan a los consumidores un reporte de cuál es el impacto ambiental generado en su producción. Además de que lograron neutralizar todas las emisiones, miden y trabajan de la mano con la organización CO2 de Colombia para hacer las compensaciones requeridas. Su proceso está certificado por la empresa española BCome.