El barranquillero Mathieu Ruz canta como un poseso. Al entonar un bullerengue, el vocalista abandona su cuerpo y las voces de Eulalia González o Etelvina Maldonado sustituyen la suya. Mientras las cantautoras interpretan los versos, Ruz viaja hasta el pasado y siente los arroyos, los tambores. Siente los latigazos.
“Yo no soy el que canta, son todas las personas que sostuvieron en sus hombros el bullerengue. Usan mi voz para volver a la vida. Salgo de mi cuerpo y vivo en otros tiempos. Es muy bonito, es una ventana al pasado”, afirmó el cantante.
En mayo de 2024 el bullerengue ‘Rosa’, interpretado por Ruz y producido por Fabi Hernández, entró a la lista de las canciones más virales de Spotify. La pieza alcanzó la posición número 5 en Colombia Viral 50, un listado que captura las canciones más populares en la plataforma musical.
Los golpes del tambor y la voz desgarrada de Ruz también llegaron a la posición número 40 en Venezuela y la número 46 en Dinamarca. “Ha sido una completa locura. El recibimiento que tuvo en dos semanas de lanzamiento fue absurdo; que Spotify la incluya en estas listas tan vitales ha sido algo mágico”, afirmó Hernández.
La canción, inspirada en las tonadas tradicionales del bullerengue, consiguió más de 3 millones de reproducciones en Spotify. La apuesta musical que caracterizó esta pieza fue su mezcla con el género electrónico. Este baile cantado, que se unió a los sonidos sintéticos de un estudio, viralizó una de las más importantes tradiciones del Caribe colombiano.
“Sucedió por casualidad. Un director recomendó mi voz y yo fui a hacer una grabación con otro productor. Grabamos dos canciones. Después se volvió una bola de nieve hasta que llegó ‘Rosa’ y ‘El pescador’. Ambas se hicieron virales. Es una forma de exponer la tradición colombiana a los que no son colombianos”, señaló Ruz.
Antes de que ‘Rosa’ se convirtiera en un éxito, el vocalista grabó numerosas composiciones de bullerengue electrónico. ‘El pescador’, ‘Miel’, ‘Llama ya’, ‘El beso’ y ‘Luna’ son solo algunas de ellas.
“La clave del bullerengue es sentirlo: cerrar los ojos y sentir. Se puede escuchar ‘¿Por qué me pega?’, de Etelvina Maldonado, e intentar cantarla, pero si no sientes los latigazos, si no sientes los golpes, no hay nada. Si no lo sientes, no lo cantes”, agregó Ruz.
En 2021 el cantante barranquillero recibió el Premio Ibermúsicas de Creación de Canción por su pieza ‘Rueda en el cielo’. La canción se destacó por rendir un sentido homenaje a las cantadoras de bullerengue de su tierra natal.
Su vida, una percusión
Su primer recuerdo es ser un niño obsesionado por el folclor, que se levantaba temprano para sentarse en la terraza y contemplar el flujo de unas comparsas. Los aparatosos vestuarios, las máscaras y los ritmos de los tambores de La Batalla de las Flores del Carnaval de Barranquilla lo cautivaron.
“Esa era mi felicidad. A veces pasaban muy temprano y mi abuela dejaba la reja con candado. Yo me sentaba detrás y miraba los disfraces. Mi gusto por el folclor fue desde niño. Incluso mi mamá tiene fotos en las que estoy cantando a los dos años en el preescolar”, comentó Ruz.
Entonces, bailaba cumbia y escuchaba con atención genuina las músicas de Petrona Martínez. Así descubrió el bullerengue y supo que su vida nunca sería igual. Su alma vibró instantáneamente con los tambores y las voces. Sobre todo con la voces. Luego, se unió a un grupo cultural especializado en bullerengue que, después de visitar un festival, decidió nombrarse Tonada.
Tonada Bullerengue es una agrupación de siete personas apasionadas por los ritmos tradicionales del Caribe. El pasado 19 de julio se presentaron en el Festival Totó La Momposina que se celebró en Mompox, Bolívar. Alquilaron un vehículo y viajaron hasta este municipio que los recibió con los brazos abiertos.
“La plaza estaba llena y había mucha gente bailando. Las personas llegaban de pueblos aledaños para vernos. Algunos nos dijeron que venían desde El Banco (Magdalena). Nos grabaron hasta la prueba de sonido. Cantamos 10 canciones”, recordó el vocalista.
Ruz aseguró que su maestro más valioso ha sido Emilsen Pacheco, un hombre de 80 años que no sabe escribir. Le enseñó sobre la técnica y las apoyaturas vocales, unas notas musicales imprescindibles para potenciar el bullerengue. “Las consonantes solo articulan palabras, pero en las vocales es donde ocurre la música. Sin vocales no se puede cantar”, afirmó.
“Mi bullerengue favorito es de la maestra Eulalia González. En su pieza, ella describe cómo iba a ser el final de su vida. Es una cosa poética la conexión que tenía con la muerte: en todos sus bullerengues había un verso sobre el final de su vida”, añadió.
Al barranquillero le gusta pensar que su música se parece al estilo de González: crudo y certero. De hecho, su composición ‘El golpe de mi tambor’ busca rescatarlo. La letra de ese bullerengue dice “que no dejen callar el tambor, si yo me llego a morir. Y que me entierren con bullerengue, para poder irme feliz”.