Localizada en la imponente Sierra Nevada de Santa Marta, Minca es un destino que ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza. Este pequeño pueblo, a solo 45 minutos de Santa Marta, se ha ganado el título de Capital Ecológica de Colombia gracias a su biodiversidad y variedad de actividades. También es un destino muy apetecido por los extranjeros debido a su variedad de planes ecoturísticos.
Minca, que significa “punto de encuentro” en la lengua indígena Wiwa, hace parte del extenso territorio de la Sierra Nevada, donde convergen múltiples ecosistemas. Desde bosques secos hasta páramos y nieves, la región es un refugio para la biodiversidad. Este contraste es un imán para los viajeros que buscan explorar entornos naturales en un solo destino.
Los visitantes de Minca pueden disfrutar una amplia gama de actividades ecológicas. Principalmente, este territorio se caracteriza por su gran variedad de cascadas; entre ellas, Marinka, Pozo Azul, el Saltillo, Cascada Escondida, Pozo Santo y el Salto del Jaguar, en donde los visitantes pueden darse refrescantes baños y tomar fotografías únicas.
Además, el avistamiento de aves y las caminatas ecológicas son ideales para quienes desean conectar con la fauna y flora de la región.
Otro lugar que llama la atención es el Oído del Mundo, una formación natural que desde épocas antiguas ha servido como santuario y un punto de plegarias para los indígenas de la zona.
“Minca posee muchos lugares sagrados para los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Hay muchos extranjeros que vienen atraídos por esa cosmogonía, por ese pensamiento de los descendientes de los Tayronas y vienen a experimentar esa conexión con la naturaleza. El oído del mundo es un lugar enmarcado dentro de la línea negra de los pueblos indígenas, donde nuestros hermanos mayores realizan los pagamentos para sanar la tierra. En ese lugar, le susurran al oído a nuestra madre tierra para que nos provea, nos de alimentación o nos conceda las diferentes peticiones que les estamos haciendo”, explicó Hernán Beltrán, samario, comunicador social y guía profesional de turismo.
Un destino natural y acogedor
El alojamiento en Minca está diseñado para integrarse con el entorno natural. Los turistas pueden elegir entre cabañas, glampings y hostales, todos con vistas impresionantes de la Sierra. Además, varios operadores turísticos ofrecen tours personalizados, ajustándose al tiempo y presupuesto de cada visitante.
Según operadores turísticos y habitantes de la zona, muchos extranjeros visitan Minca cada mes por ser no solo un destino que mezcla bien la naturaleza con la ancestralidad, sino un corregimiento tranquilo y seguro.
“Aquí el turista nacional y extranjero que llega encuentra tranquilidad, paz, actividades, y un lugar donde caminar, disfrutar del descanso y la dormida. También es un escenario natural por excelencia y un lugar muy seguro. La comunidad se ha preparado de manera cooperativa, ha hecho estudios a través del Sena para el servicio turístico; los mototaxis están organizados, los carros están organizados, todo el sector económico que se mueve alrededor del turismo se ha formado y capacitado para darle la mejor experiencia al visitante”, afirmó Álvaro Fernández, gerente del operador Turismerk.
Cultura y gastronomía
Además de sus bellezas naturales, Minca ofrece otras experiencias culturales y gastronómicas significativas. Los visitantes pueden explorar el Museo del Cacao, degustar cervezas artesanales en la fábrica Nevada Cervecería o probar los cafés orgánicos especiales de más de 30 marcas locales, cultivados a 900 metros de altura por caficultores y comunidades indígenas de la zona.
Vale la pena mencionar que este destino está siendo promocionado en el país por importantes organizaciones de turismo a nivel nacional, entre ellas, Cotelco y Fontur, como parte de la estrategia El País de la Belleza del Gobierno nacional.
Consejos para el viajero
Para disfrutar al máximo de Minca, es esencial ir preparado. Se recomienda llevar ropa cómoda y ligera, vestido de baño y ropa de cambio, calzado adecuado para caminar, sombreros o gorras, protector solar, repelente y suficiente agua para mantenerse hidratado. Los costos varían según las actividades elegidas, pero un paquete promedio que incluye caminatas, visitas a fincas y almuerzo puede rondar los 200.000 pesos por persona.
Entre montañas, río y mar
La proximidad de Minca al mar Caribe y su clima fresco ofrecen un contraste único que enriquece la experiencia turística. En un solo día, los visitantes pueden disfrutar del paisaje montañoso y, al día siguiente, relajarse en la playa. Esta diversidad convierte a Minca en un destino ideal para quienes buscan una conexión profunda con la naturaleza y la cultura local.
Minca es más que un destino turístico; es un ejemplo de cómo la naturaleza y la comunidad pueden coexistir armoniosamente. Con su rica biodiversidad, actividades variadas y una comunidad acogedora, este paraíso escondido en la Sierra Nevada de Santa Marta es un lugar que todo amante de la naturaleza debería visitar.