Durante los últimos años, Colombia se ha posicionado como un importante jugador en la fabricación de coque y hoy es el tercer exportador mundial de este producto, que surge de procesar a altas temperaturas carbones metalúrgicos de alta calidad que, además, son clave para hacer ferroaleaciones y generar suministros para la industria siderúrgica. El país le apuesta a fortalecer su obtención, por ser un combustible que sigue vigente para alimentar la producción mundial de acero, respaldar el proceso de transición hacia energías limpias y proveer insumos a la construcción de infraestructura, vivienda y movilidad sostenible.
Tan solo en el año 2022, como lo muestran los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el país exportó 4,37 millones de toneladas de coque para proveer a las industrias de acero de Brasil, India, Turquía, México, Bélgica, Sudáfrica, Argentina, Reino Unido, entre otros. Carlos Cante Puentes, presidente ejecutivo de Fenalcarbón, recordó que el coque es considerado un material fundamental para la transición energética, tanto para la implementación de energías renovables como para el avance de la movilidad eléctrica, “pues demanda de grandes cantidades de acero y de ferroaleaciones, cuyas bases fundamental son el mineral de hierro y el coque”.
La industria del coque se ha desarrollado en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Norte de Santander; y en estas regiones, explicó el directivo, “se le da valor agregado al carbón metalúrgico para fabricar este producto industrial que impulsa un encadenamiento productivo que va desde el sector minero del carbón, hasta el transporte y la logística”. Este proceso, agregó, permite que el coque colombiano se integre a la producción global de acero que tan solo en 2022 fue de 1.878 millones de toneladas.
A su vez, la vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), Ana María Zamora, enfatizó que el coque es un eslabón clave para la construcción de vivienda, la transición energética y, en general, para el desarrollo de infraestructura en el país y el mundo. “Estimamos que para cumplir las metas del Plan Nacional de Desarrollo asociadas con la reducción de hogares con déficit habitacional, la construcción de vías férreas o la generación de 2.000 MW nuevos de energías renovables, serán necesarias cerca de 5 millones de toneladas de coque, cifra superior a nuestra producción anual”.
La directiva también detalló que las exportaciones de carbón metalúrgico alcanzaron en 2022 una cifra histórica de 1,93 millones de toneladas exportadas –67,3 por ciento más que en 2021– y señaló que el coque llegó a 4,37 millones de toneladas vendidas al exterior (8,5 por ciento más que en 2021). Esto lo llevó a posicionarse como el quinto producto de exportación colombiano.
“El país cuenta con carbones de excelente calidad para ser convertidos en coque. Incluso, el Gobierno ha mostrado su apoyo a la fabricación de este producto para que en el país se siga produciendo acero”, aseguró el director ejecutivo de la Federación de Productores de Carbón de Cundinamarca (Fedecundi), Alfonso Escobar Chaparro. Y puntualizó que en Colombia existen importantes reservas de carbones metalúrgicos en el norte de Boyacá y en Cundinamarca para potenciar la producción de coque. Además, se está estudiando cómo los hornos de coquización pueden usar sus excedentes de calor para generar energía eléctrica.