¿Qué desafíos supone para el sector financiero en Colombia una inflación que no cede?

MARCO RIZO CIFUENTES: El incremento en precios y de las tasas de interés genera una contracción de la capacidad de pago, que demanda del sistema financiero una mayor creatividad para que los hogares colombianos, las personas en general, puedan tener a su disposición nuevas formas de crédito con condiciones mucho más flexibles. Hoy, las soluciones financieras deben comprometerse con facilitar el acceso a la educación, la vivienda y la canasta familiar.

A la par del acceso, es fundamental que las personas confíen en la banca y que entiendan cómo funciona el sistema financiero…

M.R.C.: La educación financiera en cualquier país es clave para la inclusión y para el desarrollo. Los bancos tenemos la obligación moral de educar financieramente a las personas y en Colombia lo venimos haciendo de la mano del ente regulador. En el caso específico de Bancoomeva, es algo que tenemos tatuado en nuestro ADN corporativo. En la medida que abrimos espacios de educación financiera, contribuimos a que nuestros asociados, clientes, y sus familias, incrementen su capacidad de ahorro y, por consiguiente, su calidad de vida; y que a través del crédito puedan alcanzar metas importantes como comprar una vivienda o crecer profesionalmente. Ese es un mensaje, que con el criterio de educación financiera, debemos extender de forma especial a los jóvenes que están iniciando su vida laboral. Un crédito bien administrado, con muy buena capacidad de pago, le brinda a las personas la posibilidad de incrementar su patrimonio.

Marco Antonio Rizo Cifuentes, presidente de Bancoomeva. | Foto: Juan Carlos Sierra

Sin embargo, lo primero que se le viene a la mente a la gente cuando piensa en crédito es en el papelo y dificultades para obtenerlo. ¿Qué tanto ha avanzado el sistema para ser más inclusivo?

M.R.C.: Hay que confiar más en que Colombia cuenta con un sistema financiero que se está adaptando a los diferentes cambios que hoy vive el país, para que a través del crédito, y también del ahorro, las personas puedan salir adelante, inclusive en medio de esta coyuntura. Además, se cuenta con unos reguladores que apoyan esta adaptación, necesaria para un muy buen manejo de la situación. Por su parte, la transformación digital ha desempeñado un rol fundamental en este proceso, pues ha facilitado el acceso a productos de ahorro y crédito.

Entendiendo que la digitalización se ha traducido en inclusión, ¿a quiénes ha logrado acercar la tecnología a Bancoomeva?

M.R.C.: La transformación digital ha generado la posibilidad de un mayor nivel de acercamiento a comunidades diferentes a las tradicionales, entre ellas, personas jóvenes, y en general a quienes veían la banca muy lejana. Nos hemos concentrado en ofrecer soluciones financieras que se adapten precisamente a esas personas que están iniciando su vida financiera. Eso me parece clave para generar mucho mayor desarrollo y para que ese nivel de inclusión sea más alto, año a año. En este proceso, la digitalización ha sido una aliada para optimizar las diferentes tarifas. Pero en términos de inclusión, hay un tema fundamental por mencionar: lograr que cada vez más colombianos se puedan bancarizar o acceder al crédito solo será posible en la medida en que dentro de los objetivos estratégicos de las entidades esté claramente definido un propósito de inclusión.

¿Hasta dónde ha llevado a Bancoomeva su estrategia de inclusión?

M.R.C.: Puede sonar romántico, pero la apuesta es que con estas soluciones de crédito ninguno de nuestros asociados o de sus hijos tengan que abandonar las aulas del colegio o la universidad por falta de recursos. Tenemos la voluntad, los medios y los recursos para acompañar a más colombianos en el cumplimiento de sus metas educativas. En Colombia, hace un par de años, no existía la posibilidad de financiar el ciento por ciento de la necesidad de vivienda. Nosotros lo hicimos, al interior del grupo empresarial cooperativo, y como parte de una combinación entre la cooperativa y el banco, hemos podido colocar un poco más de 1 billón de pesos con ese tipo de soluciones financieras. El plan es darle continuidad a estos créditos con propósitos.

¿Cuál es el alcance de la entidad con los microempresarios?

M.R.C.: Somos, quizás, una de las entidades que más apoya la creación de empresas en nuestro país. El año pasado, a través de la Fundación Coomeva, apoyamos la creación de más de 2.500 nuevas empresas, que le dieron la posibilidad a un poco más de 30.000 colombianos de acceder a un empleo digno. También brindamos créditos para el fortalecimiento de negocios que ya están en marcha.

¿Cuánto dinero, en promedio, le prestan a un microempresario?

M.R.C.: En Colombia la norma estima unos topes para que se considere un microcrédito. Estamos hablando, en promedio, de préstamos que oscilan entre 30.000.000 o 40.000.000 de pesos, para el proceso de arranque. Superado este periodo pueden optar por un crédito de fortalecimiento de empresas y al alcanzar cierto nivel de madurez, el banco los evalúa y otorga montos mayores.

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