Al director de cine colombiano Jorge Forero le parecieron una contradicción los aplausos que recibió del público chino por su película Matrioshka en el Festival de Cine de Shanghái. “La cultura china es muy diferente a la colombiana y esta era una película muy latinoamericana, muy colombiana, muy del drama de tres mujeres”, comentó Forero.

El largometraje Matrioshka se estrenó el pasado mes de junio en la edición 26 del Festival Internacional de Cine de Shanghái (SIFF), uno de los más reputados y multitudinarios festivales de cine en China. La apuesta cinematográfica de Forero participó en la sección “The Belt and Road Film Week”.

“El hecho de que la película hubiera sido seleccionada en el festival nos abrió una perspectiva muy interesante, nos mostró que a pesar de que somos muy diferentes en ciertos aspectos culturales, el público chino se podía conectar desde la humanidad de una forma impresionante. Fue bonito”, relató Forero.

La audiencia lloró. La historia de tres generaciones de mujeres, atravesadas por la soledad, el amor y la redención, despertó en el público chino una sensibilidad que a Forero le pareció alucinante. “Cuando hacían las preguntas lloraban, porque se lograban identificar con muchos aspectos de su familia”, recordó el director.

La cinta cuenta con la participación de las reconocidas actrices colombianas Vicky Hernández y Ana María Sánchez. | Foto: Cortesía

Matrioshka cuenta la historia de Ana (Alma Rodríguez), una mujer que se reencuentra un fin de semana con su abuela y su madre (Vicky Hernández y Ana María Sánchez) en la casa de campo familiar. De pronto, la reunión se convierte en una oportunidad para que las tres mujeres enfrenten los secretos de su pasado y descubran que la vida está repleta de matices, dolores silenciosos y actos de redención.

“Descubrimos que es una película que funciona muy bien en comunidad, cuando se ve en grupo. Se vuelve una experiencia colectiva en la que las personas no terminan hablando de la película, sino que terminan hablando de sí mismas”, explicó Forero.

Uno de los retos de Matrioshka fue encontrar la manera de hacer del producto audiovisual una experiencia más profunda para el espectador: un estímulo al espíritu, al alma. “Si se logra eso, qué más puede pedir uno”, dijo entre risas el cineasta bogotano.

El guion de la película nació de una idea entre la actriz Alma Rodríguez y Forero. | Foto: Cortesía

Si se le pregunta a Jorge Forero acerca de las motivaciones que lo impulsaron a crear Matrioshka desde una mirada generacional y femenina, se refiere de inmediato a su padre.

“Mientras me preguntaba qué tenía que ver yo con esas mujeres, se murió mi papá. Mi papá era la figura femenina de mi casa. Mi mamá era la figura masculina: la ejecutiva, la que logró altos cargos ejecutivos. Mi papá era el que cocinaba, el que iba a todos los partidos de fútbol”, recordó Forero.

Así, con la premisa de crear una historia que relatara los conflictos de las personas comunes y las tensiones dramáticas de la cotidianidad de las familias, Forero escribió en un mes el primer borrador del largometraje, reflejando en los arquetipos de los personajes atisbos de su padre. Reviviéndolo.

“A mí me interesaba la cotidianidad y poder mostrar gente parecida a la gente con la que crecí. Pensé en mis abuelas, en mi papá, en mi mamá”, explicó Forero.

El rodaje también fue rápido e intenso. La producción de Matrioshka, encabezada por María Alejandra Mosquera y las productoras Marginal Cine y Blond Indian Films, se ejecutó entre seis y ocho meses. En el set, las indicaciones de Forero se resumieron en una palabra: improvisación. Esta técnica guio gran parte de las escenas e hizo de Matrioshka una película viva.

“El guion me interesaba como guía, no como producto finalizado. Quería que creciera con las observaciones de las actrices. Lo que se movió en realidad fue creación en el set, creación colectiva, búsquedas con el equipo”, mencionó el director.

'Matrioshka' cuenta una historia generacional. | Foto: Cortesía

“Uno ve la película y pareciera que todo está planificado, calculado, pero no es así. Iba surgiendo mientras rodábamos”, enfatizó.

No es la primera vez que el trabajo de Jorge Forero participa en festivales internacionales. En 2015, de la mano de César Acevedo, director colombiano, produjo La tierra y la sombra, película premiada en el Festival de Cannes con la Cámara de Oro. En 2017 produjo Siete cabezas, una cinta dirigida por el cineasta de terror Jaime Osorio, que fue seleccionada en el Festival de Cine de Varsovia.

Asimismo, Violencia, su ópera prima, se estrenó en 2015 en la sección “Forum” del Festival de Cine de Berlín y fue ganadora a Mejor Película en el Festival de Cine de Huelva.

Forero lleva 20 años en la industria cinematográfica. Ha producido 14 largometrajes, y con Matrioshka completa dos películas dirigidas. A lo largo de su trayectoria ha pensado en reinventarse. Alguna vez, incluso, pensó en abandonar la cinematografía y dedicarse a ser carpintero. “Pero entendí que yo no sé hacer más sino películas y entonces hice esta película”, aseguró.

El director bogotano se prepara para rodar el próximo año otro proyecto audiovisual. La cinta indagará en el reencuentro con el padre muerto, y mostrará las formas de decir aquellas cosas no dichas en vida.

También, espera dirigir, antes de morir, una película infantil como regalo para su hija. “Ojalá que ella pueda decir que esa lata la hizo su papá”, indicó.

Finalmente, Forero reconoció que luego de tantos años de trabajo lo mejor de su trayectoria es ser un director libre. “Es muy rico poder tener la libertad artística para hacer lo que a uno le salga de las tripas. Matrioshka fue el motor de esas cosas”, finalizó.