La canasta exportadora del país avanza en su diversificación y en el objetivo de no depender únicamente del petróleo. Durante los primeros cinco meses de este año, de los 15 principales productos no mineros que se exportan y que representan el 58,7 por ciento de la canasta, 12 registraron crecimientos, según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
Entre ellos se destacan el aceite de palma, cuyas exportaciones crecieron 89,7 por ciento; las puertas, ventanas y sus marcos, que repuntaron 78,3 por ciento; los artículos de confitería, que aumentaron 56,3 por ciento; el café, con una variación de 48,4 por ciento; los extractos de café, que crecieron 32,4 por ciento, y las flores, con un aumento de 25,3 por ciento.
Los principales destinos de las exportaciones en los cinco primeros meses del año fueron Estados Unidos, con una participación de 25,6 por ciento y una variación de 34,3 por ciento frente al mismo periodo del año anterior, seguido por Panamá, con 11,8 por ciento y una sobresaliente variación de 274,5 por ciento; la Unión Europea, con 11 por ciento y una variación de 51,8 por ciento, y los demás países con una participación de 51,6 por ciento. También llaman la atención los crecimientos que presentan India (128,9 por ciento), Turquía (233,2 por ciento) y España (124,5 por ciento).
“Son cerca de 9.900 empresas colombianas las que en 2021 exportaron por lo menos un producto no minero energético (agropecuario, agroindustrial e industrial) a los distintos países del mundo. De ese número, el 70 por ciento fue micro, pequeña y mediana empresa. Sin embargo, por valor, las mipymes representan cerca del 19 por ciento”, precisó la ministra de Comercio, María Ximena Lombana.
Este resultado es en buena medida fruto de la política ‘Colombia Exporta’, que se implementó durante este Gobierno para diversificar la oferta exportadora, ampliar los mercados de destino de los bienes y servicios, aumentar las exportaciones no mineras de bienes y servicios, y la inversión extranjera directa. Todo esto ha sido posible gracias a tres estrategias: aprovechamiento de acuerdos comerciales, facilitación del comercio y atracción de inversión extranjera, además de fomentar un comercio legal y leal.
Líderes indiscutibles
El rey de las exportaciones colombianas es el petróleo y sus derivados. De acuerdo con la información más reciente de exportaciones, que es procesada por el Dane y la Dian, entre enero y mayo de 2022 las exportaciones colombianas alcanzaron los 22.982,4 millones de dólares y registraron un aumento de 53,1 por ciento frente al mismo periodo de 2021. Las que corresponden al petróleo y sus derivados fueron por 12.559,8 millones de dólares y aumentaron 84,1 por ciento frente al mismo periodo de 2021.
En cuanto al sector agropecuario y de alimentos tampoco hubo sorpresas. Las ventas al exterior sumaron un total de 5.052 millones de dólares, que significa un crecimiento de 33,2 por ciento con respecto al año anterior. Los protagonistas fueron las flores y follaje cortados (25,1 por ciento). Augusto Solano Mejía, presidente ejecutivo de Asocolflores, aseguró que la diversidad de flores que exporta Colombia le ha permitido obtener cerca del 80 por ciento del mercado de bouquets que se venden en los supermercados de Estados Unidos y posicionarse, después de Holanda, como el segundo exportador mundial de flores.
En Colombia crecen alrededor de 60 especies y 1.400 variedades de flores para exportación. Las principales especies comercializadas son el clavel –con el cual nació hace 56 años esta actividad en Colombia–, las rosas, el crisantemo y las alstroemerias, que llegan a 100 países, principalmente Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Canadá, Corea y España. Por su comercialización el país recibió entre enero y mayo de 2022 aproximadamente 1.050 millones de dólares.
“Una manera práctica de medir la eficiencia de los exportadores del agro es por el tipo de mercados a los que logran acceder con una relación estable, lo cual depende principalmente de la calidad, precio y sostenibilidad creíble de su producción en los mercados más exigentes. Es decir, convertirse en un proveedor confiable, lo que implica no solo un eficiente manejo de la producción sino de la logística”, aseguró Solano Mejía.
El café no se queda atrás. A mayo de 2022 se exportaron 4.928.000 sacos de 60 kilos, por valor de 1.478 millones de dólares. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda), no espera variaciones en las exportaciones de café colombiano en la temporada 2022/2023, prevista en 13 millones de sacos, en tanto que la importación aumentaría ligeramente a 1,9 millones de sacos con el propósito de respaldar el consumo interno.
Diversificación en marcha
Para Javier Díaz Molina, presidente de Analdex, tímidamente las exportaciones del país empiezan a diversificarse. Esto se ve reflejado en las cifras entregadas por el Dane en el reporte de enero a mayo, en donde se aprecian algunos productos alimenticios como carne y preparados de carne, productos lácteos y huevos de aves, pescado, crustáceos, moluscos e invertebrados acuáticos, cereales, legumbres y azúcar. Además de ventanas, palma de aceite y hasta autopartes que ya viajan hacia otros países.
Cifras de Procolombia dan cuenta de que 204 empresas nacionales de autopartes exportaron entre enero y abril 136 millones de dólares a 55 destinos, lo cual representó un incremento del 16,5 por ciento frente al mismo periodo del año pasado. Este incremento se explica principalmente por el aumento de las ventas a Estados Unidos, Ecuador, México y Perú. Entre las piezas de autopartes más solicitadas están baterías, aceites, lubricantes, componentes eléctricos y vidrios de seguridad.
“Colombia cuenta con 18 acuerdos comerciales vigentes, el nivel de internacionalización de la economía se ha mantenido en un promedio de 35 por ciento en los últimos 30 años, concentrando sus exportaciones en bienes primarios”, puntualizó Díaz Molina.
Crece la agroindustria
Con corte a mayo de 2022, las ventas al exterior del sector agro sumaron 5.055 millones de dólares y aumentaron 33,6 por ciento respecto del mismo periodo de 2021, con un protagonismo de los productos no tradicionales como aceite de palma, lima tahití y gulupa.
El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, aseguró que “los productos no tradicionales cada vez más cuentan con mayor participación en las exportaciones. En los cinco primeros meses de 2022 este grupo registró una variación de 36,3 por ciento y una participación de 37,1 por ciento. Las exportaciones continúan con su tendencia creciente, impulsadas no solamente por el café y las flores, sino también por los no tradicionales como cacao, aceite de palma, trucha, piña, mango, panela, aguacate hass, azúcar, carne bovina y otros más”.
El grupo de no tradicionales alcanzó ventas por 1.877 millones de dólares entre enero y mayo de 2022, una cifra que al compararla con el mismo periodo de 2021 (1.377 millones de dólares) representó un aumento de 36,3 por ciento. Los productos que más crecieron fueron: aceite de palma (95,1 por ciento), lima tahití (89,1 por ciento), gulupa (44,1 por ciento) y trucha (42,2 por ciento).
Entre tanto, en el grupo de los productos tradicionales, las exportaciones sumaron 3.177 millones de dólares, un crecimiento de 32 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2021. En el caso del café, este producto subió 48,4 por ciento y las flores 25,3 por ciento.
Un aceite muy apetecido
Según cifras de Fedepalma, durante los primeros seis meses del año se vendieron a los mercados internacionales 344.000 toneladas, que significa un aumento de 7,9 por ciento al compararse con el mismo periodo de 2021.
“Esta comercialización del aceite de palma se ha realizado en un entorno de alta volatilidad de los precios internacionales e incertidumbre por el levantamiento de las medidas restrictivas a la exportación de productos de la agroindustria de la palma en Indonesia, primer productor del mundo de este aceite vegetal, que a la postre ha propiciado una fuerte corrección a la baja en los precios del aceite de palma”, aclaró Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo del gremio palmero.
Frente a la complejidad de esta realidad, Catalina María Restrepo Rada, presidenta de la junta directiva de Fedepalma, indicó que “dada nuestra cercanía a los mercados de Estados Unidos y Europa hay la posibilidad de aumentar las ventas del sector palmicultor a 11 millones de toneladas, lo que significa seis veces nuestra producción actual”. El aceite de palma y el palmiste registraron en 2021 cifras positivas en las exportaciones. En total, fueron 664 millones de dólares en ventas al exterior y los principales destinos fueron la Unión Europea, con 36,8 por ciento; Brasil, con 18,6 por ciento, y México, con 12,1 por ciento.
Regulación y más tecnología
El banano es la primera fruta de exportación de Colombia y está en el tercer renglón de los productos de comercialización a los mercados internacionales, principalmente a la Unión Europea y Estados Unidos. “En el mundo ocupamos el quinto lugar en el ranking de países exportadores; el banano colombiano tiene altos estándares de calidad, por esto es apetecido, además cuenta con las más importantes certificaciones internacionales que abarcan desde las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) hasta la sostenibilidad con una mirada transversal en la agroindustria”, detalló Emerson Aguirre Medina, presidente de la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura).
“Desde el sector estamos comprometidos con el empleo formal y bien remunerado (el trabajador bananero es el mejor remunerado del agro colombiano). Además, nuestros procesos técnicos, ambientales y sociales son esenciales para producir una fruta de alta calidad y de esta manera sostener el nivel de exportación”, advirtió Aguirre Medina y contó que “de acuerdo con nuestro último informe, en 2021 desde la región de Urabá se exportó principalmente a Italia, con 12,4 millones de cajas, participando con el 17,84 por ciento del mercado; seguido por Bélgica, con 11 millones de cajas y una participación del 15,78 por ciento; Alemania, con 9,6 millones de cajas y 13,83 por ciento de participación, y Reino Unido, con 7 millones de cajas y un 10,16 por ciento.”
Aunque el panorama en general es positivo, Díaz Molina reflexionó sobre la necesidad de aprovechar los cambios en los patrones comerciales que generó la pandemia. Para ello, aseguró, es necesario “una Política de Estado en materia de comercio exterior que cuente con una hoja de ruta que permita generar un entorno favorable desde el punto de vista regulatorio y que, apoyada en la tecnología, facilite los trámites de las operaciones”.
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