La oferta turística de Medellín es reconocida a nivel nacional e internacional. La ciudad sigue sorprendiendo a propios y visitantes que llegan a recorrer sus calles empinadas, sus barrios coloridos, plazas llenas de historia y las zonas gastronómicas y de entretenimiento. La ciudad ofrece una experiencia única para quienes buscan una mezcla perfecta entre modernidad y tradición. Las propuestas no solo son para turistas extranjeros. Los visitantes que llegan a congresos, seminarios o a reuniones de negocios también encuentran opciones para conocer un poco más la ciudad. Estos son algunos de los atractivos turísticos más destacados:
Comuna 13: color y resiliencia
La comuna 13 ha experimentado una impresionante transformación y se convirtió en un epicentro cultural. Ubicada en el occidente de la ciudad, sus coloridos murales y grafitis simbolizan la resiliencia de sus habitantes. Música urbana, historia y mucha cordialidad son los atractivos de este lugar. Recorrerlo es un plan imperdible para quienes por primera vez visiten la ciudad.
Museo El Castillo
Fue construido en 1930 por encargo del médico José Tobón Uribe, un enamorado de la arquitectura gótica de los castillos del valle del Loira, en Francia. Está ubicado en El Poblado y su diseño evidencia la fascinación por el arte y la arquitectura medieval y renacentista.
En 1942 fue adquirido como residencia familiar por el filántropo antioqueño Diego Echavarría Misas y su esposa alemana, Benedikta Zur Nieden, quienes lo llenaron de obras de arte y objetos decorativos adquiridos en ventas y subastas en París, Nueva York y Londres.
De acuerdo con María Clara Velásquez, directora de Comunicaciones del museo, tras la muerte de su única hija Isolda, se decidió convertirlo en un museo y centro cultural para donarlo a la ciudad. Después de la muerte de don Diego, en 1971, El Castillo se convirtió en una fundación sin ánimo de lucro.
Plaza Botero y el Museo de Antioquia
En el corazón del centro histórico de Medellín se encuentra la Plaza Botero, en donde se exhiben esculturas creadas por el famoso artista colombiano Fernando Botero. Esta colección única de esculturas, conocidas por sus formas redondeadas y exageradas, es una verdadera joya para los amantes del arte. Además, el Museo de Antioquia, ubicado en la misma plaza, cuenta con una extensa colección de arte colombiano y latinoamericano.
El espacio se complementa con la antigua Gobernación de Antioquia, también conocido como el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, un edificio que comenzó a construirse en 1928 pero solo logró inaugurarse hasta 1970.
Salón Málaga
Ubicado en el centro de la ciudad, al lado de la estación San Antonio del tranvía y del metro, está un lugar mágico suspendido en el tiempo, donde se escucha el mejor tango de la ciudad. La música la pone Gustavo Arteaga, el hombre que fundó el Málaga y quien a sus 89 años sigue trabajando con el mismo amor y empeño del primer día.
Según César Arteaga, hijo de don Gustavo y administrador del sitio, hasta aquí vienen turistas de Colombia y del mundo a socializar, hablar de amores y desamores. “En medio de rocolas antiguas se escucha también música en vivo. Pero no solo se puede escuchar tango en el Málaga, también se oye y se canta pasillo, bolero, porro, música colombiana y lírica. El ritual que tenemos es hacer amigos y disfrutar porque aquí nadie es desconocido”, aseguró.
La magia del salón también está en la colección de fotografías. Hay fotos de Medellín en los primeros 50 años del siglo XX, de figuras glamorosas, de artistas. Fernando Botero, Belisario Betancur o Gloria Pachón de Galán son algunos de los cientos de visitantes que han disfrutado de este lugar.
Metrocable y Parque Arví
El metrocable del Parque Arví descubre un bosque encantado en la cima de la montaña de Medellín. Este sistema de transporte que se conecta con el metro, proporciona a los visitantes impresionantes vistas panorámicas de la ciudad desde las alturas. El Parque Arví es un vasto parque ecológico que ofrece senderos para caminatas, actividades al aire libre y una experiencia inolvidable en contacto con la naturaleza.
Después de recorrer el bosque, se puede hacer picnic en el parque. La magia está en descansar bajo la sombra de un árbol y escuchar el canto de los pájaros mientras se disfruta de una deliciosa canasta, acompañada por amigos y familiares.