“Debemos enseñar de forma integral para que cuando los niños sean mayores logren grandes éxitos en su vida”, asegura Eduardo Esteban Pérez León, el único colombiano entre los 50 docentes nominados al premio ‘Mejor Maestro del Mundo’, que entrega la Fundación Varkey de Inglaterra. Cuando se enteró de esta nominación, lo embargó la felicidad, sus estudiantes lo reconocieron como ganador, pero él aún está a la espera, pues los nombres de los 10 mejores solo se conocerán en octubre y el ganador en el mes de noviembre en la gala de premiación que se llevará a cabo en Dubái.
Pérez es ingeniero mecánico con especialización en informática educativa y maestría en gestión de la tecnología educativa. Enseña matemáticas, tecnología e informática en el Instituto Técnico Guaimaral de Cúcuta y no es la primera vez que es reconocido a nivel internacional por su trabajo como docente. En 2018 obtuvo el premio a Mejor Maestro de Iberoamérica, en 2019 ganó con Microsoft el Desafío Mundial de Educadores y en 2020 recibió el reconocimiento de la Unesco Emil Jaber al Ahmad.
Cuando trabajó en el colegio Rafael Uribe Uribe desarrolló los proyectos ‘Más Cómic’ y ‘Más Pruebas de Convivencia Escolar’. Con esta última iniciativa que buscaba combatir la violencia en los colegios obtuvo un reconocimiento de la Organización de Estados Iberoamericanos en México.
Debido a su trabajo actual con población en condición de discapacidad fue el ganador del Desafío Mundial de Educadores en París y obtuvo cinco reconocimientos de los Ministerios de Educación, Cultura, Interior y TIC.
SEMANA: ¿Cómo conocieron su trabajo en la Fundación Varkey?
Eduardo Pérez León: He desarrollado experiencias significativas que nos han permitido visualizar nuestro trabajo y gracias a eso hemos tenido, aproximadamente, 50 reconocimientos a nivel nacional e internacional. He sido un maestro del barrio Guaimaral en la ciudad de Cúcuta, que ha desarrollado estrategias tecnológicas para apoyar a estudiantes con discapacidad. Esta vez, la nominación al premio Mejor Maestro del Mundo ha requerido de un proceso de un año en el que he tenido que presentar evidencias de proyectos escolares, recursos educativos, premios, estudios académicos y foros en los que hubiera participado. Todo eso permitió que la Fundación Varkey de Inglaterra me nominara a este galardón.
SEMANA: ¿En qué consiste el trabajo que ha desarrollado con personas en condición de discapacidad?
E.P.L.: En el Instituto Técnico Guaimaral hay 2.000 estudiantes de los cuales 300 tienen algún tipo de discapacidad: auditiva, motora, visual o cognitiva. En el instituto creamos herramientas tecnológicas como aplicaciones móviles, software multimedia, videojuegos, realidad virtual o libros digitales. Eso nos permite apoyar los procesos de aprendizaje de todos los estudiantes. Por ejemplo, desarrollamos una aplicación, disponible en Play Store, que es una calculadora para personas con discapacidad visual. La novedad es que tiene botones audibles, el niño puede digitar, escuchar la tecla que marca y si agita la calculadora cambia a funciones más avanzadas. Herramientas como estas permiten que realmente exista inclusión en la educación.
SEMANA: ¿Qué resultados han evidenciado en los estudiantes que utilizan estas herramientas digitales?
E.P.L.: En la parte académica los niños con discapacidad están ocupando los primeros lugares en sus aulas de clase. Es un trabajo que hacemos todos los docentes para que el rendimiento académico de ellos sea favorable. Otro resultado es que obtienen un aprendizaje que les puede servir para su futuro universitario y laboral. Por ejemplo, creamos una maqueta que es un estadio de fútbol, en la que tenemos unos dispositivos con los que logramos que los niños sordos aprendan programación. Todas las herramientas tienen acceso con códigos QR y ese vínculo los remite a una clase en la que se explica el tema con interpretación en lengua de señas colombiana.
SEMANA: ¿Qué es lo más valioso que considera ha logrado enseñarles a sus estudiantes?
E.P.L.: Lo más valioso que uno recibe es la sonrisa de ellos cuando uno ve que están triunfando, cuando llegan a la universidad, esos triunfos son el mayor reconocimiento que uno puede recibir en la vida. Lo relevante está, realmente, en difundir lo que hacemos en las aulas. No puede ser que un aprendizaje en el salón sea solo para que un niño apruebe una materia. El maestro colombiano produce cosas fantásticas pero no las da a conocer en otros ámbitos.
SEMANA: ¿Por qué decidió volverse docente?
E.P.L.: Yo inicié como maestro en Venezuela. Soy Ingeniero Mecánico y cuando mi padre tuvo cáncer me cambió el chip de la vida. Unos amigos docentes vieron mi vocación, me dijeron que tenía la capacidad para ser un gran maestro. Inicié la docencia en Venezuela y lo primero que hice fue aprender de los demás, el mejor maestro es el que es aprendiz. Cuando regresé a Colombia y empecé en el colegio Rafael Uribe Uribe comenzamos a transformar el tema del bullying y el ciberacoso que se vivía entre los estudiantes. Nos dimos a la tarea de desarrollar una experiencia significativa y apuntarle a tener una Escuela de Paz. Esa es la labor que tiene el maestro, revisar qué problemáticas hay en sus instituciones y cómo pueden solucionarlas los mismos estudiantes. Ahora, enfocados en la inclusión, el proceso es el mismo. Generar proyectos en los que desarrollamos muchos recursos para los estudiantes con discapacidad.
SEMANA: ¿Lo tomó por sorpresa esta nueva nominación?
E.P.L.: Los estudiantes pararon la clase y me dijeron: “profe tenemos que tomarnos una foto, para nosotros usted es el mejor maestro del mundo”. Esta nominación ha significado llenar de alegría a los padres de familia y a toda la comunidad. Me levanto a trabajar y derrochar creatividad como todos los docentes del país. Esperamos seguir siempre dando buenas noticias, de mi parte y de cualquier otro maestro en Colombia.
SEMANA: ¿Cómo ve hoy la educación en Colombia?
E.P.L.: La educación en el país ha mejorado poco a poco. Tenemos muchas falencias pero lo primero que necesitamos es cambiar la Ley General de Educación, que va a cumplir 30 años, es decir, estamos educando con una Ley muy antigua. El sistema también requiere de capacidad para tramitar los recursos económicos, el Gobierno genera una gran cantidad de recursos pero se necesita sabiduría para conocer cómo invertirlos. Colombia debe ingresar al bilingüismo, no podemos quedarnos con niveles bajos de inglés, por eso, urge que los nuevos maestros tengan competencias digitales, sepan una segunda lengua y cuenten con la capacidad de manejar el tema de la inclusión. Por último, el país tiene que generar sus propias plataformas educativas, pues tiene la capacidad tecnológica para desarrollar sus estrategias y herramientas educativas.
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