Cada vez hay una mayor consciencia de la necesidad de construir sociedades y organizaciones más inclusivas, sistemas en los que todos tengan un lugar, se sientan seguros y puedan desarrollar su potencial. Sin embargo, a pesar de las intenciones de gobiernos, empresas y actores comprometidos con esta causa, día a día se evidencian los costos de sociedades polarizadas e intolerantes a las diferencias.
Origen Red de Liderazgo, una organización sin ánimo de lucro colombiana, lleva más de 12 años comprometida con cambiar esa tendencia y demostrar que la diversidad puede ser un gran activo para las organizaciones y el país.
Así lo expresa Rosita Manrique, su presidenta ejecutiva y cofundadora: “Desde el inicio quisimos desafiar que ser o pensar diferente tiene que ser motivo de guerra o división, y decidimos que Origen iba a ser el punto de encuentro de la diversidad del país, un laboratorio de liderazgo colectivo al servicio de los grandes retos y oportunidades que tenemos como nación”.
Durante todos estos años, paralelamente al desarrollo de un modelo robusto de formación en liderazgo, Origen ha promovido espacios únicos de aprendizaje en la diversidad. De hecho, en todos sus programas se seleccionan personas que representen diferentes identidades, trayectorias, generaciones y miradas.
Ha trabajado con universidades como la Nacional y Uniminuto, uniendo a profesores con estudiantes; con empresas como Alianza Team, Terpel y Amarilo; conectando a líderes de diferentes niveles, áreas y países; o con organizaciones como Luker Chocolate y el Grupo Energía Bogotá, cuyos programas de liderazgo integraron a sus colaboradores con líderes de las comunidades de sus zonas de influencia. “Origen es un espacio de absoluta diversidad. No se alcanzan a imaginar todo lo que se aprende, como persona y como ejecutivo, de las experiencias de otros líderes que trabajan en entornos diferentes al propio”, asegura Nicolás Barón, socio de Laserna y Barón Abogados, egresado de uno de los programas de la Escuela de Liderazgo de Origen.
A lo que Luz Adriana Neira, más conocida como Doctora Clown, agrega: “Estar en un aula de Origen es tener todo el país ahí dentro. Es una experiencia empoderadora y hermosa. La magnitud de posibilidades, pero también de impacto gracias a la diversidad, me ha hecho más fuerte, tranquila y segura”.
Adicionalmente, en los últimos tres años la fundación ha escalado su impacto regional por medio de comunidades de liderazgo que conectan a líderes de los sectores públicos, privados y de la sociedad civil.
Origen se ha convertido en una de las organizaciones referentes en temas de diversidad y en la abanderada del liderazgo colectivo. “Las ‘cuotas’ por etnias, género, edades, orientación sexual, etcétera, pueden ser un punto de partida, pero definitivamente no son suficientes; si no facilitamos espacios de construcción de confianza que nos permitan vernos como seres humanos, es muy difícil avanzar en la generación de valor y en el trabajo colectivo”, resalta David Hurtado, director académico de la Escuela de Origen.
Es fundamental comprender que en un mundo en el que el cambio y la incertidumbre son constantes, la diversidad puede ser la respuesta. “La construcción colectiva, que integra diferentes miradas y experiencias, es, a nuestro juicio, el mejor y el único camino para poder avanzar y encontrar soluciones innovadoras”, concluye la cofundadora de Origen.
*Contenido elaborado con apoyo de Amarilo
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