En 2002, la artista plástica Doris Salcedo presentó una instalación performativa que le recordó a Colombia una de las masacres más dolorosas de su historia: la toma del Palacio de Justicia de 1985. Durante el asalto guerrillero y su posterior intervención militar, murieron más de cien personas. Noviembre 6 y 7 fue el nombre de esta obra que, a lo largo de 53 horas, descolgó 280 sillas desde el techo del Palacio de Justicia con la consigna de que ninguna víctima fuera olvidada.

Un año después, Salcedo presentó otra obra alucinante en la Octava Bienal de Estambul: Topografía de la guerra. En un barrio de ferreterías y talleres mecánicos, en medio de dos edificios, la escultora bogotana apiló 1.550 sillas en un baldío que había sido la vivienda de decenas de griegos y judíos expulsados por la violencia en Turquía.

“Al ver estas 1.550 sillas de madera apiladas entre dos edificios en el centro de Estambul, me acuerdo de las fosas comunes. De víctimas anónimas. Pienso tanto en el caos como en la ausencia, dos efectos de la violencia en tiempos de guerra. Lo que estoy intentando a través de estas piezas es obtener ese elemento común en todos nosotros”, aseguró Salcedo para el portal Historia del Arte.

El tiempo, la memoria, el espacio o la revivificación de las emociones son los temas que sobresalen en la obra de Salcedo. Una artista implacable, silenciosa, que repele las entrevistas y se ha consagrado como una de las escultoras contemporáneas más valiosas para la historia del arte colombiano. Sus obras, que a menudo responden a intervenciones arquitectónicas, son la viva muestra de una búsqueda por la memoria.

El tiempo, la memoria, el espacio o la revivificación de las emociones son los temas que sobresalen en la obra de Salcedo. | Foto: Diana Rey Melo

La Asociación de Arte de Japón anunció el pasado 10 de septiembre a Doris Salcedo como la ganadora del Premio Praemium Imperiale 2024 en la categoría de escultura. Este reconocimiento, entregado por la familia imperial japonesa, honra los logros excepcionales en pintura, escultura, arquitectura, música y teatro o cine a nivel mundial.

Los Praemium Imperiale reconocen los logros internacionales en las artes y su papel en el enriquecimiento de la comunidad global. Además, cada galardonado recibe un premio de 15 millones de yenes y una carta de presentación. La ceremonia de condecoración se llevará a cabo el próximo 19 de noviembre en Tokio, Japón.

“El Praemium Imperiale es un grupo de premios a las artes creado para conmemorar el centenario de la Asociación Japonesa de Arte (mecenas honorario: príncipe Hitachi, presidente: Hisashi Hieda) y hacer realidad el deseo del difunto príncipe Takamatsu de contribuir a realzar y promover las culturas y las artes del mundo”, explicaron desde la Asociación de Arte de Japón.

Doris Salcedo y sus aliados esperan realizar varios performances, entre 2019 y 2020, para honrar a las víctimas del conflicto. Foto: Diana Rey Melo

Entre los ganadores también se destacan: la artista conceptual Sophie Calle (Francia), cuyo principal foco creativo es la intimidad; la pianista Maria João Pires (Portugal), el director de cine Ang Lee (China), reconocido por películas como Secreto en la montaña, Una aventura extraordinaria o Crimen y lujuria, entre otros.

Salcedo es la primera artista colombiana que recibe este reconocimiento internacional. El Hiroshima Art Prize (Japón), el Nasher Prize (Estados Unidos), el Nomura Art Award (Japón) y el Premio Velázquez de las Artes Plásticas (España) son algunos de los otros premios que ha recibido la obra de Salcedo.

“Su obra parte de las experiencias y testimonios de quienes han sufrido directa o indirectamente la violencia del conflicto armado. Sus instalaciones reflejan la situación de las víctimas, a partir de eventos y objetos cotidianos que buscan hacer memoria sobre una realidad que muchas veces pasa desapercibida”, señalaron desde el Banco de la República.

Finalmente, Salcedo describe su escultura como una propuesta simbólica que “tiene como punto de partida materiales poseedores y transmisores de significado, capaces de establecer comunicación con el espectador. Parto de objetos cargados de significación y capaces de conmover”, concluyó.