Inspirada en los campeones mundiales en ciclismo de ruta paralímpico, Marlon Pérez y Javier Serna, Paulina Duque cambió el ciclismo convencional para convertirse en guía de Paulina Rivera, una joven ciclista con baja visión. Juntas conforman desde hace tres años la primera pareja femenina en la modalidad tándem paracycling de Colombia.
Todo comenzó en 2017, cuando Duque le comentó a Marlon Pérez su interés de convertirse en guía, así como él lo era de Javier Serna. Al año siguiente mientras participaba en el Tour Femenino de ciclismo en Montería, Serna la llamó para decirle que había una posible compañera. Se trataba de Paulina Rivera, una joven amante del ciclismo que por aquel entonces combinaba sus competiciones con el colegio.
“Vía telefónica nos comenzamos a conocer, pero solo hasta finales del 2018 nos pudimos encontrar en una carrera. En el 2019 empezamos a entrenar”, cuenta Duque. Juntas iniciaron un proceso de adaptación y reconocimiento, pues no sólo se requieren habilidades técnicas. “Debemos conocer muy bien a la pareja hasta lograr que con solo gestos o señales identifiquemos lo que quiere o está sintiendo la otra persona”, añade.
Rivera recuerda esos primeros entrenamientos, agotadores, complejos. “Debimos aprender a manejar la cicla, a arrancar sincronizadas, pararnos en los pedales, bajarnos al mismo tiempo. Es un proceso que requiere de mucha dedicación y de mínimo un año para lograr competir”.
Fue en junio del 2019 cuando tuvieron su primera competencia nacional en el velódromo Alcides Nieto Patiño de la ciudad de Cali, durante el Campeonato Nacional de pista paralímpico. “Allí nos dimos cuenta de que somos el primer tándem femenino en Colombia”, comenta Duque y recuerda que ni los organizadores esperaban su participación.
Realizaron y registraron tiempos para la prueba del kilómetro y los tres mil metros, para las cuales tenían que cumplir con todos los lineamientos técnicos y el reglamento de la competencia. “Por el solo hecho de haber ido a participar y cumplir con todo, teníamos derecho a las medallas”, señala Duque.
Así se convirtieron en las campeonas nacionales en la modalidad tándem del paracyclin femenino, un título que no solo ostentan con sus medallas, también con la camiseta azul aguamarina que lleva en el pecho y a los costados la bandera de Colombia. Aunque es algo que las llena de orgullo, también reconocen que su labor incluye motivar a más parejas para que se sumen a esta modalidad. “Sin más competidoras se nos limita las participaciones internacionales, porque por lo menos debe haber otros dos tándems para garantizar el pódium”, explica Duque.
Las competidoras han contado con el apoyo del Club ciclístico Medio Fondo, el más antiguo y activo de Colombia por donde pasó Martin Emilio “Cochice”, “Papaya” Vanegas, entre otros. De acuerdo con Gabriel Burgos, su director, el proceso que llevan les garantiza sincronía personal y deportiva. “Es un adelanto muy grande que les permite realizar muy buenas representaciones”, añade.
Aunque la idea es que esta modalidad llegue a más departamentos y el país cuente con representación internacional, Burgos admite que no es sencillo lograrlo por costos, pues una bicicleta para esta modalidad cuesta cerca de 30 millones de pesos. Sin embargo, resalta, es un proceso que vale la pena. “Esto es una aventura muy linda, porque si vos conocieras esta gente y lo que hacen en el velódromo, te quedas maravillado. La capacidad de superación es la muestra de que no hay limitaciones”, añade.
Actualmente en el Club Medio Fondo se está formando y preparando la segunda pareja femenina de esta modalidad. Para Duque, el objetivo es que a futuro más tándem femeninos se unan para que la competencia aumente. También esperan que la empresa privada y el Gobierno apoyen esta modalidad. Entre tanto, concluye, “seguimos pedaleando por este sueño”.
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