Buena parte de la vida del nortesantandereano Édgar Serrano Piñeros ha transcurrido detrás del telón, dándoles vida a sus compañeros entrañables: los títeres. Ser testigo de cómo a los niños todavía los mueve la ilusión de disfrutar de sus espectáculos en vivo es el motor que lo ha sostenido durante más de cuatro décadas en los escenarios. Una labor cada vez más titánica, digna de aplausos, pues le toca competir con el entretenimiento rápido y fácil que hoy ofrecen los dispositivos inteligentes. Sin embargo, lejos de las pantallas, sus títeres siguen siendo héroes.
Todavía un ‘risómetro’ es el encargado de medir el éxito de sus funciones. Sin embargo, llevarlo al máximo sería para Serrano una victoria incompleta sin el componente de valores, cultura e historia que se ha esmerado en propiciar a través de cada una de sus obras. Gracias a esto es hoy un gestor reputado y respetado en la región. Centenares de niños sustentan su legado y su rol de espectadores ávidos ha sido fundamental para mantener muy vivo el teatro en el departamento.
Durante una visita a Bogotá, unos aplausos que provenían del interior de la Fundación Rafael Pombo le cambiaron la vida. “Vi las puertas de aquel teatro abiertas y me atreví a entrar, grande fue mi sorpresa al ver cómo un centenar de personas estaban concentradas viendo una función de títeres, fue impactante, como si algo dentro de mí estuviera dormido y despertara de repente”, recordó. Ese encuentro, inspirador, lo impulsó a fundar en 1999 el Grupo Artístico Arlequín, una iniciativa que más adelante se convirtió en un referente nacional. Sin embargo, fue hasta 2004 que logró comprar un lote en el municipio de Los Patios. Con tiempo y esfuerzo lo adecuó hasta convertirlo en el Teatro de Títeres Arlequín.
Hoy la ‘escuela Serrano’ es un modelo por seguir para diversos grupos de titiriteros de la región que reconocen en su labor un camino seguro para alimentar el quehacer cultural del departamento y promover el arte. “Para mí los títeres son como mis hijos silenciosos; nada me piden, pero todo me lo dan. No vivo de ellos, vivo con ellos”.
Como grupo cultural, se comprometió a rescatar la memoria de Colombia y conservar la tradición, sin descuidar los detalles. “Con el apoyo del Ministerio de Cultura somos los únicos que a nivel nacional hemos elaborado un guion y montaje de acontecimientos como La Batalla de Cúcuta, La Batalla de Boyacá, El Grito de Independencia y más recientemente la obra ‘El Bicentenario del Congreso Constituyente de Villa del Rosario de Cúcuta’”. Para el titiritero recrear estos capítulos de la historia que ocurrieron hace más de 200 años tiene un gran valor patrimonial que hay que posicionar entre los ciudadanos y las nuevas generaciones.
Hoy, con el acompañamiento de la Gobernación de Norte de Santander, a través de la Secretaría Departamental de Cultura, Arlequín adelanta varios eventos asociados al Programa Nacional de Concertación 2023 y al Festival Internacional de Títeres, el evento de mayor trayectoria en el departamento y el tercero más antiguo del país.