Las cirugías plásticas de hoy en día persiguen la naturalidad. A tal punto que se ha convertido en un propósito mayor para los especialistas más experimentados y los resultados obtenidos en ese sentido diferencian a un doctor de otro. “No queremos que la piel se vea dañada por el retiro de grasa o que los pacientes queden con narices puntiagudas. Eso ha sido un cambio fundamental en estos años”, afirma Rafael Pérez Franco, destacado cirujano plástico y reconstructivo, miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, cuando es consultado acerca de las grandes transformaciones que hoy experimentan las intervenciones quirúrgicas con fines estéticos en el país.
El doctor Pérez Franco resalta que el paciente, la atención y el resultado son su prioridad. Dos décadas de trayectoria exitosa, lo posicionan como referente del gremio en América Latina, Europa, Asia y Estados Unidos.
La garantía del éxito en las intervenciones y posteriores resultados, confirma Pérez Franco, es el acompañamiento pre y postquirúrgico más extenso, a pacientes de cirugías estéticas: “Con atención más estricta a temas referentes a la pérdida de líquidos, de sangre y manejo del dolor, se reducen las complicaciones a menos del uno por ciento”. De hecho, la forma como se lleva a cabo el postoperatorio logra que “un 90 por ciento de los procedimientos quirúrgicos estéticos sean ambulatorios”, precisa el cirujano.
“Hay que realizar procedimientos seguros, y que estén respaldados científicamente. Así es como un cirujano se puede mantener durante veinte años”, precisa Pérez Franco. Ahora bien, el bienestar que quiere generar en sus pacientes no se limita a garantizar un cambio físico, sino a que el tránsito hacia esa transformación no sea traumático ni doloroso.
Igualmente los avances en tecnología y procedimientos en los últimos 20 años son parte de la garantía para obtener excelentes resultados. Para el cirujano Pérez Franco, estos avances contribuyen a revolucionar el sector de cirugía plástica y estética en el mundo, y por supuesto, en Colombia. En este proceso, ha sido clave la tecnología, las técnicas innovadoras y la permanente actualización de los especialistas. “La prioridad de todo el sector en el país es alcanzar el máximo bienestar de los pacientes”.
En su caso, la profundización ha tenido lugar en el manejo postoperatorio de las cirugías. Hace 17 años creó junto a su esposa, Clara Monsalve, Aqualina Medical Spa.
Clara es la directora de innovación y tecnología de este centro, especializado en revertir el concepto de ‘maltrato posquirúrgico’. Para lograr esto, el Medical Spa desarrolló un circuito especializado de procedimientos para la recuperación y mejor bienestar de los pacientes. “El paciente está acompañado permanentemente en su pronta recuperación”, afirma su directora.
“El 98 por ciento de las cirugías necesitan pre y postoperatorio. Logramos que los pacientes se reincorporen a su vida laboral y normal en el menor tiempo posible. Garantizamos que en un margen de diez días, los pacientes que vienen del exterior puedan regresar a sus casas y reincorporarse a sus actividades”, dice Monsalve.
En Aqualina también se realizan procedimientos no invasivos y otros tratamientos complementarios, reducción de medidas y celulitis, tonicidad y pegado de piel, preparación preparto y postparto, celebración de fechas especiales: novias “love shower”, aniversarios “eclipse de amor”, cumpleaños y reconocimientos empresariales.
Colombia, referente mundial para pacientes y especialistas en cirugía plástica
Otra de las grandes transformaciones de la cirugía plástica en Colombia consiste en cómo el país ha pasado a convertirse en un fuerte competidor en el turismo de salud. Ocupa el cuarto lugar como destino en Latinoamérica donde más se realizan intervenciones de este tipo, ya sea por deformidad o reconstrucción, como por estética.
De acuerdo con Pérez Franco, Colombia se volvió famosa por la liposucción y la marcación abdominal. “Poco a poco, por la calidad de los resultados y por el costo de nuestra moneda, se han potenciado los beneficios”.
El país también se ha convertido en un referente para médicos internacionales. El cirujano menciona que antes era necesario salir del país –a destinos como Brasil– para completar entrenamientos. Ahora, Colombia recibe especialistas de diferentes lugares del mundo para formarse en ciertos procedimientos. Precisamente, el doctor Pérez Franco es uno de los pocos colombianos que es instructor de lipomarcación; también se ha desempeñado como profesor de postgrados de Cirugía Plástica en el país.
Aunque cada vez se habla más sobre la medicina robótica en campos como la cirugía reparadora, el cirujano Rafael Pérez Franco asegura que su uso en la cirugía plástica es prácticamente imposible: “La cirugía es una combinación entre arte y ciencia, por lo que resulta muy difícil que lo haga un robot. Siempre faltará el dote artístico”, concluye.
*Contenido elaborado con apoyo del cirujano plástico Rafael Pérez Franco y Clara Monsalve, directora Innovación y tecnología Aqualina Medical Spa.
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