El páramo de Santurbán es el principal generador de agua para abastecer el Área Metropolitana de Bucaramanga. Más de 1,6 millones de personas se benefician gracias a este ecosistema que entre todos debemos proteger. Para ello se propuso la Gobernanza del Agua y la Alcaldía de Bucaramanga liderará la segunda Cumbre de Páramos, un evento que busca darle continuidad a la tarea de socializar los riesgos de no cuidarlo. El Acueducto Metropolitano de Bucaramanga (amb) también se ha comprometido con esta causa, en la que trabaja de la mano con la administración de la ciudad.
Para ello definió una serie de acciones encaminadas a la transformación ambiental del territorio. De acuerdo con Silvia Reyes, su líder de Conservación y Gestión Ambiental, para la empresa esto es hoy un propósito superior “que nos ubica en un momento trascendental, en el que estamos llamados a propiciar, de la mano de las comunidades, una segunda oportunidad sobre los ecosistemas estratégicos que se encuentran en un alto estado de vulnerabilidad”.
Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible precisan que son estratégicos “por su papel en la regulación del ciclo hidrológico que sustenta el suministro de recurso hídrico para consumo humano y desarrollo de actividades económicas de más del 70 por ciento de la población colombiana”.
Pero no es suficiente con proteger el agua apta para el consumo, también urge hacer esfuerzos en mejorar la disposición del agua que se vierte, pues en Colombia las aguas residuales se tratan en un porcentaje muy bajo. Por eso uno de los focos de acción en los que avanza son las fuentes residuales.
“Nuestro compromiso de protección de las zonas de recarga hídrica garantiza la calidad y cantidad del agua que ingresa a los hogares, industrias y comercios”, precisó Reyes.
Enfrentar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad es otra de las razones por las que la empresa de servicios públicos se propone acelerar la transformación ambiental del territorio. Por eso avanza en una serie de estrategias que le permitan fortalecer el componente ambiental y social, especialmente, en la provincia de Soto Norte.
Estas incluyen becas universitarias, impulso a la investigación, apoyo de estudios técnicos que soporten la no conveniencia en la ejecución de proyectos de gran minería en zonas de recarga hídrica, además del proyecto de Pago por Servicios Ambientales, en la modalidad de Regulación y Calidad Hídrica, que busca darles un incentivo a los habitantes que han generado procesos de conservación y reconversión en el territorio.
“De igual forma, participamos en estrategias público-privadas para la protección del bosque Alto Andino a través de la formalización de acuerdos voluntarios con las comunidades, logrando la conservación de este ecosistema de una manera socialmente valorada y contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida”, concluyó Reyes.
*Contenido elaborado con apoyo del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga.