Pocas veces se ven transformaciones tan exitosas en las entidades públicas como la del Banco Agrario. Pasó de ser una entidad técnicamente obsoleta, agobiada por el escándalo de Navelena y con un servicio al cliente deficiente, a ser la preferida de muchos colombianos, especialmente en la ruralidad, donde tiene una potente red de oficinas.
El cambio en la cultura del banco en cuanto a centricidad del cliente y excelencia en la ejecución ha sido crucial para que la agenda tecnológica trazada fuera productiva. En 2019 se desplegó Moviagro, un concepto de fuerza comercial móvil apoyado en la tecnología, mediante el cual los asesores comerciales originan crédito desde el campo a través de una tableta. Esta incluye una aplicación que permite, de manera automática y gratuita, tener los flujos de caja de los proyectos por financiar, ahorrándole así al productor los costos de un planificador externo, que le cobraba tarifas onerosas. Esta fuerza de ventas se fortaleció con 415 asesores adicionales a cero costo para la entidad, ya que producto de la reestructuración se eliminaron 213 posiciones.
Es así como la pandemia recibió a un banco mucho mejor preparado tecnológicamente para afrontar los retos. Sin embargo, la entidad siguió reinventándose y lanzó el Portal de Referidos, una iniciativa disruptiva en Colombia que consistió en habilitar a sus más de 700 corresponsales bancarios para tramitar créditos; se creó un botón en la página web para tramitar créditos de manera digital, el cual ya está disponible en más de 300 páginas web de aliados, como gremios y cámaras de comercio.
También se lanzó la Movicuenta, una billetera electrónica que facilitó la transaccionalidad de manera digital en medio de la pandemia. Estas iniciativas le granjearon al banco el premio a nivel latinoamericano a la innovación digital que otorga Fintech Americas. Pero también hemos arraigado una cultura ambiental con la decisión de hacerles firmar a los beneficiarios de crédito un compromiso de no deforestación para los proyectos productivos financiados, so pena de exigir el pago inmediato del crédito.
Además, en 2021 se llevó a cabo la gran Sembratón del Banco Agrario en las fincas de sus clientes, iniciativa que se realizará todos los años. Los resultados son elocuentes: desde agosto de 2018 se ha colocado una cifra récord de 11,4 billones de pesos en créditos blandos a pequeños y medianos productores; y en 2021 no solo se incluyeron 79.000 nuevos pequeños productores con un producto de crédito –casi el doble del registro en 2018–, sino que se desembolsaron un billón de pesos para mujeres rurales y 300.000 millones de pesos para jóvenes.
*Presidente del Banco Agrario de Colombia.
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